A los 29 años, la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo puso a manejar el ANSES, el tercer presupuesto del país, con miles de millones de pesos anules. Hoy, con 37, es uno de los diputados que encabeza la renovación del peronismo y, para ello, tuvo que romper con el bloque kirchnerista, sobre todo con La Cámpora, que colgó su cuadro bajo el rótulo de traidor. En una entrevista con Clarín Web TV habla de todo, sin tapujos, y en cinco minutos.  

-En una sesión, no hace mucho tiempo en la Cámara de diputados, legisladores de La Cámpora lo trataron de traidor. Una palabra fea en la política, y en el peronismo es horrible. Sin embargo, con esos mismos diputados usted, un par de semanas después, votó el primer proyecto de cambios en el impuesto a las Ganancias. ¿Cómo explica esto?

-Para los peronistas primero están los trabajadores, y eso nosotros lo hemos definido como bloque Justicialista. Dos parámetros: el primer parámetro, la concepción federal, trabajar con los gobernadores; y el segundo elemento, y pilar del bloque Justicialista, es todos los temas que tienen que ver con lo laboral. El dictamen de la ley antidespidos, la famosa ley que fue muy comentada y que tuvo el veto del Presidente, salió del bloque Justicialista, concretamente de uno de los integrantes: Roberti. Con lo cual nosotros venimos trabajando este tema y hay que hacer un cuento que la verdad que es real, cómo arrancó esta historia: “Había una vez un candidato a Presidente que dijo que iba a eliminar el impuesto a las Ganancias. Ganó las elecciones, hubo presentación de más de 50 proyectos de ley, hubo prudencia y responsabilidad en cada uno de los proyectos que nosotros hemos presentado teniendo en cuenta la necesidad fiscal de las provincias. Llegamos a un dictamen con Sergio Massa fundamentalmente, yo trabajé mucho con Sergio el tema este, trabajamos con el resto de los bloques socialistas, y llegamos a la sanción en la Cámara de diputados”. El colorín colorado no está de esta historia, todavía se está debatiendo en el Senado. Esperemos que el Senado y la actitud que tuvo Miguel Ángel Pichetto, que ha sido muy buena, de poder discutir el tema en las próximas horas se pueda llevar adelante y le podamos dar una respuesta a millones de argentinos, monotributistas, trabajadores que pagan Ganancias, para nosotros eso es central y esa es la prioridad.

-¿Usted ve el Peronismo renovado y unificado para la elección de 2017, o todavía va a seguir mandando Cristina y ese proceso va a llevar más tiempo?

-Yo creo que hay primeros pasos de aquello que quieren renovar el peronismo, que quieren regenerarlo, que quieren reconstituirlo. Que hay dirigentes jóvenes que realmente quieren que sea profundamente democrático, que tenga un proyecto claro de país, que resuelva temas concretos en la Argentina que hace años que no se resuelven desde infraestructuras, puertos, rutas, y en eso me parece que hay mucho para trabajar. Pero figuras como Randazzo, Massa, Urtubey, con los egos y con las dificultades propias del día a día, legisladores jóvenes e intendentes me parece que tenemos el gran desafío de ser una verdadera opción para Argentina para el peronismo.

-¿Llegan en el 2017, o eso lleva más tiempo?

-Yo creo que lleva más tiempo.

-El modelo ideal de Macri, por lo menos el proclamado, incluye una economía competitiva y abierta al mundo; incluye un fuerte papel del Estado en la ayuda social, lo hemos visto; el libre juego en el Congreso; independencia de los poderes; ¿En qué parte del proyecto ideal de Macri, usted está en desacuerdo?

-Yo creo que lo de la independencia de los poderes, digamos, quisiera discutir un poco esos lemas que usted planteó con respecto a la sensibilidad social del Gobierno de Macri y demás. Yo creo que la Argentina tiene que discutir un modelo de país, un modelo productivo distinto, mientras la renta especulativa o la “timba financiera” sea negocio no va a haber inversiones. Mientras sea 30% la tasa de interés promedio de las Lebacs en el año no hay inversión real que pueda ser sustentable. Yo creo que se cumplió un año de gobierno entonces se puede hacer un balance preliminar, y yo soy futbolero: un partido de la Copa Libertadores, cuatro tiempos. Dos de local y dos de visitante. El primer tiempo de los cuatro, lo viene perdiendo claramente. Me parece que tiene que ir al vestuario y reflexionar, convocar a todos los sectores… Los cuatro tiempos son los cuatro años… Los cuatro años, y el primer tiempo lo viene perdiendo. No hay una sola medida, un solo gol a favor de la gente.

-Usted participó en todas las negociaciones importantes que hubo entre Gobierno y oposición a lo largo de este primer año de Macri. ¿Cómo ve al macrismo gobernando? ¿Son tipos capaces de escuchar y cambiar si es necesario, o se cierran como se cerraba el kirchnerismo?

-Mira, la primera etapa en el tema holdouts, en el tema presupuesto, el tema participación pública-privada, la verdad hemos tenido un diálogo muy fructífero fundamentalmente con el oficialismo en la Cámara de diputados: Emilio Monzó, Nicolás Massot, Luciano Laspina; realmente se trabaja muy bien. En la etapa de Ganancias la verdad hemos visto un encerramiento. Como decía Churchil: está el polo sur y el polo norte, ¿verdad? Están en puntas distintas. Cuando estás en uno o en otro, uno no distingue en qué lado estás. Bueno esa es la diferencia entre el macrismo y el kirchnerismo.

-Última pregunta. ¿Piensa que el Gobierno de Macri tiene posibilidades de ser exitoso, o está condenado al fracaso y a salir en helicóptero de la Casa Rosada?

-Nosotros queremos que le vaya bien a los argentinos, y vamos a colaborar y dialogar lo que sea necesario para que la Argentina avance.