"El Diablo", el extraño compañero del colombiano asesinado a tiros

"El Diablo", el extraño compañero del colombiano asesinado a tiros
Se trata de un "gatillero" nacido en Colombia; ahora lo buscan como el posible entregador; la fiscal Caamaño le tomó anoche declaración a la novia de la víctima, quien se recupera de una herida de bala
Habían pasado pocos minutos de la ejecución de Carlos Gutiérrez Camacho . Su cadáver aún estaba en el asfalto de la bicisenda de los bosques de Palermo cuando su teléfono comenzó a sonar. Atendió un policía y le pidió a su interlocutor que se acercara a la escena del crimen. El hombre aportó un dato que puede ser clave para los investigadores: la víctima y su novia, Solange Trujillo, poco antes del ataque habían estado con otro ciudadano colombiano sólo conocido con el apodo de "el Diablo", que en su país es conocido por su fama de "gatillero".

Ahora, los investigadores del homicidio de Gutiérrez tratan de identificar a "el Diablo" y quieren determinar si escapó de la escena del crimen por temor a que los sicarios lo mataran o porque actuó como entregador.

Así lo informó a LA NACION una calificada fuente de la investigación. "Por lo que dijo la persona que llamó al teléfono de la víctima, «el Diablo» en Colombia tenía fama de «gatillero», lo que en la Argentina conocemos como sicario", explicó el vocero consultado.

Anoche, la fiscal Cristina Caamaño, a cargo de la causa, continuaba tomándole declaración a la novia de la víctima, quien se recupera en el hospital Fernández de la herida de bala que sufrió en el ataque de los sicarios.

"Se maneja la hipótesis de un ajuste de cuentas", sostuvo Caamaño en declaraciones a la agencia de noticias Télam. Todavía no se pudo dilucidar el móvil, pero por cómo sucedió la ejecución los investigadores policiales sospechan que se trató de una venganza con el sello del narcotráfico. Con la represente del Ministerio Público colaboran detectives de la División Homicidios, de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la policía y de la comisaría 51a. de la Policía Federal.

Gutiérrez Camacho y su novia vivían desde hacía por lo menos tres meses en el primer piso de un edificio situado en Hipólito Yrigoyen y Solís, en Vicente López. No tenían auto. Se movilizaban solamente en bicicleta y en taxi.

"Él [por Gutiérrez Camacho] era una persona muy cerrada. No hablaba casi con nadie. Siempre vestía con pantalón bermudas", dijo ayer a LA NACION un hombre que conoció a la víctima cuando se mudó a Vicente López.

A la víctima y a su novia les dispararon desde una moto con una pistola calibre 380 larga, cuando paseaban por la bicisenda de los bosques de Palermo. "Se trata de un arma utilizada por sicarios", afirmó a LA NACION un investigador policial.

El asesino y el cómplice que conducía la moto tenían los rostros cubiertos con cascos negros. Gutiérrez Camacho murió rápido; su novia quedó herida y fue trasladada al hospital Fernández por una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME). Tenía una herida de bala con orificio de entrada en el tórax y de salida en la espalda.

Entre sus pertenencias, Gutiérrez Camacho, de 41 años, tenía un carnet que lo identificaba como fotógrafo, unos gramos de marihuana o ajenjo y pastillas celestes. Aún se desconoce dónde se publican su trabajos. Su novia, de 22, no trabajaba, sólo estudiaba inglés.

"Tenía como actividad la de fotógrafo, aunque no trabajaba para ningún medio", dijo la fiscal Caamaño a Télam.

Sí se pudo establecer por datos migratorios que la primera vez que Gutiérrez Camacho estuvo en la Argentina fue en 1997, cuando arribó en un vuelo de Aerolíneas Argentinas desde Bogotá, Colombia, en agosto de ese año. Cuarenta y ocho horas después, se fue a Australia.

En 2011, la víctima volvió a visitar la Argentina, y vivió por un tiempo en un country de Pilar. Según datos migratorios citados por Télam, Gutiérrez Camacho entró y salió varias veces del país, casi siempre con destino a Uruguay.

La fiscal Caamaño afirmó que la víctima no tenía antecedentes ni en Colombia ni en la Argentina y que su residencia en el país era legal porque "sacó su documentación" en junio pasado.

Según pudo saber LA NACION, los investigadores quieren corroborar que la identidad de la víctima sea la verdadera. No sería la primera vez que un ciudadano colombiano ejecutado en la Argentina se moviera con documentos falsos..

Comentá la nota