Con el desdoblamiento en duda, el oficialismo alienta la aplicación de la boleta única de papel

Con el desdoblamiento en duda, el oficialismo alienta la aplicación de la boleta única de papel

Luego del mensaje emitido por la mesa chica del Pro, la idea de adelantar las elecciones provinciales pierde cada vez más fuerza. En su lugar, avanza otra alternativa que le permitiría a Cambiemos asegurarse una victoria.

A medida que pasan los días, la idea de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales pierde cada vez más fuerza. Primero, fueron los propios legisladores que integran la Bicameral, que pusieron en duda la implementación de este mecanismo, teniendo en cuenta que para ello se necesita una reforma constitucional.

A este contexto hay que agregar las feroces críticas del Partido Justicialista, con el kirchnerismo incluido, que cuestionaron en duros términos la intención del oficialismo de adelantar los comicios, por miedo a perder el mayor bastión que posee.

Por ello, desde Cambiemos ahora analizan avanzar en otro sentido, que evitaría los dolores de cabeza que interpone el intrincado mundo jurídico: la boleta única de papel. 

"Ojalá se pudiera concretar ese mecanismo, sería un avance ya que ahorra costos, garantiza que tengan alternativas en todos los lugares, fortalece el desarrollo electoral y da más garantías", argumentaron desde las más altas filas del radicalismo bonaerense.

Pero, ¿en qué consiste este sistema? La boleta única de papel es una grilla en donde se encuentra toda la oferta electoral. En ella se disponen las diferentes categorías electivas y los candidatos en forma de cuadrícula. 

La boleta es entregada al elector en la mesa del votante, por lo que no es posible ni el robo de boletas ni la introducción de boletas falsas de algún partido. Luego, el elector realiza su selección haciendo marcas en las opciones correspondientes; la dobla y la deposita en una urna.

De esta manera, se abaratan los costos de impresión de las miles de boletas por cada partido político (o frente electoral) y, además, no es necesaria la implementación de sobres.

Este mecanismo fue implementado en la Ciudad de Buenos Aires en los comicios de 2015, pero a nivel electrónico, un sistema que recibió numerosas críticas por su vulnerabilidad. Al ser de papel, se evitaría cualquier tipo de maniobra sospechosa. 

La Cámara Nacional Electoral, incluso, se ha pronunciado al respecto en una resolución de agosto de 2017 indicando que la BUP “carece de los riesgos de los dispositivos informáticos y es, de hecho, el sistema más utilizado en todo el mundo”.

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