A diferencia de Busti, Bordet y Urribarri celebran un año de convivencia pacífica

A diferencia de Busti, Bordet y Urribarri celebran un año de convivencia pacífica

El gobierno exhibe la buena relación que mantienen el gobernador y su antecesor y presidente de la Cámara de Diputados a un año del recambio. 

En el PJ lo comparan con el tumultuoso vínculo entre Urribarri y Busti ante la misma situación.

Parte del balance del primer año de Gustavo Bordet como gobernador de Entre Ríos lo constituye la exhibición que hace el oficialismo de la buena convivencia entre el mandatario y su antecesor en el sillón de Urquiza, y hoy presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Urribarri. La asociación directa que surge en el justicialismo traza la comparación con lo que fue la relación entre Urribarri con su respectivo antecesor Jorge Busti, cuando éste le dejó la gobernación para asumir la presidencia de la Cámara Baja y, pocos meses después, romper lanzas.

La foto del parte de prensa oficial enviado a INFORME DIGITAL muestra el encuentro que convocó el gobernador Bordet con Urribarri y los diputados provinciales del PJ “para realizar un balance de gestión y proyectar la agenda legislativa del año próximo”, se indica. La voz citada para dar cuenta del cónclave es la del presidente del bloque Juan José Bahillo, quien celebró que “se construyó una fuerte confianza política. En la legislatura primó la búsqueda de acuerdos para gobernar”.

Para el legislador del sur entrerriano fue “un año muy positivo” en la relación entre el Poder Ejecutivo y la Cámara de Diputados, es decir entre Bordet y Urribarri. “Hacia adelante, tenemos sobre la mesa varios temas que la propia sociedad nos está señalando. Nuestro desafío es escuchar y estar a la altura”, agregó Bahillo.

Precisamente, cómo se mantendrá la buena convencía entre el titular del Ejecutivo y el de la Cámara Baja “hacia adelante” es lo que se preguntan las huestes justicialistas entrerrianas. Un paralelismo de la memoria peronista recuerda y compara la relación que llevaron adelante el propio Urribarri con Jorge Busti, a partir de que éste dejó la gobernación en el 2007.

Si bien durante los primeros meses después de que Urribarri recibiera el bastón de mando de manos de Busti, en diciembre de 2007, ambos no mostraron diferencias relevantes e incluso hubo gentilezas, subyacían divergencias que se fueron acentuando y el buen vínculo entre ambos se extinguió en menos de un año. Ya en abril de 2008, la Legislatura tumbó un veto de Urribarri y por primera vez desobedeció una decisión suya.

La ruptura definitiva la signó el conflicto del campo del primer semestre de ese año, cuando Urribarri se alineó incondicionalmente con la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner y Busti se opuso a la postura de la Casa Rosada y defendió el reclamo agropecuario. A partir de entonces sobrevino un historial de cruces y peleas -con dirigentes, legisladores y funcionarios de por medio y pases de bando a bando- que persistió, durante más de siete años, hasta diciembre de 2015.

Entonces, Urribarri delegó el poder máximo del gobierno provincial a Gustavo Bordet, lo propio ocurrió en la conducción del PJ provincial, el ex mandatario se ubicó en la presidencia de la Cámara baja y comenzó la relación que hoy celebra el oficialismo a un año. Vale destacar que en el transcurso del 2016 Bordet propició acercamientos de Busti a la Casa Gris y al propio Partido Justicialista y que se dio la primera foto en años de los ex gobernadores enfrentados juntos. Fue un tenso apretón de manos sin mirarse a la cara, previo al primer discurso de Bordet en la Asamblea Legislativa.

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