Los docentes, al límite: “Es imposible dar clases”

Los docentes, al límite: “Es imposible dar clases”

El video de la profesora que “explotó” e insultó a sus alumnos despertó el debate. Sus colegas cuentan las dificultades que tienen hoy para enseñar en las aulas mendocinas.

Como era de esperar, el video de la profesora del Departamento de Aplicación Docente (DAD) “sacada” en el aula frente a sus alumnos generó gran repercusión en la provincia e incluso a nivel nacional, con algunas críticas a su actitud pero también gran cantidad de apoyos entre sus colegas docentes y hasta de padres de alumnos.

Es que todos coinciden en que el comportamiento de los adolescentes en los colegios dista de lo ideal y en muchos casos, dictar una clase se vuelve una “misión imposible”. Los Andes consultó con profesores secundarios para reflejar cómo viven su tarea diaria en este contexto.

 

María es docente de Lengua en dos escuelas públicas de Guaymallén, donde la falta de respeto a las autoridades está a la orden del día. “Los chicos tienen como costumbre tirar algún elemento de plástico en la estufa para perder clases. Como empieza a salir humo negro, tosen, dicen que les duele la cabeza y hay que salir”, comenzó a narrar.

“El otro día me puse firme y dije que íbamos a abrir las ventanas pero que la clase continuaba adentro del curso y enseguida me empezaron a insultar de tal forma que no se puede repetir”, continuó. 

Situaciones como esta se repiten constantemente y ella dice que está tristemente acostumbrada a la frase “cuidate el auto” que le propinan en forma de amenaza “Hay un gran nivel de agresión que vivimos sobre todo las mujeres”, remarcó María.

Los celulares y las computadoras son otro problema frecuente con el que la docente se encuentra: “Están todo el tiempo con el Whatsapp y si les pedís que saquen la computadora para una tarea dicen que no la tienen, que se les quedó sin batería. Ahora, apenas tienen un minuto libre la sacan para abrir el Facebook”, aseguró. “Así es imposible dar clases”, resumió.

Con notable molestia, manifestó que está cansada de este panorama: “Es un desgaste todo el tiempo, no podés dar clases, estás todo el tiempo luchando contra esas cosas. Se paran y se roban entre ellos, tiran los bancos, se pelean, insultan. No te queda un minuto para explicarles nada”.

Lo peor para ella es que este ambiente desagradable lo generan tres o cuatro alumnos que le quitan a ella el derecho de enseñar y a los demás compañeros el de aprender. “Hay dos opciones: o te volvés loca o te importa tres pepinos y que no aprenda ninguno”, cerró.

Por su parte, Lucía, profesora de Informática en una secundaria de Godoy Cruz, relató un conflicto que tuvo con la madre de un alumno luego de que ella lo sancionara por decirle malas palabras.

“Me empezó a gritar y labramos un acta. Cuando volví a las dos semanas vi que arriba del acta le habían pegado una hoja en blanco. Me dijeron que fue un error, pero algo raro pasó porque el chico sigue entrando y saliendo cuando quiere”, expuso.

Ella también hizo hincapié en la imposibilidad de dar clases. “Perdemos media hora hasta que el alumno se quede quieto y hay que estarles diciendo todo el tiempo: ‘no grite’, ‘no hable’, ‘siéntese’, ‘acomódese la ropa’, ‘no se pinte’ y hasta ‘no se depile’ a las chicas”, enumeró indignada. Según su visión, el rol de los educadores ha mutado y en vez de ir a dar clases van a educarlos en lo más básico. “La situación está muy complicada y lo peor es que no tenemos el apoyo de los directivos”, se lamentó.

 

Al borde del colapso

Aunque lleva pocos años en la docencia, Daniela tiene experiencia en dos tipos de escuelas: una rural de Maipú y una privada de Capital. “En ambas los chicos son súper bulliciosos, hablan todo el tiempo y no te escuchan, pero en la rural cuando vos les pedís que se callen lo hacen”, diferenció.

En la escuela del Centro ella reconoce que hasta ha llegado a desbordarse: “Uno puede aguantar y aguantar, pero llega un momento de desesperación, un límite en el que ya te cansan y empezás a gritar como una loca”, señaló. Para ella, la falta de respeto es continua pero lo peor es la dejadez, la poca importancia que le dan al proceso de educación. “Si los ponés a hacer tarea, del 100% del curso un 5% la va a hacer; al resto lo vas a tener deambulando por ahí”, detalló.

En tanto que Gonzalo, docente en varias secundarias, se refirió a la situación en general: “El ambiente es terrible y estresante. Muchos profesores están desbordados”, indicó. Él también recordó un caso similar al que vivió la educadora del DAD: “Hace un par de años insultaron a una docente para que reaccionara, ella contestó y los pibes la grabaron. Fue una alumna que insultaba y golpeaba constantemente a otros compañeros”, comentó. 

También contó que unas semanas atrás, en el turno noche de una escuela de Maipú, un alumno tomó la cabeza de una profesora que estaba sentada en un escritorio y le apoyó los genitales.

“En algunas escuelas los docentes no pueden dejar sus pertenencias en el escritorio porque los chicos les roban el celular o la billetera. Los supervisores apañan y ocultan estas cosas y siguen superpoblando las aulas y apretando para que los alumnos aprueben todos”, destacó. Para él, los educadores más dedicados y responsables son los que más sufren: “Hay gente que por cansancio ya ni intenta dar clases porque no se puede”, deslizó.

 

La visión de especialistas

Con respecto al video de la docente del DAD, el psicopedagogo Alejandro Castro Santander fue crítico con la reacción de la profesora: “No se puede justificar su actuación; de hecho ella misma lo debe tener claro, fue un desborde porque estaba cansada. Es evidente que es una profesora que se preocupa porque hay otros que son indiferentes y eso no les habría ocurrido”. De todas maneras, para él la docente no se debería haber puesto a la altura de los alumnos.

Según su visión, este tema inevitablemente llama a la reflexión. “Cuando hablamos de conflictos por violencia hay que pensar las relaciones entre los alumnos, profesores, padres y directivos y desde lo educativo deberíamos tener una conducta preventiva. No estamos tomando el problema, estamos atajando los penales”, aseguró el experto en violencia escolar.

Entre las medidas que deberían llevarse adelante, incluyó legislar al respecto, darle prioridad a lo educativo, trabajar con la familia y en la capacitación docente. “Sobre todo en este punto, para hacerles saber a los docentes en formación que la profesión ha cambiado, que los chicos han cambiado y que ya no se sientan en un curso a escuchar, porque tienen que saber con lo que se van a enfrentar”, apuntó. 

Sin referirse directamente al caso de la profesora “sacada”, la psicopedagoga Nancy Caballero reconoció que la enseñanza hoy se ha complicado.

“Por un lado, porque hay un tema motivacional en el medio y para eso tenemos que utilizar todas las herramientas que el chico conoce, que le gusta, toda la tecnología existente. Pero por el otro, también hay una realidad que indica que el aprendizaje implica un esfuerzo y un desafío”, detalló.

Sobre este último punto remarcó que los chicos están realmente pasivos y les cuesta ser protagonistas. “Pero la pregunta de qué fue lo que pasó es para los adultos, que evidentemente en estos últimos años hemos subestimado a los chicos y sus capacidades. Diciendo, por ejemplo, que el chico es ‘pobrecito’ y no puede, pero hay que entender que hay cosas que cuestan pero las tiene que hacer igual”, cerró la experta con una invitación a la reflexión: “Les pido a los adultos que repensemos la educación confiando en las capacidades de los chicos”.

 

La profesora sigue frente al aula

Consultada sobre el caso de la docente que “explotó” en el DAD y fue filmada por los alumnos, la directora de la institución, Mariana Barroso, comentó que las autoridades continúan analizando la situación y que la profesora siguen dando clases.

“Nosotros hemos actuado como nos corresponde en el marco de la institución en la que estamos, que es la UNCuyo. Se está investigando y analizando la situación”, explicó.

“Mientras la situación se resuelva la docente sigue trabajando, ella tiene todo el derecho a continuar con su actividad hasta que se tome la decisión”, remarcó, y dijo que se decidió que la docente sea acompañada por una asesora pedagógica en el dictado de clases con el grupo que grabó el video. 

Según la directora, es un tema que los ha motivado a abrir la reflexión: “Lo estamos abordando con los alumnos, con los papás, con el equipo de docentes y estamos haciendo un análisis profundo de la situación porque amerita hacerlo”.

En tanto, desde Fadiunc, gremio que nuclea a los docentes de la UNCuyo, le dieron su apoyo a la docente. “Con mucha cautela hemos estado tomando nota sobre el tema y vamos a investigar a fondo. Hay que ver de cerca cómo ha sido la situación de la profesora, si fue un pico de estrés o puede haber estado en una situación límite”, expuso el secretario general de Fadiunc, Mario García, quien subrayó que las puertas del gremio están abiertas para ayudarla y evacuar todas las dudas, tanto de ella como de otros docentes que pueden vivir realidades similares.

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