Ala dura del PRO cuestiona accionar de intendentes propios

Ala dura del PRO cuestiona accionar de intendentes propios

Las diferencias en el partido se profundizaron debido a la forma en la que gestionan los jefes municipales. Quiénes son los críticos y los sindicados de "colaborar al extremo".

La batalla contra el coronavirus generó ciertas coincidencias entre la Provincia y los intendentes de la oposición. Y tiene sentido. Todos entienden que la suerte común de gobernar los encuentra en la misma pelea. Sin embargo, son varios los dirigentes del ala dura del PRO que no están de acuerdo con cómo se vienen manejando los jefes municipales. Esto se discutió en la última reunión que mantuvo la María Eugenia Vidal junto a los legisladores de Juntos por el Cambio y allí la bajada de la exgobernadora fue clara: “Plantear diferencias pero sin medidas obstruccionistas”.

Más allá de que tanto los radicales como la Coalición Cívica ya mostraron su apoyo a las medidas tomadas desde el gobierno provincial en relación a la lucha contra el Covid-19, las diferencias en el PRO van quedando cada vez más a la vista bajo un marco inesperado.

Los dardos tienen dueños y destinatarios. Los apuntados de colaborar a fondo son Jorge Macri, en Vicente López; Néstor Grindetti, en Lanús; Héctor Gay, en Bahía Blanca; Julio Garro, en La Plata; Diego Valenzuela, en Tres de Febrero; y hasta Horacio Rodríguez Larreta, por fuera del área provincial.

Lo cierto es que a todos los une el hecho de ejercer el poder. Y las críticas vienen desde aquellos dirigentes nacionales que hoy no ocupan un lugar como Patricia Bullrich, Guillermo Dietrich y Miguel Ángel Pichetto y otros exfuncionarios de la Provincia. “Algunos piensan que hay que sacar rédito político en hacer ‘opocisionismo’ y estar arriba de los errores del Gobierno. Pero de a poco se van dando cuenta de que no solo pierden respuesta de la opinión pública sino también dentro de la propia fuerza”, asegura un diputado provincial.

Y la misma fuente agrega que “es un año en el que no hay elecciones. Hay esquemas de concejos deliberantes comprometidos y las cámaras también colaboran. En ese esquema aparecen algunos peleando por buscar un lugar desde un espacio medio refractario. Pero el liderazgo en las mesas dura muy poco si no hay una legitimidad detrás. Está claro que hubo un sisma interno. Pero hoy casi todos entendemos que el espíritu debe ser colaborativo y sin plantarse para burocratizar cuestiones políticas”.

Desde los municipios la respuesta es en la misma línea. “Necesitamos del gobierno provincial y de la nación y ellos también de nosotros. Esto no quiere decir que dejemos nuestras ideas de lado. Somos un mismo equipo político en el que hay diferencias y hacen el juego de plantar una agenda. Pero este momento solo es para sumar. La oposición se deja para otro momento”, dice un dirigente de un municipio del sur.

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