Del desplazamiento de Vidal, a la posible destitución de Tellechea

Del desplazamiento de Vidal, a la posible destitución de Tellechea
La crisis institucional que está transitando el municipio de Necochea y que mañana podría sumar un nuevo capítulo con la posible destitución del intendente Horacio Tellechea, tiene un antecedente de similares características en el segmento democrático iniciado en 1983. Hace 22 años, luego de un traumático proceso, quedó firme la destitución del entonces jefe comunal, Horacio Alfredo Vidal, tras no haber hecho lugar la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires al recurso que oportunamente presentara.
Los casos de Tellechea y Vidal tienen aristas parecidas, ya que en ambos las comisiones investigadoras detectaron irregularidades de tipo administrativo que finalizaron en cargos calificados como graves.

Mientras Tellechea (Frente para la Victoria) accedió a la jefatura comunal el 7 de diciembre de 2011, Horacio Alfredo Vidal (Partido Justicialista) lo hizo el 13 de agosto de 1988, remplazando al fallecido trágicamente Domingo José Taraborelli, dado que era el primer concejal en la línea sucesoria.

Transcurría el mes de septiembre del año pasado cuando desde la bancada de concejales de la Unión Cívica Radical se planteó el tema que sería el disparador de la posterior comisión investigadora a Tellechea. Se trata de la compra de aparatología hospitalaria con un subsidio de dos millones de pesos otorgado por el Ministerio de Salud de la Nación.

En el caso de Vidal, a menos de seis meses de haber asumido, los propios ediles del justicialismo denunciaron ante la Justicia irregularidades en la balanza municipal, consistentes en maniobras para eludir el control de cargas mediante “tarjetas amarillas”.

Luego le fue retirado el respaldo político que le brindaba quien entonces era senador provincial, Miguel Angel García, alejándose funcionarios como Héctor Ismael Llarías.

La crisis se agudizó cuando, el 17 de mayo de 1989, la presidenta del Concejo Deliberante, Diana Gutiérrez de Trigo, solicitó la renuncia de Vidal.

Investigadora

Transcurría la madrugada del 29 de mayo de 1990 cuando el cuerpo legislativo local, por unanimidad, creó una comisión investigadora para que analizara las deudas del municipio con la Eseba por consumo de gas, y con la Usina Popular Cooperativa por atrasos en los pagos de las facturas de electricidad. También debía estudiar las deudas de la comuna con el IPS, IOMA y Fonavi.

El 14 de septiembre de 1990 fue interpelado el secretario de Obras y Servicios Públicos, Carlos Samprón, en representación de Vidal, quien había sido citado por supuestas anormalidades en la provisión de tosca a una empresa privada.

Vidal fue suspendido por el Concejo Deliberante el 8 de octubre de 1990, tras calificarse como “graves” las faltas, al tiempo que se designó a Julio Eugenio Magnaterra (PJ) para que se hiciera cargo del municipio.

El jefe comunal desplazado fue notificado al día siguiente cuando se encontraba pescando en Costa Bonita, lugar al que concurrió el secretario del HCD, Hugo Blasco, junto al escribano Víctor Hugo Carbajal y autoridades policiales.

En diciembre de 1990 se agregaron otras 11 faltas graves que se sumaron a las 16 iniciales.

Contrariamente con la actitud que adoptó Tellechea, de no concurrir a presentar su descargo y remitir un escrito, Horacio Alfredo Vidal asumió la determinación de presentarse el 28 de diciembre de 1990, en compañía de su abogado Julio Romero. Se rechazó la recusación de los ediles Luis Raffaghelli y Mario Ferrari, en tanto que Oscar Serrano votó en contra y Julio César Amat se abstuvo.

A las 2.10 de la madrugada del 3 de enero de 1991, el Concejo Deliberante destituyó a Vidal por “graves transgresiones” cometidas por su administración. La decisión fue adoptada por 15 votos a favor, dos en contra (Serrano y Néstor Omar Fernández, ambos del PJ) y la abstención de Amat.

Sin embargo, la Suprema Corte de Justicia repuso a Vidal en el cargo en forma provisoria el 19 de febrero de 1991, pero el máximo tribunal le dio la razón a la comisión investigadora el 26 de marzo de ese mismo año, cuando se pronunció sobre la cuestión de fondo.

Julio Eugenio Magnaterra (antes había sido Intendente desde el 9 de octubre de 1990 al 21 de febrero de 1991), continuó en la jefatura comunal desde el 27 de marzo de 1991 hasta el 13 de diciembre de ese año, cuando se concretó la transferencia de la administración a José Antonio Aloisi (PJ), electo en los comicios de dos meses antes.

Aristas parecidas en los cargos

Entre las objeciones formuladas a Horacio Tellechea figura la falta de respuesta a minutas de comunicación, uno de los cargos considerados “graves” ahora y que también tuvo esa calificación en la administración de Horacio Alfredo Vidal.

También existen aspectos de manejo económico en ambos casos y, además, aparece la playa de estacionamiento de camiones de Quequén, como otro hecho más en común.

Mientras a Tellechea se le adjudica haber otorgado concesiones en forma directa de instalaciones del polémico sector, a Vidal se le endilgó la utilización de maquinaria municipal y tosca para calles y acceso de ese predio, por entonces explotado por la empresa Lingas.

Al margen de los “yerros administrativos” que Tellechea reconoció en la compra de aparatología hospitalaria, la reciente comisión investigadora enumeró en su contra las anomalías en la habilitación de la playa de estacionamiento Diente de León de Quequén; el cobro indebido y falta de contrato con una empresa de remolques privada; el uso indebido del patrimonio municipal; el desmantelamiento y la falta de puesta en marcha del Juzgado de Faltas Nº 2; la compra directa de cuatriciclos; el horario de la sala de bingo contrariando una ordenanza en vigencia; una obra en un camino rural; la obstrucción de la investigación y la falta de pago de salarios al ex intendente Daniel Molina y ex funcionarios de la anterior administración.

¿Por qué seguirá en el cargo?

Cuando Horacio Alfredo Vidal fue suspendido el 8 de octubre de 1990 debió dejar el cargo y lo mismo cuando fue destituido el 3 de enero de 1991, dado que, contrariamente con lo que sucede en la actualidad, las medidas adoptadas resultaban de efectivo cumplimiento.

En cambio, ahora el artículo 263 bis de la Ley Orgánica de las Municipalidades determina lo opuesto. Por este motivo, Horacio Tellechea pudo permanecer en el cargo cuando fue suspendido y también se mantendrá a partir de mañana, en caso de resultar destituido. Esto acontecerá hasta que la Suprema Corte de Justicia se pronuncie sobre la cuestión de fondo.

“La promoción del conflicto suspenderá la ejecución de la medida adoptada la que no hará ejecutoria hasta la resolución definitiva del mismo o el transcurso del plazo para su interposición, el que será de cinco días”, indica el mencionado artículo.

Sesión cerrada

La sesión especial del Concejo Deliberante en la que fuera destituido Horacio Alfredo Vidal no fue abierta, sino que se llevó a cabo bajo un estricto control policial.

Solamente pudieron acceder los empleados del cuerpo legislativo, de los respectivos bloques y los periodistas.

Mañana ocurrirá lo propio, dado que se adoptó el mismo criterio, aunque en este caso se colocará una pantalla en las puertas del municipio, para que allí se refleje lo que acontezca en la sala de debate.

Como lo anticipó el propio Tellechea, declinará de presentarse para defenderse, habiendo adoptado la decisión de remitir un escrito a través de sus asesores legales.

Primer pronunciamiento y apelación a la Nación

La convalidación de la destitución de Horacio Alfredo Vidal constituyó el primer pronunciamiento desde la sanción de las modificaciones a la Ley Orgánica de las Municipalidades en 1991, en tanto que en la región, en esa misma época, se había registrado el desplazamiento del intendente de Balcarce, Carlos Báez, por no responder los requerimientos del Concejo Deliberante.

Vidal manifestaba por entonces que evaluaría una presentación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, interpretando sus abogados defensores que debía continuar en el cargo hasta que se expidiera este tribunal.

Se mencionaba que, en caso de suceder lo apuntado, podría registrarse una situación similar a la de Morón, municipio en el que hubo dos intendentes en la misma jornada.

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