Según relatan los mismos protagonistas, Contini tenía un desconocimiento absoluto de los manejos de la secretaría, particularmente de la actualización por inflación que cada determinado tiempo sufrían los módulos. 

En el mes de octubre de 2016, un avispado colaborador puso en conocimiento a Contini de este tema, explicándole que desde enero los módulos no habían sido actualizados a pesar de aquella galopante inflamación de casi el 40 por ciento. Escudándose en el hombre de más experiencia dentro del bloque, el flamante secretario Administrativo decidió consultar el tema con Amondarain, quien le habría pedido centralizar en su figura dicha actualización que, a razón de 400 mil pesos por diputados, hacen una sumaria total de más de 7 millones de pesos extras.

Por ser el referente del nuevo secretario Administrativo, los legisladores massistas sospechan que en esa negociación también estaría involucrado el diputado Garate. Claramente, se trataba de un dinero que era propiedad de todo el bloque de Diputados del Frente Renovador. 

Cuando comenzaron los cálculos de lo que le correspondía a cada diputado, Lisandro Bonelli notó algunas irregularidades y decidió visitar el despacho de Amondarain para evacuar sus dudas. Recordemos que, paradójicamente, Bonelli fue uno de los que llevó al “Vasco” a ser designado en la presidencia del bloque. 

“Mirá Juan, estuvimos viendo las liquidaciones y tengo este desfasaje”, habría dicho Bonelli en un cara a cara. Amondarain, en lugar de brindarle una explicación y posterior solución, habría comenzado a responder con insultos y gritos. 

“¡Para Juan! ¿Te volviste loco? Te vengo a plantear algo porque veo que hay un problema, pero ahora me estás demostrando que el problema existe y vos lo sabés. Te estás quedando con la plata de los diputados”, habría sido la respuesta de Bonelli. 

El legislador, indignado, salió del despacho del “Vasco” y comenzó a telefonear a todos los legisladores del bloque para explicarles lo sucedido. La situación, lejos de enfriarse, comenzó a calentar más y más la interna massista. Luego de recibir una catarata de insultos, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, no tuvo más alternativa que hablar con Jorge Sarghini para pedirle que resuelva el inconveniente en forma inmediata. Esto no hizo más que terminar de desgastar la relación entre el “Oveja” y Amondarain. Y no solo eso, incluso los fieles adláteres de “Amonda” quedaron resentidos con la situación.

Esta semana, luego de la incisiva consulta de la periodista platense Rosario Castagnet, en el marco de un programa televisivo de cable, Bonelli se vio obligado a referirse al tema y no pudo más que confesar lo sucedido, confirmando las versiones de un caso escandaloso. 

“Hubo una discusión, el problema está resuelto. Uno tenía dudas, lo planteó y se resolvió rápidamente”, atinó a afirmar, intentando bajarle el tono a la disputa