Duhalde al PJ, el plan de randazzistas y massistas si CFK pierde en octubre

Duhalde al PJ, el plan de randazzistas y massistas si CFK pierde en octubre

Los contactos entre Florencio Randazzo y Sergio Massa son un secreto a voces y ambos referentes del peronismo bonaerense solo esperan el momento indicado, probablemente post elecciones, para anunciar su alianza de cara al 2019, pero mientras tanto barajan opciones sobre cómo encarar la normalización del PJ ante una derrota de Unidad Ciudadana. Quien pica en punta para hacerse cargo de semejante tarea es el ex presidente Eduardo Duhalde.

De buenos vínculos con prácticamente todos los sectores que conforman el peronismo en la provincia, incluso sectores del núcleo duro del kirchnerismo, lo identifican como un dirigente confiable. Duhalde tiene probada experiencia como armador político y sobre todo como piloto de tormentas, porque se hizo cargo de la Argentina en plena crisis después del estallido social del 2001 y logró encaminar las cosas dentro de los marcos institucionales.

Además ha demostrado en los últimos años que le sienta más cómodo el papel de padrino político y referente peronista que el de protagonista de nuevos procesos y, por eso, desde el Frente Renovador como desde Cumplir lo ven como el indicado para hacerse cargo de un proceso de normalización, que incluiría el retorno de la CGT, de la mano de Hugo Moyano, y la integración de la central obrera con dirigentes díscolos como el gastronómico Luis Barrionuevo y las 62 organizaciones que respondían a Gerónimo Venegas.

El objetivo es atraer también a los peronistas que hoy reportan directamente a Cambiemos, como el caso de Eduardo Amadeo, un hombre del riñón mismo del duhaldismo, que podría aportar el conocimiento de las transformaciones del estado desarrolladas en los últimos dos años y por supuesto Emilio Monzó, titular de la Cámara baja nacional, relegado en los planes del macrismo para el futuro.

De esta manera, Massa y Randazzo tendrían un mayor margen para disputar la conducción política en términos electorales, mientras que la normalización a nivel partidaria la llevaría adelante el ex presidente que, por otro lado, ya venía sondeando esa posibilidad de la mano del intendente de José C Paz Mario Ishii y del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, con quienes estuvo a punto de cerrar un acuerdo para disputarle la interna al ex ministro.

En el entorno del también ex gobernador confían además en que los intendentes se acoplarán rápidamente al nuevo esquema si el peso numérico acompaña la refundación del PJ después de una derrota de Cristina Fernández de Kirchner en las generales de octubre.  En ese sentido, van a esperar primero los resultados para luego realizar un convite al kirchnerismo, pero siempre respetando las nuevas reglas de juego.

Si Unidad Ciudadana logra un triunfo, claramente este plan deberá esperar porque la ex presidenta será inmediatamente convertida en nueva referente del peronismo bonaerense y mal que le pese a los anti k, volvería a tener proyección nacional.

Por eso, la pregunta que se desprende de esta estrategia que comparten massistas y randazzistas es cuál es el papel que jugarán de cara a octubre, y no debería extrañar que pongan más esfuerzos en garantizar una derrota de la ex mandataria que en sumar para sus propios espacios, que en definitiva dejarían de existir en el marco de una reformulación pejotista.

En definitiva, Duhalde fue mentor de Roberto Lavagna, hoy enrolado en el Frente Renovador, de Julián Dominguez, cercano al randazzismo, y hasta de Aníbal Fernández, ex candidato a gobernador del kirchnerismo, que fue su Secretario General de la Presidencia, con lo que la agenda del ex presidente es lo suficientemente robusta como para rearmar al PJ prescindiendo de CFK.

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