La Justicia federal investiga un desvío de fondos de PAMI Mar del Plata elaborado a través de una empresa fantasma que prestaba servicios odontológicos para los afiliados al organismo estatal. Por esta causa están procesadas cuatro personas y aún resta que se presenten a declaración indagatoria más de 10 funcionarios y otra decena de profesionales que trabajan o trabajaron allí.

Marcela Susano Pagano, Néstor Fabián Pardo, Rubén Carlos Aparicio y Carlos Fabián Pallaro están procesados sin prisión preventiva. Pagano y Pardo por ser considerados “prima fascie autores penales responsables del delito de defraudación cometido en perjuicio de una administración pública (INSSJyP), reiterado en treinta oportunidades”. Por su parte, Aparicio y Pallaro por ser “participes necesarios de la defraudación” cometida, también, 30 veces.

El desvío de fondos salió a la luz cuando la odontóloga Verónica Ruth Carabas denunció ante el INSSJyP que había facturas firmadas con su nombre que prestaban servicios odontológicos a afiliados al PAMI. En principio serían 658 firmas falsas. Carabas no realizó los trabajos facturados al organismo mediante la falsificación de su firma en las planillas presentadas al cobro por las empresas fantasmas administradas por Pagano y Pardo con la ayuda de Aparicio y Pallaro.

En la resolución firmada por el juez federal Santiago Inchausti se detalla que “resulta imposible determinar si se atendieron a los pacientes y si fueron atendidos por un profesional”. Pero se sabe que Carabas no prestó aquel servicio, pero sin embargo se abonaron falsamente, por lo menos, los 658 servicios facturados.

Los procesados utilizaron a Hugo del Pino, un cuidacoches fallecido en el 2005, para usarlo como prestanombre y ser gerente de la empresa fantasma Integradora del Sudeste. Del Pino firmó las autorizaciones para cobrar los supuestos servicios durante años. Después de su muerte, falsificaron su firma hasta el 2008 para seguir cobrando los cheques que el PAMI le entregaba a esta Integradora.

Según las investigaciones de la Justicia, Pardo y Pagano eran los cerebros de esta maniobra mientras que Aparicio se encargaba de cobrar los cheques y llevar la administración de la empresa fantasma.