Dividir y gobernar, la estrategia de Vidal

Dividir y gobernar, la estrategia de Vidal

La centralidad de su figura le permiten dialogar y negociar con todos los espacios y que nadie se le oponga fuertemente. Sin embargo, impide, por el momento, el surgimiento de figuras competitivas para el 2017 lo que la obligará a estar en campaña permanente para traccionar votos. Ante este panorama, y para no descuidar la gestión, el foco estará puesto en el adversario más que en la propia trinchera. Segmentar y negociar con los diversos espacios opositores, continuará siendo el camino a seguir. ¿Qué hacer cuando no alcance sólo con su buena imagen para apuntalar la gestión?

Transcurrió el primer año de gestión de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. Ahora, se viene 2017, donde deberá revalidar, por primera vez, lo realizado desde su cargo ejecutivo a través del sufragio de sus habitantes.

A pesar de que desde La Plata evitan hablar de candidaturas, la realidad es que es una situación que concierne la atención de muchos integrantes del ejecutivo. Tanto Provincial como Nacional. Como siempre, la “madre de todas las batallas” electorales tiene su epicentro en la Provincia más grande y poblada de la Argentina.

Hasta el momento, Jorge Macri parece ser el único candidato confirmado para Cambiemos. Tímidamente, asoma el neurólogo radical, Facundo Manes. El presidente de la Nación, Mauricio Macri, hace unos días dijo que prefería que Esteban Bullrich, continúe su gestión en el Ministerio de Educación de la Nación. La única duda, corre por cuenta de la enigmática Elisa Carrió. Dijo que va a ser candidata; pero no definió dónde. El oficialismo desea que vaya a Capital para evitar cortocircuitos internos, que opaque a Martín Louesteau y su fuerza ECO, y que en Provincia, Vidal traccione al primo presidencial (u al candidato que elijan) para realizar unas elecciones dignas.

Ante este panorama; gran parte de la estrategia del oficialismo bonaerense se concentra más sobre los opositores que sobre lo propio. Haber sumado al intendente de Castelli, Francisco Echarren, va en ese sentido. El jefe municipal, con fuertes lazos con el kirchnerismo -hoy tan recordado y denostado por el oficialismo- integró el grupo Los Oktubres, identificados con Julio De Vido y, en hace poco impulsó la creación del grupo Fénix. Vidal le quitó un hombre a los K y parte de ese PJ que quiere reorganizarse.

En lo que va de su gestión incorporó a cinco intendentes peronistas. El objetivo, es seguir cooptando dirigentes del mítico partido. Fedrico Salvai; Cristian Ritondo; y Joaquín De la Torre, los PJ del gabinete, también tienen la función de consensuar, dialogar y mantener el actual escenario de fragmentación.

Vidal tampoco descuida la tropa propia. Las críticas de los radicales, increíblemente, han ido en descenso a medida que el gabinete y las alianzas de la gobernadora sumaban más peronismo. Además, los radicales de la provincia son liderados por Daniel Salvador. El vicegobernador. Parece improbable que se oponga a la estrategia de su jefa.

Por el momento, parecen lejanas aquellas fotos de unidad del peronismo que escenificaron en Ituzaingó (en el marco de la discusión por las policías locales) o, más recientemente, en Lobos y Avellaneda en el contexto de la discusión por el Presupuesto 2017. La gobernadora aún no rompió alianzas con nadie e intenta mantener a todos a gusto. Las grietas con el Frente Renovador y el PJ en el Congreso de la Nación por el proyecto de reforma en Ganancias hasta el momento no se trasladarían a territorio bonaerense.

Vidal mantiene un frecuente diálogo con Sergio Massa y sus ministros se reúnen con los integrantes de todas las fuerzas a fin de no romper lazos y garantizar la gobernabilidad. El acuerdo entre el Frente Renovador y Cambiemos en la legislatura bonaerense se mantendrá; en pocos días Manuel Moscaasumirá la presidencia de la cámara en lugar del massista Jorge Sarghini. El vice será Ramiro Gutiérrez, del partido de Massa. En tanto, planean entregarle al Grupo Esmeralda la Defensoría del Pueblo. El miércoles, luego de aceptar más cambios en el presupuesto y en lo impositivo, se presume que se aprobarán los proyectos en ambas cámaras del congreso platense. Una vez más, a pesar de gobernar la misma fuerza, los panoramas de Vidal y Macri transitan caminos diferentes. 

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