La devoción por el Gauchito Gil también se reflejó en Comodoro

La devoción por el Gauchito Gil también se reflejó en Comodoro
Los fieles del gaucho correntino, Antonio Mamerto Gil Núñez, se acercaron al santuario caracterizado por banderas rojas para rezarle y agradecerle. Muchos devotos le pidieron por salud y trabajo para sus familias mientras que una agrupación del barrio Laprida organizó una misa chamamecera.

Las banderas rojas que veneran cada santuario del Gauchito Gil en Comodoro Rivadavia ayer flamearon con más fuerza en un nuevo aniversario de su muerte. Cientos de fieles se acercaron a las ermitas situadas a la vera de las rutas para dar las gracias por haber sido ayudados por el santo popular.

Habitantes de distintos barrios, provincianos de paso por esta ciudad y turistas se tomaron su tiempo para visitar al denominado gaucho milagroso. La principal concentración se desarrolló en el santuario ubicado a unos 100 metros del cruce de las rutas 3 y 26.

Un improvisado escenario que funcionó con la energía abastecida por un generador posibilitó que chamameceros hicieran resonar sus acordeones en su homenaje.

En el ingreso al santuario los devotos depositaron las ofrendas que quisieron compartir con el gaucho correntino. Velas, cajas de vino y cigarrillos fueron los ofrecimientos más comunes.

Juan Aguilera llegó hace dos años desde la provincia de Salta en busca de un mejor porvenir. El hombre junto a un amigo permaneció varios minutos en el santuario de la ruta, frente a la cancha del Club 30 de Octubre. “Pido por mí y mi familia. Nosotros le hacemos una promesa por trabajo y siempre lo conseguimos”, señaló.

Contó que conoció de grande la historia del Gauchito Gil y “donde ande siempre le voy a hacer mi promesa al gauchito. Yo le agradezco por el trabajo que he luchado tanto. Estuve 10 meses ‘changueando’ y ahora entré a una empresa porque yo siempre le pedí”, afirmó.

Mientras tanto, un vecino del barrio Pietrobelli también llamado Juan contó que el domingo junto a su hija y su nieta limpiaron el predio del santuario de la ruta 26 para que quedara todo listo para la celebración de ayer. “El vino yo siempre se lo traigo y se lo dejo. Esto es así, no podés tomar algo de ahí”, explicó indicando hacia el santuario.

FE EN LOS MILAGROS

Karina, quien fue a visitar al gauchito en compañía de su hija Lourdes, de 6 años, y de su padre, comentó que recibió sus milagros. “Soy devota desde que nació mi nena. Ella nació con un soplido en el corazón y le vine a pedir a él para que la ayude. Ahora tiene 6 años y se le curó, se le fue solo. Es como un milagro que hizo el Gauchito Gil”, relató con inmensa alegría en su rostro.

Desde entonces, visita la ermita todos los años para saludarlo. Además, “vengo a agradecer por el trabajo y la salud que tiene mi papá y mis hijos”, narró.

Diego, un vecino del barrio San Martín, tiene tatuado al Gauchito Gil en el antebrazo izquierdo y concurrió junto a su esposa Micaela y su hijo Thiago. “Hace 13 años que visito al gauchito. Cando andaba de mochilero en el cruce de Esquel y El Bolsón le pedí agua al gauchito y después me hice devoto”, contó.

Mientras, María Quete fue una de las organizadoras de la misa chamamecera como vicepresidenta de la Asociación Devotos del Gauchito Gil de Laprida, recordó: “tuve un bebé que nació con capacidades diferentes, en estado vegetativo y el Gauchito Gil al año me lo hizo caminar. Mi hijo falleció, pero lo disfruté 8 años. Cada 8 de enero al Gauchito Gil le hago el festival mientras esté viva”, sostuvo.

También señaló que ya se contactaron con el Vaticano para enviar la documentación médica del caso de su hijo para que sea considerado un milagro y así el gauchito sea reconocido como santo por la Iglesia Católica. “Nos pidieron tres milagros y los conseguimos, pero siempre tiene que estar con los papeles médicos”, argumentó.

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