El hallazgo del cuerpo fue luego de la autoincriminación de un acusado, apodado "Chavito". En esa declaración en sede policial, este joven se hacía cargo de haber participado de un ataque criminal, tras una "fiesta" con drogas. También mencionaba a otros implicados y señalaba un lugar de descarte del cuerpo.

En un par de días, la causa devino en detenciones. Se dijo que a Melina la habían llevado a un templo umbanda para someterla a una fiesta sexual donde la terminaron matando a golpes.Se llegó a decir también que el templo o lugar de cautiverio era la casa de un tal Toto, de 16 años. Luego en escena apareció una testigo de nombreMelody, quien hizo un relato impactante de la operatoria criminal.La testigo que aseguró haber visto cómo atacaron a golpes a Melina para luego descartar su cuerpo, dijo que a ella no la tocaron. Sólo la amenazaron y no la dejaron salvar a su amiga. Nunca quedó en claro por qué no la mataron a ella, y dejaron viva a una testigo presencial.También con los dichos de Melody se detuvo al Pai César Sánchez, un hombre que había estado recorriendo canales de televisión hablando del posible vínculo del caso con la pista religiosa.Increíblemente, tras su peregrinar televisivo terminó preso porque Melody lo señaló como el pai que descartó el cadáver. 

"Otros presos lo escucharon a Chavito hacerse cargo del homicidio"

Lo concreto es que por el caso terminaron presos Chavito, Narigón, el menor Toto y el pai.Luego en un fallo de la Cámara de San Martín se ordenó la libertad de todos y se cuestionó la investigación de la fiscal. "Ni siquiera se pudo probar la fecha de la muerte, ni siquiera si fue un crimen", dijeron los jueces con dureza.Ahora, esa misma pista que no condujo a nada, se retoma. Todos serán indagados otra vez. Dicen que otros presos lo escucharon a Chavito hacerse cargo del homicidio.Lo más probable es que los acusados se mantengan en sus dichos. Pasado casi un año, el lugar del ataque no fue descubierto, ni la mecánica de la muerte tampoco. La verdad, parece inalcanzable