Domínguez y Zamora juntos, otra dupla pensando en 2015

La grilla de precandidatos a presidente del Frente para la Victoria comienza a poblarse a más de un año de las elecciones de 2015. Daniel Scioli ya se lanzó como upgrade del kirchnerismo, una especie de continuidad con cambio. Sergio Urribarri también se postula como kirchnerismo ortodoxo.
A estas versiones FpV se sumó ayer una concertación plural recargada de la mano del peronista Julián Domínguez y el radical Julio Zamora, dos de las máximas autoridades institucionales del país y piezas clave de la línea sucesoria, detrás de Amado Boudou.

El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación no hizo referencia alguna a 2015 en su visita de ayer a Santiago del Estero. Ni siquiera se presenta públicamente como candidato. Sin embargo, la postulación ya está instalada en el círculo rojo del peronismo. El próximo mes lanzará el Grupo San Martín, un colectivo de políticos, economistas, intelectuales y técnicos que afianzarán su campaña de baja intensidad de cara a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias que la Casa Rosada prepara para definir al sucesor de Cristina de Kirchner.

Ninguna de las ofertas del kirchnerismo, por ahora expresadas en Scioli y Urribarri, apunta a reflotar la Concertación Plural lanzada por Néstor Kirchner en 2005. Ese experimento blindó el triunfo de la Presidente dos años más tarde junto con los entonces gobernadores del radicalismo K: Julio Cobos, el santiagueño Zamora, el entonces gobernador de Catamarca, Eduardo Brizuela del Moral, el exmandatario de Río Negro Miguel Saiz y el correntino Arturo Colombi, reemplazado en la gobernación por su primo Ricardo.

De ese pelotón de radicales kirchneristas sólo Zamora sobrevivió como oficialista. Por un fallo de la Corte Suprema de Justicia, debió bajar el año pasado su candidatura a gobernador luego de dos períodos consecutivos en el poder. Sin embargo, resolvió el conflicto institucional de manera pragmática y sin internas. Postuló en su lugar a su esposa, Claudia Ledesma Abdala, y conservó el control de la provincia con más del 63% de los votos. Zamora asumió como senador nacional, y la Casa Rosada, vía Carlos Zannini, premió su lealtad con la presidencia provisional del Senado, el tercer escalón de la línea sucesoria. La desplazada fue la tucumana peronista Beatriz Rojkés de Alperovich, un movimiento de piezas que sacudió al peronismo senatorial y motivó la presencia de Jorge Capitanich en una reunión en el bloque de Miguel Pichetto en la Cámara alta para asfixiar un foco de insurrección de los legisladores del PJ.

El antecedente Cobos espanta a un sector del peronismo. Sin embargo, fueron Néstor y Cristina de Kirchner quienes primero percibieron el riesgo de ser secundados por peronistas en la fórmula presidencial luego de otra experiencia traumática, la de Fernando de la Rúa y Carlos Chacho Álvarez. Más allá de las especulaciones en torno a Zamora, el exgobernador de Santiago del Estero asoma como uno de los principales garantes de gobernabilidad hasta 2015. Sin quórum propio en Diputados, el FpV depende de los siete diputados del Frente Cívico por Santiago para aprobar todas las iniciativas del Gobierno nacional.

"Santiago del Estero expresa la expectativa de crecimiento de los próximos años. Esta provincia decidió avanzar con una agenda propia. La concertación política representada en su dirigencia permitió que los santiagueños tengan su mirada puesta hacia el futuro", fue el coqueteo de Domínguez ayer en Santiago del Estero junto con Zamora. Con línea directa en El Vaticano, organizador de la visita de Juan Pablo II en 1982 junto con Juan Carr, de Red Solidaria, y exmovilizado al Atlántico Sur durante la Guerra de Malvinas, Domínguez está reflotando a muchos dirigentes que lo acompañaron cuando fue presidente del Instituto Nacional de la Juventud Peronista.

También cuenta con el apoyo de la Corriente Agraria Nacional y Popular (CANPO) y con diálogo directo con la Mesa de Enlace, entidad que pacificó como ministro de Agricultura y Ganadería en plena batalla del kirchnerismo con el campo por las retenciones móviles. Su principal déficit, más allá de su natal Chacabuco, está en una endeble estructura territorial, aunque cuenta con el aval de intendentes del PJ del interior del país, como Gustavo Cocconi, de Tapalque; el vecinalista Marcelo Skanzi, de Carmen de Patagones; Francisco , de Florentino Ameghino; Trankels, de Tornquist; y José María Medina, de Arenales.

Ayer, junto con Zamora, la diputada peronista Norma Abdala de Matarazzo y el vicegobernador de la provincia, José Neder, reflotó tangencialmente su proyecto para mudar la Capital Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a la capital santiagueña.

"Un 33 por ciento de la población argentina está concentrada en la región metropolitana. Este modelo de organización del Estado no está en condiciones de generar oportunidades para las nuevas generaciones. En cambio, el norte argentino cuenta con 6 millones de hectáreas que pueden ser integradas al sistema productivo nacional, y que nos permitirá elevar de 100 millones de toneladas de cereales y oleaginosas que producimos a 160 millones, explicó Domínguez.

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