El Senado retomó el debate por la Reforma Electoral que propone el Poder Ejecutivo el mismo día en el que el presidente Mauricio Macri recibió en la Quinta de Olivos a los gobernadores de Salta, de Córdoba, de Chaco, de Misiones, de Chubut, de Tierra del Fuego, de Río Negro, y de Neuquén, con el objetivo de superar las resistencias de gran parte del peronismo parlamentario, que cuestiona la iniciativa del Ejecutivo.

El debate que no estuvo exento de fuertes contrapuntos sobre el proyecto que el gobierno tiene apuro por aprobar para poder implementar el uso de boleta única electrónica en las elecciones legislativas del próximo año.

El apoyo de los mandatarios provinciales al Gobierno nacional, consiguió lo que el oficialismo venia persiguiendo: que el bloque del PJ-FpV vote dividido. Según algunas estimaciones que circulaban ayer en los pasillos, el Ejecutivo podrían sumar el voto de unos 15 senadores, aun así, no alcanzaría para que se apruebe.

Ante el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Asuntos Penales, Presupuesto, y Banca de la Mujer, que presidió el senador Marcelo Fuentes, se presentó por pedido de santafesino Omar Perotti, el CEO del Grupo MSA, Sergio Angelini, el empresario que patentó el sistema y, como era de esperar, defendió fuertemente el proyecto del Gobierno. Angellini, aseguró que “durante los más de 15 años en los que hemos estado desarrollando esta tecnología jamás hemos tenido una sola denuncia por vulneración del sistema”.

El empresario, señaló, además, que el uso del “chip” en la boleta única electrónica, principal cuestionamiento de la oposición, es solo “una maniobra distractiva”. Según el empresario, los chips, después de votar, quedan inutilizados en forma permanente y no queda evidencia que hayan sido accedidos. Quedan inutilizados”.

El kicrhnerismo insistió en que el sistema fue abandonado en los países más desarrollados, sin embargo, Angellini, refutó esa postura: “es absolutamente falso que el mundo está abandonando este camino, todos los países de América Latina en los próximos cinco años van a incorporar algún tipo de tecnología a la votación”.

“Acá tenemos cuatro o cinco iluminados diciendo que con una radio o un sacacorchos o una minipimer se vulnera el voto”, disparó el empresario en clara referencia a los expositores que, en su mayoría, se opusieron al proyecto. Por su parte, el constitucionalista, Eduardo Barcesat, lo criticó duramente la iniciativa. Dijo que es inconstitucional y adelantó, que, de aprobarse el uso del sistema, hará una presentación judicial. Además, advirtió que el voto “puede dejar de ser secreto si permite luego detectar qué es lo que se ha votado”.

Ariel Garbarz, ingeniero en electrónica y telecomunicaciones, expresó que el procedimiento “es el peor de los sistemas electrónicos que se nos puedan ocurrir”. Y agregó: “La voluntad popular puede ser vulnerada sin dejar rastros”.