Dólar futuro: Cristina no contestó preguntas y sólo entregó un escrito político

Dólar futuro: Cristina no contestó preguntas y sólo entregó un escrito político

La ex presidenta se presentó ayer a su primera indagatoria como sospechosa. No respondió dudas de Bonadio sobre el millonario quebranto del Banco Central. Se comparó con Perón.

Tras cuatro meses de ostracismo, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner recuperó ayer protagonismo político paradójicamente en un momento aciago, su primera declaración indagatoria ante la Justicia, es decir como acusada de haber cometido un delito. La saliente mandataria dijo ante el juez Claudio Bonadio ser víctima de una persecución política y su respuesta fue acorde a esa percepción, un contraataque político, quizás por peores expedientes judiciales que la acechan y que también la tienen como imputada pero por delitos más graves.  Tras negarse a responder preguntas ante el juez por la venta de dólares a futuro al final de su mandato, lo que según la acusación generó un quebranto multimillonario del Banco Central, lo primero que hizo la ex presidenta fue ir a un improvisado atril sobre la Avenida Comodoro Py para dirigirse a una multitud durante más tiempo del que pasó en el tribunal que la quiso interrogar.

En cambio, lo primero que hizo su flamante abogado defensor, Carlos Alberto Beraldi, presentado en la causa minutos antes de la audiencia, fue enfilar unos diez metros para el juzgado a cargo de Sergio Torres. Allí había quedado radicada más temprano una denuncia contra el nuevo presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, responsabilizándolo por las decisiones de la anterior administración a raíz de los ajustes en el tipo de cambio de la divisa norteamericana. El otro denunciado es Bonadio.

Beraldi pidió en ese flamante expediente ser tenido como parte querellante en nombre de la viuda de Kirchner. La denuncia la habían presentado ocho diputados kirchneristas liderados por el actual presidente del bloque del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, junto con otras “espadas” judiciales que responden a la ex presidenta. ¿El argumento? Nosotros no queríamos devaluar, ellos sí lo hicieron. Eso habían dicho en la causa en los últimos días el ex ministro de Economía Axel Kicillof y el ex presidente del Banco Central Alejandro Vanoli.

El contraataque de la ex presidenta -temido en algunos despachos oficiales por la repercusión de su paso por los tribunales- incluyó un fuerte cuestionamiento a Bonadio, a quien recusó para que sea apartado del caso. Beraldi ya había logrado la recusación de este magistrado el año pasado en otra causa más sensible para ella, la que investiga presuntas maniobras de lavado de dinero con los hoteles familiares, conocida como Hotesur, y en la que ese abogado representaba a su sobrina política Romina Mercado. Pero Bonadio fue ratificado anteayer en el expediente de “dólar a futuro” por sus superiores de la Cámara Federal ante otra recusación del ex director del Central Pedro Biscay.

En un típico razonamiento kirchnerista, luego de que se le leyeran los cargos y las pruebas, Fernández de Kirchner dijo creer que se la acusaba de asociación ilícita, dio por hecho que se la procesaría por ello y que por esa razón iría presa como el fundador del Partido Justicialista, Juan Domingo Perón, en 1945. Hasta citó un fallo de la Corte Suprema posterior al golpe de la Revolución Libertadora de 1955 en una causa sobre “bienes mal habidos”.  La acusación de Bonadio, de pasado político en el gobierno de Carlos Menem y presunta simpatía con “la derecha peronista”, no habla de asociación ilícita, aunque se le parece. Se le endilga a la ex presidenta “formar parte de un grupo de funcionarios (...) que de manera sistemática, concertada y organizada llevaron a cabo diversas acciones (...) conducentes a que el Banco Central concrete operaciones en el mercado de dólar futuro en condiciones dañosas para el erario público (...) que provocaron cuantiosas pérdidas para el Estado Nacional”.

Las pérdidas, según la acusación y la denuncia de, entre otros, el actual ministro Alfonso Prat-Gay, son multimillonarias, tanto como las cifras que se manejan en los casos de lavado de dinero en los quedó imputada la ex presidenta.

Cristina Fernández llegó puntual a Comodoro Py en medio de un fuerte operativo de seguridad y una multitudinaria movilización que provocaron un caos en el tráfico del centro porteño.  Tras negarse a responder preguntas y cuestionar al juez (lo acusó de incompetente técnica y profesionalmente, parcial, arbitrario, de dictar resoluciones contra la ley y hasta de tener “aversión política” hacia ella) presentó un escrito a modo de defensa y el otro con la recusación. Tras el previsible rechazo del magistrado, Beraldi podrá apelar para que nuevamente la sala II de la Cámara del fuero deba decidir si sigue en la causa. Anteayer le pidieron un mejor trato con los imputados.

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