SALUD DE CALIDAD EN PELIGRO

Más de 200 profesionales del Hospital de Alta Complejidad “El Cruce”, uno de los nosocomios con mayor jerarquía de Latinoamérica, se reunieron en asamblea el miércoles 29 para diseñar un plan de lucha ante la negativa de las autoridades de abrir paritarias.

Los médicos y enfermeros del hospital solicitan un aumento del 32 por ciento con carácter remunerativo y cláusula gatillo para hacer frente a la inflación que, para este año, se prevé que será de entre el 25 y 30 por ciento.

El conflicto comenzó a principio de año, cuando los profesionales exigieron una recomposición salarial. En 2016, el aumento cerrado en paritarias fue del 32 por ciento, quedando 10 puntos por debajo de la inflación. A comienzos del 2017, las autoridades del hospital pidieron a los trabajadores que estudien los acuerdos salariales acordados en la provincia de Buenos Aires.

Se referían al acuerdo firmado por UPCN que aceptó un 18 por ciento de aumento en cuatro cuotas con cláusula gatillo. Los profesionales se negaron y la negociación nunca se abrió. Por el contrario, el lunes 27 las autoridades, por directivas del propio ministro de Salud de la Nación Jorge Lemus, entregaron a los trabajadores un bono no remunerativo de 5.300 pesos, lo cual no sólo era insuficiente y totalmente en negro sino que constituyó una decisión unilateral.

Los médicos y enfermeros, por ahora, descartan un paro de actividades. Sin embargo, analizan llevar a cabo medidas de fuerza. Temen que el deterioro llegue a “El Cruce”, en donde la cuestión salarial no es la única demanda: los trabajadores también exigen que se implemente la carrera hospitalaria y se cumpla con la ley de Insalubridad.

FUNCIONAMIENTO Y ALCANCES POLÍTICOS

El Hospital de Alta Complejidad “El Cruce” fue creado hace casi diez años como respuesta a la necesidad de los habitantes de Florencio Varela, Berazategui, Almirante Brown y Quilmes. Como su nombre lo indica, allí se tratan casos de alta complejidad derivados de los hospitales de gestión provincial “Mi Pueblo” de Florencio Varela; Evita Pueblo de Berazategui; Arturo Oñativia de Almirante Brown; Isidoro Iriarte; el Hospital Subzonal Especializado Materno Infantil Dr. Oller de San Francisco Solano de Quilmes; el Hospital Zonal General de Agudos Lucio Meléndez de Adrogué; el Hospital Subzonal especializado en Rehabilitación Motriz Dr. José Marí­a Jorge de Burzaco y el Centro Integral de Salud, Diagnóstico y Rehabilitación "Julio Méndez"de Bernal.

Si bien, según la propia página de “El Cruce” lo indica, los pacientes son derivados de dichos nosocomios, en los hechos el hospital recibe casos de todo el territorio nacional. Es reconocido como el primer centro de trasplante del país, tanto del ámbito público como del privado, y se especializa en trasplantes cardíacos, renales y hepáticos.

En cuanto al funcionamiento, el hospital se ampara en la ley SAMIC, es decir que es un ente autárquico. “El Cruce” recibe fondos del ministerio de Salud de Nación, en un 70 por ciento, y del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en un 30 por ciento. En consecuencia, a nivel político la influencia de Nación es mucho mayor que la influencia bonaerense, y eso se vio reflejado en los recambios de autoridades que hubo en 2016 cuando el director ejecutivo Arnaldo Medina, quien contaba con la simpatía de la ministra Zulma Ortiz, fue removido.

Lo cierto es que al modificarse el consejo de Administración, cuya presidencia asumió el médico Héctor Sainz, poco margen le quedó a Medina para continuar en el cargo. En su lugar fue nombrado Ricardo Campodónico, un profesional que ya se desempeñaba en “El Cruce”. Héctor Sainz proviene de la Asociación de Médicos Municipales de la Ciudad de Buenos Aires, gremio que se maneja en alianza con clínicas privadas y farmacéuticas de la CABA. Además, es ex presidente de la Caja Previsional, distrito 2.

UN CONFLICTO QUE TENSIONA MINISTERIOS

En los hechos, sin dudas es el ministerio de Salud de Nación el que manda en “El Cruce”, pero no se debe sólo al porcentaje sino a que, según trascendidos, la cartera de Salud bonaerense no estaría aportando el 30 por ciento que le corresponde. No sería el único lugar de gestión compartida en donde la Provincia no pondría un peso.

Sin embargo, el ministerio provincial es el que controla los nosocomios que derivan al hospital en cuestión y es, lógicamente, el encargado de gestionar el sistema de salud metropolitano. En consecuencia, los conflictos que se susciten en el hospital (y si la situación llegare a empeorar) repercuten directamente en territorio bonaerense.

El conflicto salarial en “El Cruce” da cuenta de que, a pesar de ser un año electoral, la gestión Cambiemos, tanto nacional como provincial, no está pensando siquiera en un veranito oportunista. El lema es disciplinar, y al que no le guste que se corra.