Con la presencia del secretario de Economía y Finanzas, Pablo Gorosito, ayer se reunió nuevamente la comisión del Concejo Deliberante que debate el pliego licitatorio del servicio de recolección y gestión de residuos.

Tal como lo hicieron sus pares de Espacios Públicos y Planificación, Gorosito se hizo presente con el propósito de exponer, en este caso, sobre las cuestiones financieras del proyecto.

Claro que la tarea del funcionario se tornó engorrosa, ya que, tal como adelantó este medio, el pliego de licitación del nuevo esquema de gestión y tratamiento de residuos no contiene números. Es decir, no estima valores ni proyecta montos a desembolsar por el servicio.

En ese contexto, la dinámica propuesta por el oficialismo fue evitar una exposición previa del funcionario y que directamente responda preguntas, pedidas previamente por escrito.

“¿Cuánto estamos gastando actualmente en el sistema de recolección de residuos?”, planteó Lorena Riesgo (FpV-PJ), argumentando que “dado que el pliego no contiene ningún tipo de parámetro económico, podríamos tomar como base ese monto, sumarle el desembolso en cooperativas y pensar en una suba porcentual que nos permita dimensionar cuánto nos va a salir este nuevo modelo”.

Gorosito informó que el abono actual a la cuestionada prestataria del servicio, Esur, es, “en promedio, de $80 millones mensuales”. Y agregó que “todo ajuste inflacionario desde septiembre de 2016 hasta la actualidad no está (pese a que) la empresa ha hecho los reclamos pertinentes”.

Sin valores

No conforme con la respuesta del titular de Hacienda, la concejal opositora en Cambiemos, Florencia Rollié, pidió “un número del costo estimado del servicio que se plantea en el pliego”.

“Todo número que pudiera decir sería cualquier cosa”, respondió el titular del área económica del Municipio, ya que, según consideró, “en un pliego tan complejo, tocás un punto del servicio y varía mucho el precio”.

Rollié le recordó que se trata del “gasto más importante que tiene el Municipio” y le preguntó cómo estaba confeccionando el Presupuesto del año próximo “sin tener parámetro alguno del porcentaje que se destinaría al gasto del servicio de tratamiento de residuos”.

“Voy a tomar el costo que tengo actualmente más un incremento basado en la determinación de precios del tiempo que pase (hasta que se adjudique el nuevo)”, detalló Gorosito.

Pero la edil díscola del oficialismo plantó bandera e insistió con la solicitud de una estimación del costo total del servicio planteado en el pliego.

“Depende de lo que ustedes trabajen en el proyecto”, se defendió el funcionario municipal, sosteniendo la postura oficial de que el deliberativo apruebe el pliego licitatorio sin números, la Comuna llame a compulsa de precios y adjudique el servicio, y los concejales debatan luego, sobre una prestación otorgada.

“El pliego establece bases y condiciones del servicio. El monto se discute en una etapa posterior, cuando el Concejo trate la licitación aprobada con los valores”, intentó cerrar el presidente del cuerpo, Fernando Ponce.

La intervención envalentonó a Gorosito, quien puso blanco sobre negro sobre las intenciones de la administración Garro. “El justiprecio lo elabora el Ejecutivo cuando va a licitar. Lo que se le está pidiendo al Concejo Deliberante es aprobación para tercerizar un servicio; se discute si están de acuerdo en cambiar de sistema o no”, espetó.

“¿Cómo voy a decidir si estoy de acuerdo o no si no tengo parámetro para saber si, como Municipio, voy a poder afrontar este cambio?”, estalló Riesgo.

Un esquema potencial

Con el debate empantanado en este punto y un ruidoso silencio por parte de la mayoría de los concejales, Rollié planteó otra cuestión, que ya había sido deslizada en reuniones anteriores. “Tampoco se puede cotizar un pliego repleto de potenciales”, indicó.

En efecto, muchos de los artículos del expediente propuesto por el Ejecutivo para licitar el nuevo esquema de gestión de residuos están redactados bajo el modo verbal que expresa a una acción como posible, como una condición que puede cumplirse o no. “Se harían”, “se instalarían”, “en caso de que se realice”, ejemplificó la edil.

El presidente de la comisión de Medio Ambiente, Gastón Crespo, agregó: “Lo mismo pasa con la contenerización en los cascos de los barrios, que está expresada como posible”.

Rollié sintetizó: “Si a este pliego le sacamos los potenciales, el servicio que queda es el mismo que hay hoy. Dudo que a eso podamos llamar modernización de la prestación. Para que eso suceda, el pliego debería exigir”.

Agotado, Gorosito recordó que la decisión de cuánto gastar en el servicio “es una decisión política, no técnica”, y se retiró excusándose de hablar con la prensa bajo el argumento de que está trabajando en el Presupuesto 2018.