Y es diputado nacional por Santa Cruz… ¡Aunque no lo crea!

Y es diputado nacional por Santa Cruz… ¡Aunque no lo crea!

Se supone que alguien que ostenta la categoría de “diputado”, debe tener las cosas claras, pero ¿Cómo tenerlas claras, cuando es parte intrínseca de lo que debe denunciar y no puede hacerlo, sin enchastrarse y embarrar a su familia y al testaferro de su familia?. Esto le pasó a Máximo Kirchner, quien lejos de ser un “referentes o líder”, como intenta presentarlo La Cámpora, es un pobre tipo acosado por las denuncias, las probanzas de la corrupción que impulsaron sus padres en complicidad con Lázaro Báez y víctima de su propia ignorancia conceptual y la falta de palabras y argumentos, cuando lo sorprende una pregunta para cuya respuesta, no le han escrito el libreto. 

Máximo Kirchner, lo hemos dicho hasta el cansancio, solo puede hablar en los medios K o ante periodistas que le abren el micrófono para que diga lo que se le antoja. Esto ha venido sucediendo desde aquella aparición armada que le inventó la muchachada de La Cámpora, cuando transpirando timidez e inseguridad, remató un escuálido discurso con la interjección “Y sanseacabó”.

De ahí en más, excepto sus apariciones en radios de la provincia, donde el periodista no se anima a incomodarlo siquiera, o en Radio del Plata, lugar donde le prestan los micrófonos para que diga cualquier cosa o tal vez en C5N, donde ahora Víctor Hugo que es más militante que periodista, le preste el espacio; excepto en estos lugares, Máximo no puede hablar con nadie que le pregunte algo fuera del libreto acordado. Y esto pasó en el canal de Caleta Olivia.

Allí, al aire libre, con el viento patagónico de fondo, un periodista de esa ciudad mantuvo al aire el siguiente diálogo con Máximo Kirhcner:

Periodista – Una de las obras importantes que tienen que ver aquí en Caleta Olivia, es la ruta Comodoro Caleta Olivia, que es un desastre; esa obra está detenida, tiene muchos inconvenientes….

Máxino – Está, ta` bien… (interrumpe al periodista como diciéndole, no sigas hablando más, no seas nabo, cortala)

La ví, la vi dos veces ya, yendo y viniendo, entre viaje y viaje vi que había avanzado; obviamente es difícil, vos imagínate que hay situaciones económicas que fueron pasando en el país o intento de desestabilizaciones o golpes económicos, o las mismas corridas financieras, que nos hicieron tener que seleccionar muy bien los gastos y se fueron haciendo las inversiones, vos fíjate lo que se está invirtiendo en Santa Cruz en obras o en el pago de salarios, que antes Santa Cruz los afrontaba solo…”

Sin palabras

Para que el lector tenga una mejor comprensión de lo que vamos a señalar aquí, hemos reproducido esta parte del audio, donde se pueden percibir aspectos como la inflexión de la voz, la incomodidad que claramente siente Máximo ante la inesperada pregunta y puede escuchar, también, la incongruente respuesta donde, en realidad, no le contesta nada, donde ensaya una justificación, pero no quiere quedar pegado con Báez y finalmente, termina diciendo algo indeterminado, incoherente y deshilvanado que lo deja muy mal parado al diputado. Aquí vamos a analizar el discurso:

 

Claramente el periodista, con cierto temor a incomodarlo, le larga la pregunta pensando que Máximo tiene algo para explicar; y no se equivoca. Máximo tiene muchísimo para explicar, el problema es que no puede hacerlo sin inculpar a sus padres o al testaferro de su padre, es decir: Lázaro Baéz, que son ellos mismos. Entonces, a partir de allí ,comienza su errática respuesta.

En primer lugar, antes de que el periodista termine de formular la pregunta, Máximo, entendiendo por dónde viene, ya aborta las explicaciones que no quiere que abunden, para no hacer más pesada su carga. Es evidente que el atraso de la obra por 10 años, sobre la cual se pagó casi 500 millones de pesos y se terminó en un 24%, no tiene explicación posible. Porque si bien Lázaro incumplió, sus padres le dieron la licitación, sus padres le enviaron la plata y sus padres no lo controlaron. En definitiva, sus padres son los principales responsables de que la obra haya sido pagada en su totalidad y jamás terminada. Claro, Máximo no podía decir esto, entonces dijo algo que es una verdadera vergüenza:

“La ví, la vi dos veces ya, yendo y viniendo, entre viaje y viaje vi que había avanzado”¿Qué quiso decir Máximo con esto?. Que vio la obra sin terminar “dos veces yendo y viniendo” (¿?): no se entiende lo que quiso decir, pero interpreto que pretendió decirle al periodista que sabe de qué está hablando, pero al no querer reconocer que la obra está estancada, le mandó un “entre viaje y viaje vi que había avanzado”, una excusa infantil y sin sustento porque ¿Cuándo vio “entre viaje y viaje” que la obra avanzaba?; la obra se detuvo en el 24% de su ejecución.

Luego continúa diciendo “obviamente es difícil, vos imagínate que hay situaciones económicas que fueron pasando en el país o intento de desestabilizaciones o golpes económicos, o las mismas corridas financieras, que nos hicieron tener que seleccionar muy bien los gastos y se fueron haciendo las inversiones”.

Máximo es casi el antidiscurso. Estas pocas palabras, transformaron al diputado nacional en un ridículo irreversible, porque pretende que el periodista “imagine” “las situaciones económicas que fueron pasando en el país” ¿De qué situaciones habla Máximo, si desde el 2006 que se empezaron esas obras, el gobierno de su padre y después el de su madre estaban sentados arriba de un colchón de plata? ¿De que habla Máximo?, porque si hubiera faltado financiamiento, vaya y pase, pero la obra fue pagada en su totalidad y más del doble de su costo, por lo tanto ¿Cuál es la situación económica que debe imaginar el periodista, razón por la cual la obra no se hubiera podido terminar?.

¿Intentos de desestabilizaciones o golpes económicos o las mismas corridas financieras?, ¿Cuándo, dónde, en que año, cuándo el país estuvo en peligro?. De una liviandad sus argumentos y de una falsedad tan evidente que no merece calificación.

Y luego remata “… que nos hicieron tener que seleccionar muy bien los gastos y se fueron haciendo inversiones”. En primer lugar “nos hicieron” es un término demasiado inclusivo para alguien que nunca tuvo un lugar en el gobierno nacional. Si ese “nos hicieron” lo incluye a él, entonces Máximo Kirchner es responsable o corresponsable junto a sus padres y Lázaro, de que la autovía no esté terminada y se hayan robado cientos de millones de pesos.

Ya, al final de este párrafo, es dislate discursivo es total. Casi con la obligación de llenar de palabras la respuesta que debía darle al periodista alude “tuvimos que seleccionar muy bien los gastos y se fueron haciendo inversiones”.

Lo que Máximo intentó decir (pero no lo logró) en estas palabras, es que como la situación económico-financiera era difícil, tuvieron que darle prioridad a otros gastos y en ese tren de seleccionar dónde y cómo se fueron haciendo inversiones, es que finalmente no alcanzaron los fondos para terminar la ruta. Falacia total.

Repetimos: si a la ruta entre Comodoro y Caleta no le hubieran llegado los fondos de Nación en 10 años, si la inversión no estuviera ejecutada, el discurso destartalado de Máximo, tal vez tendría un poco más de sentido. Pero lo que el hijo de la ex presidenta no dijo ahí (ni reconoció en su argumento) es que la plata llegó en su totalidad, Lázaro la cobró, se amplió el monto de la obra, sus padres pagaron todas las certificaciones, revaluaron y la re-pagaron, Báez se la robó, probablemente y como se conoce ahora, produjo retornos hacia su familia a través de simulación de alquileres e inversiones por medio de Austral Construcciones SA y otras empresas “del Grupo” y la obra nunca se terminó; es más, solo está realizada en un 24%.

Realmente vergonzoso y preocupante, que alguien que no puede explicar algo porque está impedido de hablar sin acusar a su propia familia y a los testaferros de ellos, sea diputado nacional por Santa Cruz y si bien a la mayoría de esta provincia no los representa, a quienes son partícipes necesarios de que Máximo Kirchner esté ahí, les debería dar un poco de vergüenza, por haber convalidado con el voto a quien no está capacitado conceptual y moralmente, para hablar de lo ocurrido en la última década que vivimos los argentinos. 

Comentá la nota