Echegaray cada vez más complicado en la causa Ciccone

Echegaray cada vez más complicado en la causa Ciccone

El fiscal Di Lello reclamó investigar por qué se le permitió a The Old Fund obtener los fondos para levantar su quiebra y pidió que se indague al ex titular de la AFIP. El garante de la impunidad K contra las cuerdas judiciales.

La era kirchnerista dejó un tendal de corrupción en donde sus máximos responsables están hoy bajo la mira judicial por haberse hecho de grandes negociados que significaron un desfalco monumental a las arcas públicas. Uno de los personajes más implicados en estos hechos oscuros, es el ex titular de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), Ricardo Echegaray, considerado el garante de la impunidad K.

En el día de ayer, el fiscal Jorge Di Lello le solicitó al juez federal Ariel Lijo que se avance en la situación que tiene a Echegaray como uno de los responsables en la compra fraudulenta de Ciccone Calcográfica, principalmente para conocer el destino del dinero en todo este entramado de putrefacción que llevó a que desde el ente recaudador no se siguieran los pasos necesarios para saber de dónde venían los fondos que había adquirido la empresa The Old Fund, ligada al ex vicepresidente Amado Boudou.

Conocedor de que esta causa iba avanzado, es que Echegaray se presentó de manera espontánea ante el juez Lijo para dar su versión sobre los hechos. Para Di Lello esto sirve para que se investigue la participación real del ex titular de la AFIP en este hecho, y así estar el magistrado en condiciones de dictaminar si procesa o sobresee al ex funcionario.

Comprometido de lleno en la causa emblema de la corrupción kirchnerista, Di Lello reclamó además que se realicen sobre el ex mandamás del organismo público, las medidas de prueba pendientes “habiendo transcurrido un tiempo poco prudencial que atenta contra la buena administración de justicia”.

Pruebas que comprometen

Hace ya varios meses que desde Hoy se ha venido mostrando la participación real de Echegaray en estos sucesos, sobre todo luego de que el pasado 16 de marzo, el presidente de la Cámara Pesquera de Mar del Plata, Daniel Tunoni, advirtiera a nuestro diario que él había denunciado que “Echegaray junto a Fernando Villaverde, Sergio Vargas y Rafael Resnick Brenner, se quisieron quedar con Ciccone. Por eso el acto administrativo de la quiebra de dicha imprenta lo hicieron Villaverde y Resnick Brenner”.

La situación del ex hombre fuerte del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner se agravó con el correr del tiempo, por eso antes de irse del poder se intentó frenar la avanzada judicial con severos aprietes a los jueces que podían llegar a complicarlo en Tribunales.

En junio pasado, el camarista Eduardo Farah, integrante de la  la Sala II de la Cámara Federal, había efectuado un voto en disidencia, explicando que "existen constancias en la causa que dan cuenta del conocimiento e intervención personal (por Echegaray) que tuvo respecto de la situación de la fallida Ciccone Calcográfica S.A.".

Lo que más complica a Echegaray es el plan de pagos de 148 cuotas que él firmó como máximo responsable de la AFIP a la ex Ciccone para que pudiera levantar la quiebra que pesaba sobre la empresa. Fue tan alocada esta medida, que implantó irrisorias tasas de interés al mismo, permitiendo de esa manera con artilugios poco éticos y legales, que allegados a Amado Boudou se pudieran quedar con la maquinita de imprimir billetes.

De esta manera, uno de los responsables de que no se hiciera nada contra los hechos de corrupción acaecidos durante la mal llamada década ganada, se encuentra complicado ante la Justicia y su futuro pareciera estar más cerca de Tribunales dando cuenta de sus actos que de asumir posiciones en el Estado como es su oscuro deseo personal.

Máxima preocupación

Antes de dejar el poder, la ex presidenta Cristina Kirchner dejó una orden clara a sus diputados y senadores, poner a Ricardo Echegaray al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN) por parte de la oposición.

La realidad muestra que hoy por hoy Echegaray se encuentra preocupado porque si sigue rigiendo esta medida judicial sobre su persona o se lo procesa en la causa por la venta de la ex Ciccone, no podría llegar a asumir al frente de AGN como pretende el kirchnerismo para tapar los actos oscuros que se sucedieron en los últimos años de la administración K.

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