Detuvieron a otros dos policías por el atentado a la casa del gobernador

Detuvieron a otros dos policías por el atentado a la casa del gobernador
Además cayeron una mujer y un joven. Presumen que entre los arrestados se encuentra uno de los partícipes directos de la balacera. Fueron capturados tras siete allanamientos, uno trabaja en la comisaría 10ª y otro en el Comando Radioeléctrico.

Siete allanamientos ordenados por la jueza de Instrucción Nº 5, María Luisa Pérez Vara, en el marco de la investigación del atentado a la casa del gobernador Antonio Bonfatti, ocurrido en Rosario el 11 de octubre pasado, concluyeron ayer con la detención de cuatro personas en distintos puntos de la ciudad. Se trata de una mujer y un joven (presumiblemente partícipe del hecho) y dos policías, un agente de la comisaría 10ª y otro del Comando Radioeléctrico. Respecto de este último, las sospechas apuntan también a la venta de armas de guerra ya que en su casa hallaron un ejemplar con la numeración limada y municiones.

Entre los detenidos figura un joven de 20 años, que se presume habría participado del ataque a balazos a la casa de Bonfatti, ubicada en el barrio La Florida, y una mujer de 45, madre de Emanuel Sandoval (conocido como Ema Pimpi, de 22), a quien le imputaron formar parte del grupo que protagonizó el atentado.

También resultaron detenidos dos policías, cuyas viviendas fueron allanadas. A uno de ellos, agente del Comando Radioeléctrico, le secuestraron una pistola 9 milímetros con la numeración limada y municiones. El otro uniformado reviste en la seccional 10ª. Y a ambos les incautaron las armas reglamentarias y sus teléfonos celulares.

En tanto, al joven le secuestraron un teléfono móvil, una computadora y varios pendrives (memoria externa de computadora), que podrían contener información valiosa para la pesquisa.

Las medidas judiciales, cumplimentadas por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), fueron dispuestas luego de la reciente detención del agente Pablo Espíndola, de 29 años, quien tenía en su poder una pistola Colt calibre 11,25, una de las armas utilizadas (según ratificó la pericia oficial) para atentar contra la casa del jefe de la Casa Gris.

Espíndola, quien cayó el 5 de diciembre, ya se encontraba en disponibilidad desde hacía unos meses y, tras la indagatoria de rigor, quedó formalmente acusado por el hecho, además de formar parte de la organización del ataque a balazos.

Asimismo, le abrieron un sumario por la portación de una pistola que, acuerdo a los informes finales de las pericias balísticas, es una de las armas con las cuales se realizaron los disparos que impactaron en la casa de Bonfatti y, casi un mes después, en el frente del domicilio de Alejandro Franganillo, ex jefe de la desaparecida Dirección de Drogas Peligrosas.

El ataque a Franganillo ocurrió la madrugada del 19 de noviembre en Catriel 674 (Granadero Baigorria). Dos hombres que iban en moto realizaron varios disparos contra la vivienda del ex funcionario. Y no hubo detenidos.

Al ser detenido, a Espíndola se le incautó una credencial policial en la que figuraba con rango de "oficial principal", categoría que no coincide con su condición de simple agente.

Además, fuentes cercanas a la investigación deslizaron que el policía fue apuntado por un testigo clave como quien plantó un arma en un vehículo estacionado frente a la comisaría 10ª, en un hecho confuso que desorientó la pesquisa y se registró 48 horas después del ataque al mandatario santafesino.

El agente está en situación de disponibilidad desde hace meses a raíz de que intentó eludir un retén policial. Y a principios de diciembre fue detenido en el marco de un confuso episodio registrado en el barrio Empalme Graneros.

Alertado por el 911, el Comando Radioeléctrico llegó hasta ese barrio, donde se topó con un Peugeot 206 (de color negro) en plena huida. Pero los uniformados emprendieron una persecución y lo alcanzaron.

El auto era conducido por Espíndola, quien estaba acompañado por otros dos jóvenes. Todos fueron requisados y, cuando se registró el rodado, apareció un arma calibre 11,25 debajo de la pedalera.

Horas después, los dos acompañantes del policía recuperaron la libertad. Y Espíndola terminó en el penal de Piñero, donde permanece detenido.

Las armas utilizadas en el atentado cometido por cuatro personas que se movilizaban en dos motos contra la vivienda del gobernador fueron una pistola 11.25 y otra 9 milímetros.

El frente de la casa de Bonfatti recibió más de diez balazos la noche del 11 de octubre. El socialista estaba junto a su esposa y al menos tres disparos ingresaron al living.

Desmanejos. Pese a que Mollaghan se manifestó "sorprendido" por la información difundida el fin de semana último, otras fuentes eclesiásticas en Roma y Buenos Aires confirmaron la investigación por aparentes irregularidades en el manejo de fondos, supuestos padecimientos psiquiátricos del arzobispo y denuncias de laicos y sacerdotes por "maltrato".

Sin embargo, en la curia rosarina rechazaron que se trate de una intervención, pero los colaboradores de Mollaghan reconocieron que estaban siendo sometidos a una "visita pastoral fraterna" ordenada por la Santa Sede, tal lo consigna ahora el comunicado de la Nunciatura.

Fuentes eclesiásticas puntualizaron que Arancibia se instaló en la capilla Niño Dios, ubicada a escasas dos cuadras de la sede arzobispal, donde mantuvo unas "treinta reuniones" de supervisión con diversos sectores de la organización arquidiocesana.

El dato también fue confirmado por la Nunciatura, que precisó que el arzobispo Arancibia estuvo en la arquidiócesis "del 18 al 22 de noviembre" y "del 10 al13 de diciembre" realizando entrevistas, entre ellas al propio Mollaghan, "los obispos eméritos y a numerosos sacerdotes".

Las fuentes eclesiásticas sostuvieron que la investigación radica en el "descontrol" en el manejo de fondos, una supuesta "insania mental" atribuida por cierto sector al arzobispo y denuncias por "maltrato" tanto de sacerdotes como de laicos.

Arancibia evalúa el caso del presbítero Osvaldo Buffarini, ex párroco en Arroyo Seco, ex titular de Cáritas, quien dejó deudas de casi 2.000.000 de pesos en su paso por la parroquia de Fátima en el barrio Tablada. "Se lo tragó la tierra", dijeron fuentes eclesiásticas, aunque después monseñor Mollaghan precisó que sigue en una capilla de la misma parroquia.

El sacerdote también dejó a la deriva la radio FM Asunción, cuyos trabajadores ahora autogestionan la emisora.

Otras fuentes aseguran que Mollaghan y Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, "se conocen muy bien" por haber coincidido como obispos auxiliares de Buenos Aires en los años noventa y que la relación entre ambos nunca fue la mejor.

Pese a todo, el arzobispo José Luis Mollaghan continúa al frente de la arquidiócesis y recientemente intervino en las conversaciones entre agentes y autoridades provinciales para destrabar el conflicto policial.

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