Deuda. En EE. UU. le ponen adjetivos a la estrategia argentina para negociar

Deuda. En EE. UU. le ponen adjetivos a la estrategia argentina para negociar

En Washington reconocen que la estrategia de la Argentina para resolver su crisis de deuda es inusual. El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que espera sentar un precedente mundial

Operadores y especialistas de contacto frecuente con las autoridades de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro trazan una idea similar al momento de definir la estrategia que lleva adelante la Argentina para renegociar su deuda pública y evitar el default . Creen que el camino que tomó el equipo liderado por el ministro de Economía, Martín Guzmán , es "inusual" , la palabra que sobresale en las conversaciones sobre el país por encima del cuidadoso uso del lenguaje que hacen los funcionarios norteamericanos.

Aunque parezca extraño, es un punto de coincidencia con el gobierno de Alberto Fernández . Después de todo, el propio Guzmán reconoció en el Congreso que buscaba sentar un precedente en esta clase de negociaciones. En caso de tener éxito, nadie le retaceará ese mérito, que por ahora aparece como "desafiante".

La rareza del camino de la Argentina para renegociar la deuda reside, desde la mirada de las autoridades norteamericanas, según reconstruyó LA NACION en diversos encuentros en esta ciudad, en que la Casa Rosada eligió discutir a fondo con los bonistas antes que avanzar en un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) , el camino habitual en esta clase de entuertos financieros.

La regla que siguen los países acuciados por crisis de deuda, según sostienen en Washington, se debe a la legitimidad que le da a los acreedores el hecho de que un organismo como el FMI esté en el medio. Les asegura, por ejemplo, que habrá revisiones trimestrales de sus cuentas públicas a través del denominado capítulo cuatro, algo que la Argentina aceptó aplicar, aunque por ahora no hay precisiones sobre cuándo ocurriría eso.

 

Martín Guzmán y Kirstalina Georgieva, del FMI. Washington aún no entiende por qué el Gobierno de Alberto Fernández negocia primero con los bonistas y deja para después al Fondo. Fuente: Reuters - Crédito: Remo Casilli/File Photo

 

En esta ciudad creen también que saben por qué Economía tomó el camino que tomó. La respuesta es casi de sentido común: los vencimientos con el Fondo son en el mediano plazo, mientras que los pagos a los dueños de títulos públicos deberían ocurrir en semanas. No por común, sin embargo, la decisión argentina es infrecuente.

Los especialistas en deuda sostienen aquí que es una jugada arriesgada porque el Gobierno apuesta todo a llegar a un acuerdo con los bonistas . Si eso ocurre, Guzmán ganará el bronce. Si no, el país habrá perdido meses clave en la carrera para evitar un default. Según el esquema que se puso Economía, al menos una parte de esa respuesta se conocerá a fines de este mes.

El gobierno de Donald Trump no participa de las negociaciones argentinas con el FMI, pero se mantiene informado. La Casa Blanca tiene el voto más grande en el organismo y despliega una política de construcción de confianza con la Argentina. Así lo sostienen quienes estudian las relaciones económicas entre el país del Norte con Latinoamérica, pero también quienes se dedican a analizar la política. En ese punto, el FMI tiene una búsqueda similar al gobierno norteamericano. La relación cercana con Mauricio Macri fue el germen de la desconfianza que les tiene el Frente de Todos. Los primeros meses del nuevo gobierno, entonces, no estarán tanto destinados a negociar los términos de un nuevo acuerdo por parte del Fondo, sino a que la Casa Rosada deje de ver a ambos actores como un enemigo.

En las condiciones actuales de la relación entre la Argentina y el Fondo, quienes hablan con el gobierno norteamericano sostienen que el país podría optar por dos acuerdos: una reformulación del Stand By actual o un Extended Fund Facility (EFF) . Este último contempla plazos de pago más extensos que el primero, pero también reformas estructurales antipáticas para el pensamiento del Frente de Todos.

Llama la atención aquí que la Argentina aún no muestre las cartas con respecto a qué plan económico llevará adelante. Es, consideran, el único camino para saber si cualquier acuerdo para pagar la deuda se puede cumplir en el tiempo.

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