La detención de Milagro Sala empieza a dividir aguas en el interior del Gobierno

La detención de Milagro Sala empieza a dividir aguas en el interior del Gobierno

Funcionarios nacionales y bonaerenses prefieren que la justicia jujeña libere a la dirigente para que Macri deje de pagar costos políticos

 

Puertas afuera nadie duda, casi no hay disidencias ni espacio para voces discordantes. Pero por lo bajo pocos desmienten que la dirigenteMilagro Sala se ha transformado en un dolor de cabeza continuo para el gobierno de Mauricio Macri. Y que el desgaste político al que el primer mandatario es sometido en relación con la detención de la dirigente de la Tupac Amaru debería morigerarse de alguna manera.

En la última semana, el secretario de Derechos Humanos bonaerense, Santiago Cantón, pidió por la "libertad" de la líder de la Tupac Amaru, en línea con los reclamos de organizaciones internacionales de derechos humanos. En esa línea, dirigentes cercanos al Presidente comienzan a plantear en voz alta la necesidad de "cambiar de política" en relación con este caso y tomar "acciones concretas" que dejen a salvo al mandatario.

Según pudo saber LA NACION, allegados como el diputado del Parlasur y amigo personal de Macri, Fabián "Pepin" Rodríguez Simón, acuerdan con la necesidad de respetar los pedidos de los organismos de derechos humanos, dejar libre a Sala después de más de un año de prisión sin condena efectiva y evitar que en cada viaje al exterior el Presidente sea interrogado por la detención de la líder de Tupac Amaru, objetada por las Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Una postura que, con matices, también sostendría la canciller Susana Malcorra, además de Cantón, miembro del gabinete de María Eugenia Vidal y el único que lo dice de manera pública.

En medio de esta controversia, una altísima fuente de la Casa Rosada desmintió un presunto intercambio ríspido entre el propio Macri y el diputado radical Mario Negri en la última reunión de gabinete, en la que el primer mandatario le habría hecho saber de su incomodidad con la trascendencia que adquirió el caso Sala en el exterior. La versión fue negada, también, por el propio Negri a LA NACION, pero la duda quedó flotando.

"Es uno de los problemas más complejos que hemos heredado. Pero no hay, al menos dentro de la Casa Rosada, posiciones divergentes con respecto a este tema. La justicia de Jujuy es independiente", afirmaron a LA NACION muy cerca del Presidente.

Un dato es, de todos modos, innegable: el tema volvió a tratarse en la reunión de gabinete, de la que Macri salió reiterando su postura pública: hay que dejar que la justicia de Jujuy trabaje y determine la culpabilidad o inocencia de la dirigente de la Tupac Amaru. "Transmití en la reunión que hay que estar en Jujuy para entender lo que pasa allí, ese estado paralelo que Milagro Sala generó en esa provincia", afirmó Negri a este diario.

La posición del titular del interbloque de diputados radicales escenifica el monolítico respaldo que la UCR brinda al gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, denunciante de Sala desde 2009, cuando fue atacado por dirigentes que respondían a la líder de la Tupac y hoy con alta imagen positiva en las encuestas de su provincia.

"Macri no se quiere pelear con Morales ni poner en riesgo la coalición de gobierno, aunque el tema lo incomoda", afirmó a LA NACION otro de los dirigentes que creen que el Gobierno podría hacer caso a las recomendaciones de la ONU y de la CIDH y promover la liberación de Sala. Otra carta que el Gobierno -y algunos radicales- esperan es alguna manifestación concreta de la Corte Suprema, en relación con el caso. "La Corte puede determinar que Sala no es peligrosa libre ni va a presionar a testigos. Pero, ojo, porque lo mismo podrían argüir los defensores de Lázaro Báez o José López", afirmó un dirigente radical que conoce el caso.

Una eventual medida cautelar de la CIDH o el grupo de trabajo de la ONU -invitado por el Gobierno para que en el mes de mayo fiscalice las condiciones de detención de Sala- dejaría al Gobierno sin más alternativa que disponer la liberación de la dirigente social, aun sin el aval de la justicia jujeña.

"Hay grupos anti-Gobierno que asocian la detención de Sala con la baja de la edad de imputabilidad y la represión a los mapuches. Después es difícil sacarte el sello de gobierno «antiderechos humanos»", reflexionó uno de los rebeldes.

Opiniones divergentesSantiago Cantón

Sec. DD.HH. bonaerense

"A partir de que la ONU y la CIDH lo pidieron, habría que haberla dejado en libertad de acuerdo con el orden jurídico internacional que respetamos"

Mario Negri

Diputado Nacional UCR

"Transmití en la reunión que hay que estar en Jujuy para entender lo que pasaba allí, el estado paralelo que Sala generó antes de que llegara Morales"

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