D’Onofrio finalmente habló sobre La Calera y dejó en evidencia el gran vacío que hay en los controles a intendentes del interior

Ayer, a casi un mes de que se dio a conocer la polémica autodonación de un terreno que llevó a cabo la senadora Mabel Leyes, el ministro de Gobierno, Eduardo D’Onofrio, finalmente rompió el silencio y habló sobre el tema. Lo primero que hizo el ministro, fue recordar que la herramienta administrativa que tienen los intendentes comisionados son las ordenanzas que deben ser elevadas al programa Asuntos Municipales, para luego pasar a la comisión Bicameral de la Legislatura. Por ende, la postura del Gobierno parece ser que, como Leyes utilizó una resolución en vez de una ordenanza, el hecho nunca ocurrió.

“Yo no tenía nada para decir, y no tengo mucho para decir, porque nunca se presentó una ordenanza. En su momento, lo que se hizo, que se equivocó en el instrumento, es una resolución, que es algo interno a cada municipio, no pasa por Asuntos Municipales. Nunca tuvo valor, nunca tuvo significancia lo que hizo”, dijo D’Onofrio, quien aseguró: “Nosotros somos el primer filtro”. 

Desafortunadamente, quedó más que claro que por este “primer filtro” tranquilamente se puede escapar cualquier resolución municipal, por más alejada de la ley que esté. Cuando este medio le preguntó si considera preocupante que nadie controle las resoluciones municipales, D’Onofrio aseguró que la cuestión “no tiene que ver con el control”, sino “con las características del instrumento administrativo”, tratando de volver al tema de las ordenanzas. 

Además, aseguró que están trabajando con el Tribunal de Cuentas “para que las presentaciones que hagan los municipios estén correctas”, y que cada vez se está avanzando “un poco en emprolijar a cada una de las intendencias”. 

Al planteársele que sus declaraciones dan la clara impresión de que efectivamente no hay control de las resoluciones municipales, y que si no fuera por la prensa este serio acto de corrupción nunca se hubiera conocido, el ministro se mantuvo firme en su postura y respondió: “Esa puede ser tu impresión. Mi impresión es que si no era por la prensa, esto no iba a saltar porque no tenía valor. En algún momento, la ex intendenta iba a tener que explicar en concepto de qué está en ese terreno y mostrar la documentación correspondiente. Ahí sí va a saltar”. 

Justamente, esta falta de control le permitió a Leyes realizar esa autodonación en su favor y también construir su vivienda en dicho lugar, por más que según el ministro la resolución carezca de valor legal.

Lo de Leyes no será un crimen para el Gobierno por el hecho de que las resoluciones municipales no tienen valor legal a la hora de donar un terreno municipal, pero claramente estamos ante uno en lo que respecta a construir una vivienda sobre un terreno que no es propio. Desafortunadamente, D’Onofrio se lavó las manos de este tema y le pasó la papa caliente al actual intendente de La Calera, Diego Lorenzetti. “Le hemos dado todo nuestro apoyo y colaboración para él pueda escriturar esos terrenos a nombre del municipio”, dijo el ministro.

Otro tema que saltó a raíz de lo de Leyes fue que el Estado construyó viviendas sociales sobre terrenos que no estaban escriturados a nombre del Gobierno o del municipio. La senadora claramente dijo, mediante un comunicado de prensa, que ella inició la prescripción administrativa de estos terrenos, la cual “hoy está en proceso de escrituración”. De todos modos, parece que al Gobierno le alcanza con simplemente haber iniciado el trámite de escrituración,sin incurrir en ninguna ilegalidad. 

“Cuando el trámite ya está encaminado, porque ya estaba en la bicameral caminando la prescripción administrativa, firmamos para que se construya. Hoy en día no se construyen barrios de la provincia que no tengamos asegurado el terreno. Primero tenemos que saber que no vamos a tener litigios sobre este terreno”, dijo al respecto D’Onofrio, quien, cabe destacar, respondió todas las preguntas de este medio con total calma y buena educación.

“Creo que la ex intendenta dio sus explicaciones y creo que todos los que estamos en la función pública sabemos perfectamente que se no debe hacer un instrumento administrativo donde uno mismo esté involucrado. Está el gusto y está lo que es correcto y lo que no es correcto”, fueron las palabras finales del ministro de Gobierno. Las únicas de su parte que expresaron, aunque sea mínimamente, que para él está mal lo que hizo Leyes.

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