Disolverán la DINAF y reubicarán a los 1.400 trabajadores en dos nuevas direcciones

Disolverán la DINAF y reubicarán a los 1.400 trabajadores en dos nuevas direcciones

El Ejecutivo impulsa la ley que pone fin al cuestionado ente que según la subsecretaria de Desarrollo Social, "está pensado para los chicos pero donde no importan los chicos"

Si el Estado que tiene por obligación proteger los derechos de niños y adolescentes, es el primero en vulnerarlos, hay algo en el propio Estado que está mal, que debe cambiar o que, entonces, debe ser penado por la Justicia, el poder cuyo rol, en este caso, es asegurar que otros poderes cumplan las leyes y tratados internacionales. Frente a esta realidad, el Ejecutivo de Mendoza impulsa una ley para disolver nada menos que la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DINAF). 

La ley, de adecuación a la nacional 26.061, prevé cambios estructurales en el funcionamiento del organismo encargado de velar por los intereses de los niños al punto tal que la DINAF dejará de existir y se crearán dos direcciones: la de Protección y Promoción, que tendrá a su cargo a los OAL (Órgano Administrativo Local) y los centros de primera infancia, y la de Cuidados Alternativos, que tiene bajo su responsabilidad a los hogares.

Los 1.400 empleados que tiene la DINAF serán sujetos a una reestructuración y a partir de evaluar cada uno de sus perfiles se los ubicará en alguna de las dos nuevas dependencias. Se eliminarán cargos y direcciones. Lo que pretenden con esto es agilizar la cuestión administrativa, que se volvía un laberinto sin salida.

"Cuando llegamos al gobierno nos encontramos con una institución que no da respuestas en cuanto a la efectividad y a la necesidad que hace falta para los chicos, porque también tener estructuras administrativas grandes afecta al funcionamiento. Nos encontramos con un sistema en donde las medidas se toman rápido, pero todo el proceso atrás, desde el mantenimiento de los hogares, desde tener papel, que es algo tan básico, no estaban. Empezamos a ver la lentitud que tienen ciertos procesos en un tema que no es menor, que son los niños", explicó Marcela Fernández, subsecretaria de Desarrollo Social del Ministerio de Salud.

Fernández dijo que antes de ir por la vía legal intentaron hacer cambios internos en los trabajadores y ver quiénes debían estar en los hogares –hoy superpoblados y con poco personal– pero estaban haciendo tareas administrativas. Notificaron a 102 personas, de las cuales 40 presentaron al día siguiente certificados con licencias psiquiátricas.

"Tiene que ver con la historia de un organismo que está pensado para los chicos pero donde no importan los chicos. Que los cuide el Estado no tiene que ser peor. Tienen que tener las mismas posibilidades que todos los chicos. Así como llevás a tus hijos a un lugar a hacer deportes o van a música o lo que fuese, estos chicos no tienen esa posibilidad porque el personal está en un cambio de funciones o porque no hay personal para hacerlo", afirmó la subsecretaria.

El OAL tiene 480 empleados, los hogares –son 39– 350 y la DINAF como administración 1.400. "Se busca que los chicos tengan calidad, que no se queden encerrados. Que en los OAL haya personal para la carga de datos. Ahora es un Estado bobo que actúa por inercia, no sabemos de dónde llegan los casos, no se sabe hacia dónde dirigir las políticas", agregó.

Reestructuración

De aprobarse la ley se deberá reubicar a todos los trabajadores. Para eso el Ejecutivo dispondrá de una comisión de especialistas que no tengan contacto directo con los empleados del organismo, para evaluar uno por uno sus perfiles y decidir a qué nueva dirección irán a trabajar. 

"Se suprimen jefaturas, cargos, no va a haber más dirección general. Se va a ir viendo la situación de cada persona y a partir de ahí empezarán las entrevistas. Se va a comenzar con las personas que no están en hogares ni en el OAL", dijo la funcionaria.

El proyecto de ley se presentará mañana o el martes en la Legislatura para ser tratado por la Comisión Bicameral de Niñez y Adolescencia, a la que ya le presentaron un borrador.

"Todo este gran mundo administrativo que tenía la DINAF lo hemos resumido en un organigrama. Queremos que se involucren las municipalidades. Se va a abrir una página especial para que la gente haga sus aportes, la Bicameral se seguirá reuniendo y esperamos que a fines de octubre se ponga a disposición la ley para ser tratada en el recinto", explicó la diputada Beatriz Varela (UCR).

Fernández aclaró que no se van a municipalizar los OAL pero las comunas sí tendrán una función más importante y que, para eso, les destinarán los recursos pertinentes. "El personal no se puede negar al traslado", aseguró.

Hogares colapsados y falta de personal

Luego de algunos casos en los que la falta de reacción de los órganos administrativos terminó con consecuencias trágicas, como fue el de Luciana, se empezaron a tomar las medidas de forma rápida y cualquier niño ante la menor sospecha de riesgo es trasladado a uno de los 39 hogares de la DINAF. Esto produjo, sin embargo, una consecuencia negativa, que es la superpoblación de los hogares y la falta de personal.

"Los profesionales luego del caso de Luciana ante el menor riesgo no esperan un tiempo, lo sacan al chico y lo llevan al hogar. Eso ha hecho que hoy estemos en los hogares colapsados, con los derechos descuidados, por lo cual cuando nos dicen que hay poco personal es verdad", admite Marcela Fernández.

Asegura que esta situación tiene que ver con dos variables: la cantidad de casos y la complejidad, que no solamente tiene que ver con el entorno familiar y con el vínculo materno-paterno, sino con la red, ya sea familiar o comunitaria. Si no hay un adulto o familiar referente, los chicos se encuentran sin posibilidad de que los restituyan. 

Para paliar esta situación y descomprimir los hogares trabajan en tres alternativas. Una incluye la convocatoria a organizaciones.; otra es definir los perfiles de los hogares, y la tercera línea es la capacitación del personal. "Nunca se ha llevado una política de cuidar al que cuida", comenta Fernández. 

"Tuvimos que cerrar un hogar de Guaymallén. Había autos estacionados cerca en un hogar de chicas adolescentes. Que adolescentes estén en lugares en donde nadie esté mirando quién se para, quién se acerca, quién las visita, también habla del Estado ausente", aseguró la directora.

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