“A mí me tocó infectarme a través del consumo del agua mal llamada potable, porque es un agua súper contaminada, eso me trajo serios problemas de salud en el intestino y en el hígado. Adquirí un virus muy agresivo que ahora lo estoy combatiendo a través de antibióticos, ayer (por el sábado) me dieron el alta, del centro de salud donde estuve internado”, manifestó Bravo.

Además, el docente sostiene que hay una falta de control en todo lo referido a los productos alimenticios que se venden en los comercios de esta localidad. “Todo lo que uno consume está en mal estado, no hay controles, hay lácteos, pastas vencidas y productos con fechas de vencimientos adulteradas”, denunció.

En diálogo con El Ancasti, Bravo contó que el día que le dieron el alta en el hospital de Icaño, pasó por un comercio donde compró varios productos, entre esos pan francés. “Corto un pedazo de pan y tenía una cucaracha muerta adentro”, manifestó molesto.

Según lo comentado por el profesor son muchas las personas que sufren este tipo de enfermedades, pero que no se animan a hacer pública la denuncia por los miedo.

“Hago esto porque no quiero que caiga algún niño enfermo por este motivo. Soy docente y ellos en su ignorancia de niños pueden hacer ingestas de algún yogurt, leche o algo vencido o en mal estado. A mi no me pasó nada, pero puede ser fatal para un niño”, dijo con preocupación.

Sistema sanitario deficiente

Juan Bravo, también hizo referencia al sistema de salud con el que cuentan Icaño. Manifestó que se tuvo que hacer cargo de los antibióticos que le recetaron los médicos para combatir la infección. 

También afirmó que “estuve 4 días internado acá en el pueblo, porque no había como trasladarme a la capital, porque me tendría q haber visto un infectólogo,  pero no funcionaba la ambulancia, no tenia nafta y las cubiertas están gastadas. Lo mío no era grave, pero si hubiera una emergencia, el paciente se muere en el hospital porque no tendrían cómo trasladarlo”, dijo con preocupación.