"Fui ministro de Economía, quise ser presidente y la gente no me votó. Mi vida política está terminada", repite Roberto Lavagna, cada vez que le preguntan si tiene pensado volver a ser candidato en algunas elecciones.

La pregunta es recurrente porque no hay encuesta que no coloque entre los dirigentes de mejor imagen, un valor que en 2007 no le alcanzó para vencer a Cristina Kirchner, como recuerda con dolor.

Al ex ministro lo comprenden todos menos Eduardo Duhalde, encaprichado en promoverlo para alguna candidatura en 2019, cuando sueña con volver a controlar el PJ nacional y el de la provincia de Buenos Aires.

Duhalde la semana que pasó se volvió a mostrar con Vidal en un acto en La Plata. El nexo entre ambos es el ministro de Gobierno, Joaquín de la Torre. Ahora quiere que Barrionuevo intervenga el PJ bonaerense. 

El primer paso lo dio con la intervención del PJ nacionaldispuesta por la jueza María Servini de Cubría, que designó a Luis Barrionuevo al frente del partido en lugar de José Luis Gioja. 

Como explicó LPO, el ex presidente era el elegido pero como está enfrentado al camarista Santiago Corcuera, la magistrada optó por el sindicalista. Corcuera y Alberto Dalla Vía son los que definirán el destino de la intervención, luego que Gioja apelara su decisión.

Duhalde ya actúa como si el PJ fuera suyo y reunió a Alfredo Atanasof, Carlos Brown y Graciela Camaño para diagramar un plan de "modernización" y hasta intentó sin éxito llegar a Gioja, a través de un llamado al gobernador José Uñac. "Nosotros seguimos en el Frente Renovador", se escapó la jefa del bloque de diputados massistas.

Embalado, habla de un "PJ digital" para acercar a los más jóvenes y espera una intervención del PJ bonaerense dictada por Barrionuevo y así desplazar a su presidente, el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez.

Duhalde, que siempre mantuvo una línea abierta con Macri, volvió el viernes a compartir un acto con María Eugenia Vidal, esta vez para homenajear a Raúl Alfonsín. Su nexo es Joaquín de la Torre, ministro de Gobierno.

En Cambiemos siempre hay interés de multiplicar candidatos peronistas en la provincia, que faciliten un triunfo en 2019. De hecho, el diputado bonaerense, Federico Otermin, que como el ex presidente es de Lomas de Zamora, reveló en una entrevista con LPO que la intervención del PJ es parte de una maniobra de la Casa Rosada con ese objetivo.   

Tampoco es un secreto de Estado la maniobra. El propio Barrionuevo afirmó la semana pasada: "De acá sale la fórmula".

Claro que cualquier estrategia -incluso una funcional al Gobierno que busque restarle votos al peronismo- sería inconsistente sin figuras medianamente taquilleras. De ahí que Duhalde piense en Lavagna, que parece bastante consciente que si pisa el palito podría terminar ejerciendo un rol similar al que tuvo Florencia Randazzo en las elecciones del año pasado. Una elección deslucida, pero clave para dejar sin la marca PJ al peronismo opositor y sacando los puntos necesarios para que no gane.