La designación de Zannini como vice de Scioli cayó muy mal en la Justicia Federal de Salta

La designación de Zannini como vice de Scioli cayó muy mal en la Justicia Federal de Salta

 El secretario de legal y técnico de la Presidencia es considerado persona no grata en los tribunales

SALTA.- Lo consideran responsable directo de la no designación de Julio Leonardo Bavio como juez federal 1 de Salta, un cargo clave en el ámbito político por tener incluido la competencia electoral, siendo a su vez este condimento la manzana de la discordia entre la Provincia y la Nación.   Desde 1997, cuando se produjo la salida de Abel Cornejo como titular de ese juzgado, el Consejo de la Magistratura de la Nación no ha podido cubrir ese cargo formalmente, pues desde que quedó vacante los que ejercieron esa función lo hicieron a título de jueces subrogantes.   El primero en tener esta función fue casualmente el abogado Horacio Aguilar, ex secretario de Cornejo y posteriormente juez federal designado en Jujuy. Ante la vacante, Aguilar comenzó a suplir a su ex jefe, quien abandonó esa función para ocupar un cargo como juez de Corte en la Provincia.   Con un reconocido nexo de amistad con el gobernador, Juan Manuel Urtubey, el juez Aguilar parecía ser la persona indicada para remplazar a Cornejo, considerado dentro de la justicia federal como una persona complicada.   Aguilar no tardó en instalarse en el despacho de Cornejo y posteriormente también como integrante de la Cámara Federal de Apelaciones, relegando casi por completo su cargo natural en la justicia federal de Jujuy, para la cual había concursado.   Confiado en sus dotes y en el respaldo de su amigo gobernador, Aguilar esperaba que el concurso para convertirse en juez federal 1 de Salta sea un trámite, sin embargo, no lo fue. Su postulación fue impugnada por el nieto del ex gobernador, Miguel Ragone, quien lo hizo a pedido de un ex juez de ese fuero, en una de sus últimas maldades.   Esta denuncia sumada a otros llamados que este ex juez federal hizo a algunos amigos en el Consejo de la Magistratura estropeó el deseo de Aguilar de quedarse con ese cargo, por lo que molestó con los vaivenes de la magistratura pateó la puerta y abandonó la justicia federal para poner en marcha su propio buffete.   En su lugar, el cargo del juez federal 1 fue asumido por Julio Leonardo Bavio, quien lo hizo como subrogante hasta la fecha. Impulsado por Aguilar, ya desde afuera de los tribunales y con un nexo más fuerte como abogado del gobernador, Bavio no tardó en aspirar a quedarse oficialmente con ese cargo por medio de un concurso.   Tras hacer algunas maniobras para desacomodar a algunos contrincantes, Bavio logró quedar en la terna, la cual fue elevada a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, quien posteriormente elevó al Senado de la Nación el pliego del joven abogado salteño, quien ya se frotaba las manos como juez federal 1.   Intervención inesperada   Cuando todo parecía solo cuestión de tiempo, la designación de Bavio entró en una etapa incierta, siendo responsable de ello nada más y nada menos que el secretario legal y técnico de la Presidencia de la Nación, Carlos Zannini.   Según lo que se pudo saber, por distintas fuentes dentro del Senado de la Nación, Zannini estaba o está molesto con Urtubey. Entre los motivos, algunos dijeron que fue por cierto acercamiento del gobernador salteño a la figura de Mauricio Macri y Sergio Massa, hechos que no se le escapan a este comisario político, cuyo título lo tiene bien ganado por su ojo minucioso.   Otras fuentes, en tanto, ligaron este cortocircuito con un pacto entre Zannini y Juan Carlos Romero a cambio de algunos votos que el oficialismo necesitaba para la sanción de leyes claves para el kirchnerismo, pero que estaban todavía en riesgo por la falta de quorúm.   Como sea, el poder de Zannini no tardó en quedar de manifiesto, pues el secretario legal y técnico bajo el pulgar dentro del Senado de la Nación rechazó darle el acuerdo que necesitaba Bavio para finalmente ser juez federal 1. Algunos senadores por Salta vigentes en ese entonces, entre ellos Agustín Pérez Alsina, reconoció que había sucedido algo inesperado en el concurso de Bavio e incluso sostuvo que el asunto fue informado a Urtubey, a quien le pidieron que hiciera algo al respecto.   No se sabe si finalmente Urtubey intervino. Lo que sí quedó claro fue que si lo hizo, sus palabras no tuvieron eco, pues Zannini logró su cometido y la presidenta ordenó retirar el pliego de Bavio del Senado, siendo esta acción inédita para la Presidencia de la Nación.   ¿Qué sabía Zannini para frenar la designación de Bavio? ¿Fue Bavio el pato de la boda de un acuerdo con la oposición? O acaso se trató de un escarmiento del ahora candidato a vicepresidente al joven gobernador Urtubey, quien sigue en sus intento por lograr que Bavio se quede con ese puesto, un desafío ahora más difícil que nuca, pues de ganar la fórmula oficialista, el comisario político tendrá no sólo más poder, sino el manejo absoluto del Senado de la Nación, sin el cual Bavio, Aguilar ni Urtubey lograrán imponerse.

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