Un dibujante puntaltense causa furor en las redes sociales

Un dibujante puntaltense causa furor en las redes sociales
Nacido en Punta Alta y recientemente migrado a Buenos Aires, Brunancio es un dibujante que, de forma ácida, comenzó a hacer, como él mismo titula “antihistorietas”. Fiel exponente de la generación 3.0, causa furor en las redes sociales y su fanpage en Facebook ya supera los 77 mil seguidores.

“Me cansé de quejarme de las historietas actuales y empecé con esto. Es unisex, una sola viñeta y un monólogo. Es lo que me gusta, que no se encasilla en géneros”, dice.

Su primer dibujo fue un pibito delante de una consola, que al recibir el mensaje Game Lover llega a la misma amarga conclusión que los olvidados Mambrú: a veces gano, a veces no. “Siguieron un par más en esa línea y ví que empezaron a ser exitosos y compartirse. Así me di cuenta de que había encontrado mi lugar”, agrega.

Precisamente por instalarse en la Capital es que a su fuente de inspiración primaria -las redes sociales- se le agregó otra: la sociedad porteña. “Ahora que vivo acá no tengo tiempo para aburrirme. Hay otro proyecto que estoy encarando en el que voy, me tomo una birrita por algún lado y anoto las cosas que escucho en una libreta, para después redibujar y fusionar”.

Por inspirarse en situaciones de la vida diaria –y algunos desengaños amorosos-, asegura que su éxito nace del hecho de captar la cotidianeidad que lo rodea y darle un marco adorable, partiendo de que la gente es mucho más creativa y graciosa de lo que cree. “Mis dibujos son un reflejo de lo que somos como sociedad, pero de la manera más turbia, tierna y ácida. Esos son los elementos clave de lo que hago. La gente misma me inspira: hablo como nosotros, sin filtro, pero con sutileza”.

Brunancio cuenta además con el feedback instantáneo de sus seguidores, no sólo en Facebook sino también en Twitter: “Tenés el recibimiento de la gente en segundos. Siento que ahora estoy en el momento y la generación justa. A todos los que me escriben me tomo el tiempo de contestarles. La gente me cree famoso, pero soy cero careta: soy un pibe de barrio común que sale los fines de semana con la plata que tiene”.

Pese a ese estrecho contacto, el mito sobre su personaje es importante al punto tal que son pocos quienes le conocen la cara: “Me gusta jugar con la imaginación de la gente, por eso no hay fotos mías ni me gusta chapear con lo que hago”.

¿Anonimato y éxito? “A pesar de eso, las pibas escriben igual, me dicen ‘te amo’, otras se van de mambo… ¡sin conocerme la cara! Ahí te das cuenta de que con las mujeres, en tanto tengas actitud y las hagas reir, ya está. Por el lado del humor sigo zafando del psicólogo”, aconseja entre risas.

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