La destituida presidenta de Brasil, Dilma Rouseff, visitó Buenos Aires en medio del mega escándalo regional que se destapó este miércoles, cuando trascendió la declaración  que acordó la constructora Odebrecht con el Departamento de Justicia norteamericano, en el que reveló el pago de coimas por todo en continente por más de 1.000 millones de dólares, incluidos unos 35 millones destinados a la Argentina.

El acuerdo que firmó este gigante brasileño es parte del proceso conocido como Lava Jato, que investiga la corrupción de Petrobras y que terminó expulsando a Rousseff del poder.

Invitada por la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) a dar una conferencia titulada “Democracia, Derechos y Justicia Social”, la ex presidenta dio una conferencia de prensa en la que reclamó que el actual presidente de Brasil -su ex vice- Michel Temer, que renuncie antes de fin de año. El plazo no es antojadizo: Si renuncia antes de fin de año habrá que convocar a nuevas elecciones y hoy lidera las encuestas Lula da Silva, del PT como Dilma. 

Temer debe renunciar antes de fin de año para que podamos tener elecciones, se viene un Golpe de Estado dentro del Golpe, advirtió la ex presidenta.

Dilma dijo esto en Buenos Aires, horas después que Temer asegurara en Brasil que no piensa renunciar incluso si el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) impugna la fórmula Rousseff-Temer que los llevó a la presidencia. Esta causa comenzó antes de que empezara el juicio de Impeachment a la ex presidenta, pero con la feria judicial ya en vigencia, el pedido de renuncia busca evitar lo que Dilma denominó “un Golpe dentro de otro Golpe de Estado”. Un concepto que ya venía manejando su partido.

Es que la Ley brasileña establece que el Congreso tiene potestad de elegir presidente sin llamar a elecciones directas si no hay un presidente electo en el cargo durante la segunda mitad del mandato, período que comienza el 1º de enero. “Temer debe renunciar, debe renunciar”, repitió en varias ocasiones, furiosa con la entente del PMDB y el PSDB, los partidos que la desalojaron del poder.

“El nuestro es un sistema presidencialista, no parlamentarista. En un parlamentarismo, el Congreso elige al primer ministro. En un presidencialismo como el de la República Federativa del Brasil, el presidente es electo por elección directa, no elección indirecta”, insistió Dilma.

“Mi intención es que esa crisis que ellos crearon sea resuelta por el único mecanismo capaz de resolverlo: la elección directa y la participación del pueblo en esta cuestión porque el pueblo brasileño jamás autorizó una enmienda constitucional que congela el gasto en educación, salud y tecnología por veinte años, exceptuando los pagos de la deuda pública, ni autorizó la privatización en especial en el área del petróleo”, dijo la última presidente electa de Brasil.

Al respecto señaló que la Constitución de su país dice que un presidente puede ser alejado de su cargo si se lo encuentra culpable de un crimen, pero en su caso no le pudieron probar ningún delito pero como hubo coimas “en un núcleo del Gobierno de Temer” asumieron que “algo ella debería saber” y con esa convicción la destituyeron.

Acto seguido, sacó una foto de Milagro Sala y dijo que no puede ni ella ni nadie estar presa “siendo culpable de tirar huevos”. Y pidió que se respetaran las garantías y que en la región no se perdieran los derechos logrados por la lucha contra la desigualdad. En la primera fila del auditorio donde luego Dilma dio su conferencia magistral había un asiento vacío reservado con el nombre de la dirigente social jujeña.

La ex presidente se sumó así a la creciente presión internacional que sufre Macri para liberar a la dirigente kirchnerista, tras los reclamos de la ONU, la OEA y Amnistía Internacional. El tema ya se le fue por completo de control al Gobierno y este jueves desbordó el debate en Diputados y hasta hubo una marcha ante la Corte Suprema pidiendo la liberación de Sala.

Dilma sacó una foto de Milagro Sala y dijo que no puede estar presa 'siendo culpable de tirar huevos'.

Monotemática Dilma insistiño luego que fue destituida porque “unos delatores aseguraron que mi campaña había sido abastecida con recursos provenientes de coimas”, pero luego se encontró que “la contribución por valor de un millón de reales había sido al PMDB, nominado al actual presidente de la República Michel Temer”. 

Consultada por el caso Odebrecht, Dilma respondió que “eso está en un libro distinto del que yo estoy hablando, yo estoy hablando del respeto a las cuestiones constitucionales e institucionales”. Aunque luego aclaró que las primeras denuncias del caso Lava Jato se dieron a conocer gracias a que su partido -el PT- envió un proyecto al Congreso habilitando la figura del “arrepentido”.

Al respecto señaló que lo que declare un arrepentido, “debe tomarse como indicio para que la fiscalía investigue, no como prueba”, con lo que dio a entender que aun falta el material probatorio que ratifique que el gobierno de Lula y Dilma recibieron coimas por cerca de 500 millones de dólares y el de Cristina Kirchner por 35 millones de dólares, junto con otras coimas que los directivos de Odebrecht aseguraron a la justicia de Estados Unidos haber pagado en una docena de países de la región.  

"La investigación por corrupción es compatible con la democracia", agregó y remarcó que "se vuelve grave cuando intentan usarla de instrumento de combate político y no como instrumento de lucha contra la corrupción".