Después de una década, los congresales del PJ cordobés retornarán a la estructura partidaria

Después de una década, los congresales del PJ cordobés retornarán a la estructura partidaria

El gobernador de Córdoba Juan Schiaretti realizó un gesto político poderoso al confirmar que los congresales de su provincia participarán hoy de la reunión del congreso que se realizará en el microestadio de Ferrocarril Oeste.

Una década atrás, el fallecido dirigente Juan Manuel de la Sota como el propio gobernador actual optaron por tomar distancias del gobierno de Cristina Fernández, adoptando un esquema provincialista, en el marco de profundas disidencias. El peso de Schiaretti fue determinante en la victoria de Cambiemos en 2015, y eligió la prescindencia en las elecciones nacionales de 2019. Estos antecedentes le confieren aún mayor relevancia a este giro drástico, que en la práctica implica un retorno no sólo al PJ, sino también su inclusión en el Frente de Todos.

Es cierto que el gobernador cordobés no la tiene fácil en la interna de su provincia, ya que el partido está dividido en cuatro sectores, y sólo el propio reconoce su liderazgo. Los otros tres son el delasotismo, el cristinismo y el peronismo que presenta como referencia al senador nacional Carlos Caserio. 

Schiaretti se encuentra en una situación incómoda, ya que su continuidad en la gobernación caducará en 2023, y los otros tres sectores ya están incluidos desde la campaña electoral en el Frente de Todos. Por esto debió recurrir al pragmatismo y anunciar la participación de todo el arco partidario en el congreso de Ferro del próximo jueves, donde se tratará de cerrar una lista única para la designación de las nuevas autoridades nacionales. 

La reincorporación de Schiaretti significa una victoria política significativa del presidente Alberto Fernández, en el marco de su proyecto de obtener la reunión de la totalidad de las facciones partidarias en el marco de su gestión, adoptando una estructura federal. 

Mucho le debe a este retorno cordobés a la gestión del ministro del Interior, Wado de Pedro, quien viene trabajando insistentemente desde hace tiempo para convencer a Schiaretti de dar la vuelta al pago. Una tarea silenciosa y consecuente que hoy dio sus frutos. 

En el PJ esta decisión ha sido interpretada como un indudable “mensaje de acercamiento político a la Casa Rosada” y, en particular, al presidente Alberto Fernández. También puede interpretarse como la confirmación del debilitamiento de la autoridad de Schiaretti dentro de su propia provincia, que conlleva el fin del provincialismo aislacionista.

El congreso nacional partidario a realizarse hoy tiene una importancia estratégica fundamental que excede, con mucho, al propio PJ. Los dos candidatos autopostulados son el actual presidente del partido, José Luis Gioja, avalado por una serie de gobernadores e intendentes, y Jorge Capitanich, que cuenta con el visto bueno de Cristina Fernández. Muchos piensan que una elección interna podría generar un malestar que, en algún momento, podría llegar a repercutir en el propio gobierno nacional. Por esta razón ya han sido varios los referentes de primer nivel que han tratado de convencer a Alberto Fernández de que se convierta en el artífice de la unidad partidaria, asumiendo también la presidencia del partido.

Hasta ahora, el presidente argentino ha declinado esos ofrecimientos, argumentando que prefiere concentrarse en la difícil tarea que debe afrontar a nivel nacional. Pero no son pocos los que están esperanzados con que, a último momento, puedan convencerlo de modificar su opinión, para consolidar la estructura partidaria. 

De este modo, el juego está abierto todavía, al menos hasta mañana, cuando los congresales del PJ comiencen a resolver este dilema que viene postergándose desde hace varios años.

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