“Las dificultades son de otro tipo, vinculadas con el trabajo”

“Las dificultades son de otro tipo, vinculadas con el trabajo”

Fue la reflexión que hizo el presidente de la cooperativa Pachi Lara, Elisén Pereyra, quien recibió a este diario y explicó cómo se están manejando en esta nueva lucha que se inició el 6 de enero de este año. Si bien el balance es “positivo”, y ya han podido obtener recursos para llevar a sus familias, ahora el principal problema que tienen es obtener los fondos suficientes para comprar materia prima y tener continuidad. Por el momento, están produciendo semana por medio.

El 6 de enero se convirtió en un día histórico para Azul, pero especialmente para los trabajadores papeleros que luego de cuatro años de lucha lograron reactivar la planta.

Nadie mejor que estos obreros, conformados en una cooperativa de trabajo, saben acerca de las vicisitudes que se pueden presentar en esta nueva lucha que emprendieron hace, ya más de un mes, con todo el optimismo del mundo.

Para saber cómo están y cómo han encarado esta nueva etapa de reactivación de la planta que tomaron hace 4 años atrás, el pasado viernes este medio visitó la fábrica de papel.

Lo primero que hay que decir es que, ante las dificultades que tienen para adquirir la materia prima, producen una semana por medio. Los días que paran la producción, se dedican al mantenimiento del lugar y la puesta a punto de las máquinas.

Recibió a EL TIEMPO Elisén Pereyra, presidente de la Cooperativa Pachi Lara y quien ha sido vocero de los trabajadores que se agruparon, tomaron la planta allá por el 2011 y mantuvieron esta lucha inclaudicable por sus fuentes laborales.

Son 9 los operarios que quedaron y que, conformados en cooperativa, están a cargo de la Papelera en la actualidad.

“Estamos bien, el principal problema que tenemos es la materia prima. Tenemos que hacer una producción, venderla, cobrar y ahí comprar la materia prima. No tenemos un colchón como para comprar materia prima y trabajar en forma continua. Para eso necesitamos mucha plata”, fue lo primero que explicó el trabajador papelero mientras mostraba las instalaciones que se pusieron en marcha hace casi dos meses y después de una lucha que para algunos momentos pareció eterna.

Justamente los tiene frenado para la compra de papel la variación que hay actualmente en su precio.

“Tenemos que tener cuidado entre el precio de la materia prima y la venta del papel porque, si no, cambiamos plata. El papel que nosotros vendíamos a 5,50 ahora está 7 pesos y lo mismo para la compra del material que necesitamos para producir”, comentó.

Están comprando en Tandil, Olavarría, Azul y existe una posibilidad de empezar a comprarles a una cooperativa de cartoneros de La Plata.

Ni bien empezó la charla con este medio y mientras hacía referencia a este problema que deben afrontar, Pereyra interrumpió la conversación para atender a alguien que se acercó al lugar y fue anunciado por el ladrido de los perros que son parte de la escenografía del lugar.

La comunidad de Azul que apoyó esta lucha, lo sigue haciendo. A diario se acercan vecinos para acercar papel y apoyar así este nuevo capítulo que comenzó a poco de comenzar el 2016.

 

Los objetivos para el mediano plazo

Para darle continuidad a la producción, necesitan contar con la materia prima: el papel.

“Trabajando las 24 horas, necesitamos 17 toneladas de papel y eso requiere mucha plata y entonces tenemos que tener un fondo para poder comprar una gran cantidad de materia prima y poder trabajar en forma continua”, describió Pereyra sobre la cuestión que ahora deben sortear y será uno de los objetivos para el mediano plazo.

Frente a esto resolvieron trabajar una semana, entregan la mercadería, con eso vuelven a comprar materia prima y parar la siguiente para recuperarse.

Es la forma que encontraron para no endeudarse, no desfinanciarse y poder cumplir con los clientes.

En este punto el presidente de la cooperativa “Pachi Lara” se detuvo para destacar que “tenemos buenos clientes y hay mercado para nuestra producción”. Poseen en la actualidad clientes de Berisso, Buenos Aires y La Plata.

Además del objetivo de poder darle continuidad a la producción y que las máquinas nunca estén paradas, cuando de producir se trata, son pocos los trabajadores que están y serían necesarios más, pero por el momento no pueden pagarle a más operarios y será otro objetivo a cumplir a futuro.

“Somos pocos, hacemos turnos de 12 horas en forma continua durante 7 días”, advirtió mientras puntualizó que “vienen 3 chicos a ayudarnos para poder hacer los 2 turnos de 12 horas”.

De esta manera el objetivo ahora es poder comprar más materia prima, trabajar sin parar, poder tomar más gente y hacer turnos de 8 horas.

 

“Hay absoluta confianza entre nosotros”

En relación a cómo se están manejando con los números y las decisiones que, a diario, deben tomar, Pereyra expresó que “funcionamos en asambleas y ahí resolvemos cómo seguir y qué es lo que tenemos que hacer”.

Afirmó que en ese aspecto no tienen problemas y cualquiera de los 9 integrantes de la cooperativa está habilitado para resolver algo que surja como un imprevisto.

“Hay absoluta confianza entre nosotros”, subrayó.

Otro aspecto importante para que todo funcione bien y no haya trabas en el camino es el legal.

“Estamos bastante bien, estamos inscriptos en la AFIP, tenemos cuenta bancaria, contamos con un contador que se ocupa de todo eso”, especificó.

Mientras tanto, la quiebra sigue avanzando y los profesionales que se ocupan de eso son los doctores Bruno Santi y Jorge Moreno, profesionales que siempre estuvieron apoyando a este grupo de trabajadores.

“Por ahí tenemos algunos problemas con la parte administrativa porque no estamos acostumbrados a hacer todo el tema de las boletas y demás, más ahora que es todo electrónico”, contó.

Pero esto no es un escollo porque, según explicó, se han asesorado al respecto y, de a poco, van aprendiendo a realizar este tipo de trámites.

 

“Necesitaríamos 35 personas”

Pese a que en la actualidad trabajan semana por medio, están en la planta las 24 horas y en los días que no producen, “hacemos mantenimiento de las máquinas, y preparamos el papel para arrancar”.

Afirmó que, si bien hacen mantenimiento en forma contínua, las máquinas están funcionando de acuerdo con lo previsto.

En este marco, el trabajador papelero que habló con este diario dijo que “el objetivo nuestro es poder hacer 3 turnos de 8 horas y trabajar en forma contínua. Para esto necesitaríamos incorporar 5 o 6 compañeros más. Con más movimiento, se necesita más gente para bajar papel todos los días, porque la gente que están en las maquinas no puede dejar lo que está haciendo”.

“Para que esto funcione bien, normalmente, los 3 turnos, se necesitan 35 personas”, remarcó sobre el proyecto para el largo plazo.

Al evaluar este tiempo que llevan con actividad en la planta, Pereyra hizo hincapié en que “estamos al día con los pagos, no tenemos deudas”.

Apuntó además que por ahora no han tenido de la necesidad de algún crédito y prefieren por el momento ser cautos y no arriesgarse.

En cuanto a lo que es la infraestructura, contó que “ahora estamos arreglando los pisos de arriba”, más teniendo en cuenta que estamos hablando de un edificio de muchos años que por bastante tiempo no tuvo el mantenimiento adecuado.

“Ya las dificultades son de otro tipo, son vinculadas al trabajo”, reflexionó a modo de conclusión al tiempo que mencionó que el balance es “positivo”, pese a que “nada es fácil”.

EL DATO

Elisén Pereyra mencionó que el único apoyo estatal que han recibido en este tiempo fue una visita de Carlos Caputo, subsecretario de Producción, Empleo y Turismo, quien se puso a disposición. Hasta ahora, sólo eso.

 

“ALGO PUDIMOS COBRAR”

Una vez reactivada la planta, la pregunta del millón es si han logrado vivir de lo ganan en la Papelera.

Pereyra contó en este sentido que “algo pudimos cobrar”, pero el dilema está en que parte de la ganancia la tienen que destinar para invertir y para los gastos.

“Lo que más queremos hacer es poder seguir invirtiendo en acumular materia prima para poder darle más continuidad a la producción”, resaltó.

Lo que están produciendo en este momento en la Papelera es papel rústico para hacer caños para corrugado, aunque el proyecto a futuro es poder hacer un papel más fino.

“Por ahora estemos haciendo eso y hay mercado para ese tipo de papel”, afirmó.

 

LOS NOMBRES DE ESTA LUCHA

Los 9 trabajadores que permanecen en la Papelera y conformaron la cooperativa están desde el principio de esta lucha y son los siguientes: Marcelo Lotero, Paulo Gallo, Pedro Requena, Marcos Piso, Daniel Rodríguez, Miguel Velásquez, Roberto Rigoli, Pedro Morales y Elisén Pereyra.

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