Un día como hoy, hace 40 años, nos dejaba físicamente el hombre que supo ganar el corazón del pueblo trabajador, Juan Domingo Perón pasaba a la inmortalidad y nos dejaba la enorme responsabilidad de defender sus banderas.  

Su partida posibilitó que muchos de sus enemigos (que son los mismos del pueblo) se animaran a intentar desaparecer lo que Perón había significado, borrar su gran obra. Hoy podemos decir, mientras lo recordamos, que hemos triunfado y el movimiento nacional justicialista sigue trascendiendo las diferentes generaciones, ganándose el amor de los más humildes.  

Los años de Perón dejaron conquistas y derechos que hasta ese entonces el pueblo reclamaba sin encontrar quien escuche su voz. Con el peronismo empezó a existir la plena ocupación y los salarios altos, comenzó la producción de bienes y se nacionalizaron sectores estratégicos como puertos, teléfonos, gas, servicios públicos, entre otras cosas. Se levantaron 76.230 obras públicas, dando prioridad al tan olvidado interior de nuestro país. Se logró la inauguración y puesta en marcha de centrales hidroeléctricas, plantas siderúrgicas, diques, gasoductos, refinerías de petróleo y usinas eléctricas. Se nacionalizaron los depósitos bancarios orientando el crédito hacia la mediana y pequeña industria.  

En lo social el gobierno peronista construyó 8.000 escuelas,  reduciendo el analfabetismo al 3% en todo el país. Construyó 500.000 viviendas y dignificó a todos los trabajadores mediante contratos de trabajo, leyes de previsión social, jubilaciones y pensiones, cooperativas y escuelas técnicas. Se crearon los tribunales de trabajo. Se logró la construcción y mantenimiento de hogares escuela, ciudad infantil, ciudad estudiantil, hogares para ancianos, hogares de tránsito para empleadas, hospitales, clínicas y policlínicos para el común de la gente, vacaciones pagas, turismo infantil y colonias de vacaciones para los mas chicos. Se instauraron los derechos sociales del trabajador, de la ancianidad, de la niñez y del peón de campo.  

Con el peronismo apareció la central única de trabajadores (C.G.T.). Se otorgó el derecho del voto femenino, hasta entonces la mitad de la población no votaba por el sólo hecho de ser mujeres.  

Los logros fueron muchos y trascendentes, su defensa se hizo necesaria y fundamental. Algunas batallas se perdieron, pero la trascendencia histórica que Perón ha tenido sobre todos nosotros ha permitido que incluso aquellas banderas que en algún momento fueron derribadas, luego volvieran a levantarse con más vigor y vigencia. Hace 40 años nos dejaba el hombre que supo poner al pueblo en el lugar que le correspondía, que le otorgó el espacio que merecía y lo valorizó dándole herramientas y derechos para que pudiera defenderse. Cada vez que alguien lucha para que en la Argentina exista Justicia Social, Soberanía Política e Independencia Económica es una clara muestra de que Perón está presente más que nunca entre nosotros y por eso podemos afirmar que la llama no se apagó.