Durante el año pasado atendieron más de 4.500 casos

Durante el año pasado atendieron más de 4.500 casos

Lucha contra las adicciones: Las consultas, en su mayoría, las realizan padres que buscan rehabilitar a sus hijos. El titular de la Secretaría de Abordaje Integral de las Adicciones, Martín Teruel, explicó a El Tribuno que durante todo el 2014 atendieron 4.541 casos de adicciones en las instituciones que ofrecen asistencia en la provincia.

"Las consultas son derivadas a los diferentes centros, dependiendo de la situación que atraviesa cada paciente", explicó.

En ese sentido, resulta importante destacar que se realiza un abordaje en casos de urgencia y los pacientes son derivados a instituciones para su rehabilitación.

Ante intoxicaciones y sobredosis, actúa el organismo interventor en el hospital, donde los pacientes son desintoxicados con vitaminas y medicamentos, promoviendo el descanso y la incorporación de alimentos. El proceso dura alrededor de siete días, dependiendo del estado de cada paciente.

Por otro lado existen intervenciones ambulatorias y centros de día, donde los tratamientos son más prolongados y duran algunos meses. El acompañamiento y contención de la familia resultan fundamentales para superar la adicción.

Los lugares de tratamiento gratuitos dependen de la Secretaría de Abordaje Integral de las Adicciones, ONG y centros de salud. Además, existen centros privados donde el procedimiento tiene un costo económico que, según muchos denuncian, es muy elevado.

Respecto a las consultas que se realizan en los centros especializados, Martín Teruel explicó que la "mayoría de los usuarios de drogas tienen lo que se denomina policonsumo, es decir, uso de más de dos sustancias". A pesar de eso, la mayor cantidad de consultas está focalizada en la pasta base, mejor conocida como "paco".

Teruel, además, informó que existe un elevado número de consultas sobre consumo problemático de alcohol, adicción que también es tratada en los dispositivos de la provincia.

Su lucha la viven día a día sin descanso

"Mi tarea es la de denunciar las bocas de expendio de droga. Lo hice miles de veces, pero los operativos policiales no son suficientes para erradicar la venta de pasta base", contó Susana González a El Tribuno. "Mi lucha no es solo por mi hijo, es por todos los jóvenes que están sumidos en el consumo de drogas", explicó.

Entristecida, contó a este diario que el grupo de mujeres que luchan contra el paco se encuentra dividido. "Muchas fueron subvencionadas por el Estado y parece que ahora les importa más lo monetario", dijo a este diario. Las divisiones las llevaron al estancamiento grupal. "Yo sigo denunciando, identificando las casas en las que venden droga. Esa tarea no la voy a abandonar nunca", recalcó. Dolida, por una situación que la toca en lo más profundo, aseguró que en Salta sí existen cocinas de droga. "No se necesita una gran estructura para elaborar droga. Acá se produce, por eso hay tanta venta, si no, ¿quién provee a los dealers? Hablo de lo que sé, de lo que investigué", sentenció.

Claudio lucha por su hijo

Claudio, el padre de un joven adicto al paco, inició una carrera contrarreloj para que sea rehabilitado. "Tocó fondo, pero no encuentro dónde ni quién lo ayude", aseguró este padre a El Tribuno.Son muchas las familias que se sienten perdidas y solas al afrontar un drama de esa magnitud. Claudio, en busca de un centro que le ofrezca la posibilidad de una internación residencial, dio con Fazenda de la Esperanza. Allí le pidieron $5.000 para el ingreso y $2.500 mensuales. El hombre, al conocer los pormenores de la rehabilitación, se sintió devastado. "Cuando me dijeron el precio fue como si me pegaran un tiro. Realmente no tengo esa plata. Me dijeron que sí o sí tengo que llevar algo de dinero", manifestó.

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