La Secretaría de Seguridad del municipio, en conjunto con personal policial y el equipo técnico de la Secretaría de Desarrollo Humano, efectuó un relevamiento de las personas que residen en las 23 viviendas sociales que la comuna entregó en el barrio Stella Maris a madres solteras que se encontraban en un estado social de emergencia. Como consecuencia, se detectaron varios casos donde las personas que las habitaban, no eran las que figuraban en el listado inicial.

“Por un requerimiento de la Secretaría de Desarrollo Humano y Familia, debido a varias denuncias recibidas del sector, se realizó un relevamiento en las 23 viviendas sociales, donde residen personas que no debieran, ya que fueron entregadas para madres solteras con hijos”, indicó el secretario municipal de Seguridad, Carlos Marsó.

“Se convocó a personal de la Policía Comunitaria y de la Seccional Segunda, quienes ayudaron en este relevamiento, donde nos hemos encontrado con varias situaciones”, resaltó.

“En algunas viviendas aparentemente no hay moradores, en otras están viviendo personas a las que no les fue otorgada la vivienda. También hay otro caso, donde una señora se concilió con su esposo, se fue y quedó viviendo en el lugar otra persona”, detalló.

Marsó señaló que en primera instancia, se realizará el informe correspondiente junto a la Policía de Chubut, para luego derivarlo al área de Desarrollo Humano y Familia, “quienes tomarán las decisiones pertinentes”.

“En cuanto a las personas que no corresponde que estén habitando las viviendas, ya se las ha intimado para que en un plazo de 48 horas, se presenten en las oficinas del área de Desarrollo Humano y se dictamine cómo se procederá”, aclaró.

RECLAMO ORIGINAL

Hay que recordar que el relevamiento social en el sector responde a un pedido de sus propios habitantes, quienes habían solicitado la intervención municipal en función de reclamos por la calidad constructiva de los módulos adjudicados.

El reclamo original data de mediados del segundo semestre del año pasado, cuando algunas viviendas comenzaron a tener problemas de filtraciones y roturas ante las primeras lluvias registradas tras su inauguración. La empresa adjudicataria de la obra había sido Nitens.