La designación de Mayans, un triunfo de Cristina

La designación de Mayans, un triunfo de Cristina

La expresidenta logró evitar la cohabitación de dos bloques del peronismo en el Senado

 

Se acabó el albertismo". Con esas escuetas palabras, un senador peronista describió el final de la "resistencia" peronista a someterse a la conducción de Cristina Kirchner y reconoció, así, el triunfo político de la expresidenta. No solo terminó con la idea de la cohabitación de dos bloques oficialistas, sino que también eligió a quien conducirá la futura bancada unificada del Frente de Todos.

El designado para el cargo es el formoseño José Mayans, hombre del gobernador Gildo Insfrán, pero, sobre todo, uno de los más férreos opositores a la política de "oposición racional" que encarnó Miguel Pichetto al frente del Bloque Justicialista.

La presentación en sociedad del nuevo bloque se realizaría el martes próximo, un día antes de la sesión preparatoria en la que jurarán los nuevos senadores. Ese día se conocerá el resto de los casilleros de la conducción de la Cámara alta, como la presidencia provisional y las secretarías parlamentaria y administrativa, cargos que también serán elegidos por Cristina Kirchner.

La designación de Mayans por parte de la vicepresidenta electa significa una dura derrota para Carlos Caserio (Córdoba), quien desde hacía un par de semanas venía sosteniendo que el oficialismo tendría dos bloques en el Senado: uno que respondería a los gobernadores y a Alberto Fernández, que es el que preside el cordobés, y otro alineado con Cristina Kirchner.

Así lo vivieron varios de los legisladores que alentaban a Caserio a tratar de mantenerse independientes del verticalismo de la expresidenta, quienes ayer todavía masticaban bronca y no escondían su decepción de la actitud de Fernández. "Nos quitó el banquito, nos dejó colgados del pincel", afirmó un veterano dirigente.

Para este sector, la designación de Mayans fue también una clara señal política de quién toma las decisiones en el binomio que ganó las elecciones de octubre último. Sostienen que la decisión de unificar los bloques en el Senado se la arrancaron Cristina y Máximo Kirchner a Fernández en la reunión del lunes último en la casa de la expresidenta.

Peronistas y pragmáticos a fin de cuentas, el malestar generado por la decisión de Fernández de ceder a los deseos de su compañera de fórmula no se traducirá en una nueva fractura en el peronismo. "No hay lugar para romper nada, al final quedamos cinco o seis", afirmó un legislador norteño a LA NACION, reconociendo que el kirchnerismo les había restado base de sustentación. "Además, viste lo crueles que son estos tipos: te dejan en el desierto con una anchoa", agregó, gráfico, el legislador.

 

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