Con dudas comenzó a funcionar la nueva cooperativa en la meseta

Con dudas comenzó a funcionar la nueva cooperativa en la meseta

El municipio aprobó el funcionamiento de otra organización para la planta de separación que funciona en el Centro Ambiental de Neuquén (CAN).La mayoría son mujeres que llevan años en el basural en busca de reciclables que puedan vender. Se quejan que los salarios que perciben son muy bajos.

“Desde los 5 años que trabajo en la basura. Yo voy a tratar de que esto funcione, aunque sea sólo por los 8.000 pesos que cobro”, dijo Claudia, una mujer de 35 años que se incorporó en julio a la cooperativa que desde hace casi una década está vinculada a la prestación de servicios de la municipalidad y que se encargó de reactivar la tarea de separación de secos en el Complejo Ambiental Neuquén (CAN).

Se integró a la cooperativa “Las Emprendedoras” porque “me cansé de sufrir allá arriba: en el verano con el calor, el sol y el viento y en el invierno con el frío y la lluvia: para levantar papel, aluminio, cobre, trapo, leña y todo lo que pueda servir”, dijo.

La cooperativa que nació con la planta se llamó “La Colonia” y fue dada de baja por la comuna tras una reyerta entre dos hombres que la integraban. El conflicto involucró una amenaza con un arma blanca.

De esa organización formaban parte algunos miembros de las más de 100 familias cuya actividad económica depende de lo que recolectan de papel, metales, vidrios y elementos de subsistencia en la zona de la meseta, en el sector de Nueva Esperanza, donde llegan a diario decenas de camionadas de basura.

Contentos y enojados

Mientras algunos de los que fueron incorporados están conformes con la reactivación de la actividad en la planta separadora de secos, otros -ex integrantes de la cooperativa original- mostraron su abierta disconformidad con el sistema de trabajo.

“Si la municipalidad nos hubiera dado un mes más o dos, esto hubiera funcionado”, criticó Jaqueline, una de las ex integrantes de la La Colonia. La joven aseguró que “estoy desde el día cero en el trabajo acá y ahora estamos con Las Emprendedoras, pero la anterior nos servía más: estamos sacando la basura desde afuera, tenemos la ropa de la anterior cooperativa y las cosas no funcionan bien. Mis expectativas son bajas”, dijo.

Jaqueline explicó que desde los 8 años que trabaja en la meseta y evaluó que si no obtienen mejoras en los próximos meses, se retirará del trabajo organizado.

Nuevos ingresos

A diferencia de Claudia y de Jaqueline, Paola se desempeñaba en el trabajo doméstico antes de ingresar a la planta separadora hace un año. Su preocupación se debe a que con el anterior sistema, cobraban unos 12.000 pesos y veían el dinero a diario, mientras que ahora esto se redujo a 8.000, aunque si pierden el presentismo serán 1.000 pesos menos.

“Firmamos el contrato y recién vamos a cumplir el mes, soy de Nueva Esperanza y había comenzado el año pasado con la anterior cooperativa, veremos cómo nos va. Si no mejora, me busco otro trabajo que me funcione mejor”, sostuvo.

Rubén es del grupo de varones y también piensa que se encontraba mejor con la anterior conformación, la que el municipio dio de baja. “No nos dieron la oportunidad de ver cómo funcionaba con la nueva comisión, comencé el año pasado y desde hace cuatro años que trabajo en el basural, antes era de Cipolletti y trabajaba en la construcción, con la escasez de laburo, no hay otra”, señaló.

Claudia quiso apostar a lo contrario, ya que con 30 años trabajando en el basural le indica que “esto es más cómodo, se gana menos, pero se trabaja más tranquila, con horario y yo quiero cambiar de vida”.

En números

10.000 kilogramos de cartón prensado fue el primer cargamento que se vendió tras la reactivación de la planta.

Cómo funciona El centro de separación

- No es reciclaje, se trata de una planta que separa los elementos secos para la venta.

- La planta separadora recibe los camiones con cargamento de secos que llegan al galpón, donde se dividen en cartones, plástico y otros elementos que luego son vendidos.

- Los residuos húmeros son depositados en las cavas ubicadas en las inmediaciones de la meseta, que tras ser tapadas, generara gas que se utiliza para generar la energía que consume la iluminación del predio.

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