Diez mil veces sí

Diez mil veces sí

En 2010, Argentina fue el primer país de Latinoamérica en reconocer la igualdad en el matrimonio. Ocho años antes, Buenos Aires había sancionado la unión civil.

En las primeras horas de la madrugada de mañana se cumplirán cinco años desde que el matrimonio igualitario se convirtió en ley en Argentina, cuando el Senado votó la media sanción que restaba al proyecto aprobado por la Cámara de Diputados diez semanas antes. La igualdad en el matrimonio llegó tras quince horas de sesión de los senadores, tres meses de discusión en comisiones, tres años de campaña de las organizaciones de la diversidad sexual y a casi ocho desde que, en la ciudad de Buenos Aires, se había aprobado la unión civil. El clima de debate también había movilizado a toda la opinión pública. Esa trasnoche de julio de 2010, 33 senadores votaron a favor de la igualdad de derechos; 27, en contra; 3 se abstuvieron; una semana después, la Ley 26.618 fue promulgada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Entre ese momento y ahora, en todo el país se casaron alrededor de diez mil parejas integradas por personas del mismo sexo, algo más de la mitad de ellas en la provincia de Buenos Aires.

Desde la entrada en vigencia de la ley, en la provincia de Buenos Aires se casaron 2998 parejas y en la ciudad, 2278, de acuerdo con los datos oficiales del Registro Civil. Los datos del resto del país difieren por dos razones: en algunas provincias, nunca se desagregaron los matrimonios igualitarios del total de bodas; en otras, comenzó a llevarse oficialmente la cuenta tiempo después de la puesta en práctica de la norma. Por eso, y porque en todos los distritos las organizaciones de la diversidad sexual llevaron, también, registros propios, los números pueden presentar brechas significativas, explicó a este diario el presidente de la Federación Argentina LGBT, Esteban Paulón. “No todas las provincias llevan estadísticas desde la entrada en vigencia de la ley”, explicó Paulón. En Corrientes, el tercer distrito en importancia, por ejemplo, las parejas de personas del mismo sexo casadas y contabilizadas oficialmente fueron 579, mientras las organizaciones de la diversidad sexual estima que fueron 970. En orden de importancia (oficial y presumida) siguen Santa Fe (143 en el conteo oficial; 895 en el de las organizaciones), Santa Cruz (143 y 895), Corrientes de acuerdo con los registros oficiales (127) y Mendoza de acuerdo con las organizaciones (que sumaron 415).

La sanción de la ley llegó tras años de campaña de las organizaciones de la diversidad sexual. En febrero de 2007, las activistas María Rachid y Claudia Castro presentaron un recurso de amparo porque el Registro Civil porteño no les daba turno para casarse. En diciembre de 2009, luego de una disputa legal tras la cual la jueza porteña Gabriela Seijas había habilitado el casamiento, pero el Registro Civil de la Ciudad se negó a hacerlo efectivo, los también activistas José María Di Bello y Alex Freyre contrajeron matrimonio en Ushuaia, decreto de la gobernadora Fabiana Ríos mediante.

Con el debate instalado en la agenda pública y política, el 3 de marzo de 2010 contrajeron matrimonio Jorge Salazar y Damián Bernath, la primera pareja integrada por personas del mismo sexo que accedió a su libreta roja en la ciudad de Buenos Aires, tras una resolución de la jueza Elena Liberatori. En el Congreso, el proyecto de ley –que compendiaba dos iniciativas, una de Silvia Augsburger y otra de Vilma Ibarra– tuvo tratamiento primero en la Cámara de Diputados, donde fue aprobado el 5 de mayo con 126 votos favorables, 110 negativos y 4 abstenciones. El primer día de junio, el proyecto llegó al Senado, donde fue tratado por la Comisión de Legislación General de la cámara de Senadores, cuya presidenta, Liliana Teresita Negre de Alonso, se oponía enérgica y públicamente a sancionarlo. De hecho, Negre había habilitado el tratamiento en comisión de un proyecto que contemplaba la “unión concubinaria”, una suerte de unión civil que, además de no llamar “matrimonio” al enlace, restringía los derechos de las personas involucradas, a quienes impedía, por ejemplo, la adopción.

El 14 de julio de 2010, con la sanción de la ley, Argentina se convirtió en el primer país de Latinoamérica en garantizar legalmente el derecho al matrimonio sin restricciones. Menos de una década antes, el 12 de diciembre de 2002, la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires había aprobado la ley de unión civil, la primera norma latinoamericana en reconocer a las parejas integradas por personas del mismo sexo.

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