Un docente de la UNSL, destacado por su trabajo sobre paneles solares

Un docente de la UNSL, destacado por su trabajo sobre paneles solares

Carlos López junto a especialistas de España y Francia analizaron materiales que pueden ser usados para obtener un mejor rendimiento de las placas y así obtener más energía.

 

Pensaron, investigaron y probaron. Un grupo de científicos de Argentina, España y Francia realizó un estudio para analizar en su estructura un material específico que puede mejorar sustancialmente el rendimiento de los paneles solares. En otras palabras, que con la misma luz se obtenga más energía.

Luego, los especialistas redactaron las características y las conclusiones de la pesquisa y una revista de divulgación científica (que realizó un exhaustivo análisis) publicó el estudio. Esto, en sí, revistió un reconocimiento enorme en la comunidad científica.

El argentino en cuestión, es un docente de la Universidad Nacional de San Luis, Carlos Alberto López, quien además es investigador del Instituto de Investigación en Tecnología Química (Intequi), que depende del Conicet.

López recibió a El Diario de la República en su oficina, en el edificio que la UNSL tiene en Lavalle entre Mitre y Chacabuco, más conocido como  “El Barco”.

Trabaja en un pequeño espacio de no más de 10 metros cuadrados que tiene más pinta de boticario que de laboratorio. El contexto poco importa, allí piensa y los hace de una manera tal que le abre las puertas del mundo.

Habla pausado, tranquilo. Estudió en San Luis, reconoce que debe todo su proceso formativo a la UNSL a la que ingresó en el año 2001, cuando llegó de General Alvear, Mendoza para estudiar Química.

Tiene 36 años, dos hijos, Camila de 13 y Lucas de 10. Está casado y en su familia es el primer universitario en graduarse. Al parecer tomó esta posta y lo llevó al extremo: se recibió, hizo un doctorado en Química (la tesis fue premiada) y sus conocimientos lo llevaron a un mundo que parece salido de las películas, el de los laboratorios, en España o Francia.

En uno de estos viajes de formación, estuvo tres meses, participó de una investigación que fue un éxito rotundo y que les valió que la revista “Inorganic Chemistry” diera cuenta de ello.

Con la misma paciencia que imprime a su trabajo intenta explicar y ayuda a desenmarañar postulados como “López y sus colegas descifraron la estructura cristalina de la perovskita MAPbBr3 y en particular su componente orgánico mediante técnicas de difracción con equipos sofisticados: el sincrotrón ALBA que está en Barcelona, España, y el de neutrones en el Instituto Laue-Langevin en Grenoble, Francia”, como lo expone el Instituto Leloir.

 “El trabajo comenzó en España, en los meses de diciembre, enero y febrero del año pasado”, adelantó el docente y remarcó: “Allí trabajamos con materiales que han comenzado desarrollarse los últimos dos años y se los ha investigado mucho porque tienen propiedades muy sobresalientes sobre los que ya se venían trabajando para celdas solares, para funcionar en estas celdas, estos materiales elevaban mucho su eficiencia. Llegarían a un 21 por ciento si es que se arman dispositivos a gran escala pero hasta hora se probaron en laboratorios”.

“Se realizó un estudio más estructural, en cómo era la organización de los átomos dentro de lo que se llama un celda cristalina y es interesante porque este material es un híbrido entre uno orgánico y uno inorgánico”, detalló.

Dio también otra propiedad del material. “Es desarrollado en laboratorio, lo que tiene en su parte orgánica es una molécula muy sencilla que tiene carbono e hidrógeno lo que los determina como orgánico, pero no porque directamente esté extraído de un material vivo. En su construcción más interna tienen un principio orgánico. Esto está dentro de una estructura inorgánica de plomo y bromo. Lo llamativo es que esa estructura está girando, deslocalizada de los sitios que ocupa. En un tiempo ocupa una posición, en otro, otra. Está como si estuviera girando. Todo a nivel atómico”, detalló.

“En España utilizamos la difracción. Es una técnica en la que se hace interaccionar una luz con el material y debido a que tiene un orden cristalino, los átomos están ordenados de manera tal que genera un patrón de luces. Se analiza este patrón matemáticamente y se puede deducir como era la estructura y cómo están ordenados los átomos, para determinar cómo es la estructura microscópica del material. Esto se hizo usando dos tipo de luces, una de neutrones (el experimento se hizo en Francia) y la otra de sincrotrones (se efectuó en España). Al ser diferentes tipos de luces nos devuelven información diferente de los materiales”, especificó.

De acuerdo a lo informado por López no era el fin de someterlo a pruebas simulando la luz solar, sino conocer cómo era su estructura. “Con una luz observábamos muy bien la parte inorgánica con la otra, la parte orgánica”, detalló.

“Pudimos encontrar —explicó— cómo era el desorden de la parte orgánica, pero encontramos que este desorden no se daba al azar, sino que se ubican las moléculas en un determinado tiempo en una posición y otro en otra. Es sistemático, es un tiempo brevísimo que no se puede dimensionar por lo corto que es”.

López relató que todo el trabajo se basó en el análisis de materiales. Y que si bien  había estudios previos, no había trabajos acerca de cómo  se iban a usar en celdas solares. "Lo novedoso es que lo analizamos en forma de polvo molido que es como estaría dispuesto en una hipotética celda solar. Esto era la fundamental. Hasta el momento todo es académico y ahora depende de la parte e ingeniería o de los técnicos para construir un dispositivo con este material", dijo.

 El paso siguiente fue que en un instituto de nanotecnología se ocuparon de medir las propiedades de este material en una hipotética celda, es decir su respuesta con la iluminación de sol, con las diferentes intensidades. Así se obtuvieron los porcentajes o rendimientos del "nuevo" material.

Sobre su experiencia en Europa explicó que las primeras veces  fue asombroso. "No se toma dimensión de donde está, principalmente en el de neutrones, se sacan de un reactor nuclear, se mide al lado de un reactor. Todo está encerrado en un domo que está presurizado, realmente es impresionante, tiene mucho de película" relató.

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