Diputados piden iniciar debate por una nueva forma de cárcel

Diputados piden iniciar debate por una nueva forma de cárcel

Los diputados provinciales Espartaco Marín (PJ) y Martín Berhongaray (Frepam, radicalismo) recorrieron el complejo penitenciario Punta de Rieles ubicado en las proximidades de la localidad uruguaya de Montevideo.

 Fueron invitados por la Asociación Pensamiento Penal Argentino, que preside Mario Juliano. Dijeron que es necesario un debate en la provincia para implementar esta forma de resocialización de los presos.

La visita, encabezada por el Director del establecimiento Rolando Arbezún, también contó con la participación de legisladores y funcionarios de la provincia de Chaco.

El Penal Punta de Rieles viene siendo presentado como un ejemplo en América latina por las particulares condiciones en que funciona, y por los exitosos resultados obtenidos en materia de rehabilitación y reinserción social de los detenidos.

Durante la visita, el comisario general Luis Eduardo Mendoza Novo, director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) dependiente del Ministerio del Interior de Uruguay, expuso las bondades del sistema, entre las que destacó los nulos índices de reincidencia de los privados de su libertad una vez que abandonan el complejo Punta de Rieles.

Las diferencias con los modelos penitenciarios tradicionales son notorias: internos provistos de celulares, celdas abiertas las 24 horas, libre circulación por la totalidad del complejo, nutrida presencia de familiares durante los días de visitas desplazándose por todas las instalaciones, y un gran número de emprendimientos productivos que brindan servicios a los propios internos y al personal penitenciario, aunque también fuera de los límites del complejo.

"La idea –comentó Mendoza Novo- es que los detenidos estén todo el día circulando con alguna actividad concreta, ya sea trabajando, estudiando o realizando actividades deportivas y de recreación".

Pizzerías, rotiserías, aserraderos, bloqueras, crías de cerdos y conejos, huertas, plantas de reciclado, panificadoras y almacenes, son algunos de los emprendimientos montados y gerenciados por los propios internos.

Como dato pintoresco, las autoridades del servicio penitenciario comentaron que una multinacional se molestó por haber perdido espacio en el mercado en manos de la panificadora que funciona en Punta de Rieles, dijeron los legisladores. Este emprendimiento se encuentra en manos de dos personas que, pese a haber recuperado su libertad, ingresan diariamente al establecimiento para llevar adelante su trabajo, empleando a un importante número de internos.

Dentro de la institución funciona un Banco Solidario, administrado en forma conjunta por detenidos y personal penitenciario, que se encarga de otorgar los préstamos necesarios para favorecer el desarrollo de distintas actividades, sin cobrar tasas de interés.

Muchos de los emprendimientos productivos cuentan con un titular y varios empleados, pero sus ganancias no se traducen en dinero sino en tickets que pueden ser utilizados por los reclusos para la compra de insumos u otros bienes dentro del penal, para transformarlo en dinero que resulte entregado a sus familias, o para ambos destinos.

El sistema, que cobija a 520 detenidos, es articulado por alrededor de cincuenta operadores, en su inmensa mayoría mujeres, cuidadosamente adiestrados en una Escuela de Formación que funciona desde 2011. El director Arbezún relató que la base del éxito reside "en el diálogo y en el trabajo técnico" dentro del penal. "Todos los detenidos en Uruguay quieren ser trasladados a Punta de Rieles", agregó.

Marín y Berhongaray expresaron la "decisión de trabajar en el marco de un entendimiento entre las distintas fuerzas políticas" de nuestra provincia para impulsar las políticas de seguridad y las prácticas de resocialización implementadas exitosamente en el Penal Punta de Rieles.

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