Pero hubo ciudadanos que, no enterados de la medida, se presentaron esta semana en la sede legislativa con recetas para medicamentos y otros pedidos que solían atender los parlamentarios con los recursos para “gastos sociales”. Un peronista admitió que estaba tratando de resolver la mayoría de esos casos, aunque advirtió que ya no contará con la misma cantidad de fondos. Otro legislador del PJ, poco feliz con el fin de los subsidios, anticipó que empezará a derivar los planteos a las oficinas respectivas de la Casa de Gobierno.

Malestar.- No sólo algunos legisladores tomaron de mala gana la decisión de terminar con los gastos sociales. Según fuentes de la sede legislativa, son varios los dirigentes territoriales y “punteros” que ya manifestaron su inquietud por lo que pasará con esos recursos. El propio manzurista Reneé Ramírez había admitido que, con los gastos sociales, podía atender los pedidos que le llegaban en el territorio electoral donde se maneja. La preocupación en las “bases” es tal que incluso hubo preguntas sobre los contratos para “cargos políticos” que existen en el Poder Legislativo. 

Labor parlamentaria.- El lunes, antes de que Jaldo anunciara el fin de los gastos sociales, la comisión de Labor Parlamentaria, que incluye a los jefes de bloque y a las autoridades de Cámara, se reunió para debatir el asunto. Cuentan que algunos opositores eran quienes más se resistían a la modificación, mientras que varios integrantes de la “mesa chica” se mostraban a favor. “Mostremos los recibos de los radicales que pasaron por aquí”, sugirió alguien del peronismo. “¿Por qué vamos a dejar que la prensa festeje un gol?”, aseguró un opositor, mientras revisaba su cuenta de Twitter en el celular y pedía “otras 72 horas” para consultar a sus jefes políticos. Al final, los presidentes de bloque aceptaron la postura de las autoridades, aunque expresaron que les hubiera gustado conocer de antemano en qué se gastarán los $ 156 millones de la partida ayudas sociales a personas, que será eliminada.

No cobraba, pero ...- Tras las últimas paritarias estatales, aumentó la dieta legislativa (pasó a $ 32.000 en mano), pero los fondos asignados para gastos sociales quedaron “freezados”. Un peronista con pasado en una Intendencia, ofuscado, decidió dejar de buscar los fondos, a modo de protesta. “Se le acumuló lo de un par de meses; pero con el anuncio de que terminan los gastos sociales ya pasó y se puso al día”, confirmó una fuente oficial del cuerpo colegiado.

Cano vs. Cano.- El jefe del bloque oficial Tucumán Crece, Ramón Santiago Cano, utilizó su cuenta de Facebook para expresar su postura sobre el anuncio del fin de los gastos sociales. Y aprovechó para lanzar varios dardos contra el radical José Cano, titular del Plan Belgrano. “Ya sin la posibilidad de quizás acercar una ayuda rápida a vecinos, será fundamental que ante el crecimiento de la pobreza constante en los últimos meses, y un desempleo que no se veía desde hace años, comience a respetarse el voto de quienes confiaron en un ‘cambio’ para estar mejor y no para ajustar nuestros bolsillos. Será fundamental que el Plan Belgrano deje de ser una constante de anuncios y pase a ser la realidad”, afirmó “El Flaco” Cano.