La Cámara de Diputados aprobó con 131 votos positivos, y 71 en contra, el proyecto que crea la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y disuelve la Secretaría de Inteligencia (SI).

La iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo y aprobada por el Senado comenzó a ser debatida pasadas las 21.00 horas del miércoles y, pese al rechazo unánime de la oposición, el oficialismo contaba con los votos suficientes para convertirla en ley.

Si bien cuestiona el proyecto por considerar que no imprime un verdadero cambio en el funcionamiento de los organismos de inteligencia, la oposición cambió la estrategia empleada en el Senado, donde optó por no participar de la sesión, y decidió quedarse a debatir el proyecto.

La diputada oficialista Diana Conti abrió el debate recordando que la presidenta Cristina Kirchner "cambió las autoridades" de la Secretaría de Inteligencia "y algunos agentes cuya autoridad es más mítica que real".

Afirmó que "la ex SIDE va a quedar totalmente disuelta" y destacó que se le "saque la tarea de las escuchas, poniéndola en el extrapoder que es la Procuración General", al tiempo que le pidió a la oposición que "ayude a terminar con el contubernio" entre "los servicios de inteligencia y el Poder Judicial".

En tanto, la diputada oficialista Teresa García, presidenta de la Comisión Bicameral de Control de los Organismos de Inteligencia, aportó como dato novedoso que "hay un 60 por ciento de agentes con muchos años de servicio y están en condiciones de jubilarse", con lo que sugirió que la reforma estaría acompañada de una purga.

Por su parte, la diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió preguntó "por qué no se elimina la SIDE", a la que calificó como una "banda de criminales".

"Comparto enfrentar entre todos a los servicios, lo que no comparto es que nos quieran vender transparencia", argumentó Carrió al criticar el proyecto. El diputado del Frente de Izquierda Néstor Pitrola sostuvo que "mientras el ofcialismo pregona una falsa democratización de los servicios, están haciendo pasar con esta nueva ley lo más grave: la injerencia de Milani en las operaciones criminales complejas".