Las posibilidades de una readecuación del ordenamiento territorial bajo la ley de bosques en la provincia parecen desvanecerse. Ante el pedido de las entidades rurales para que se amplíe la superficie de producción en Salta, la respuesta oficial deja más dudas que certezas.

La mirada está puesta sobre las 5.300.000 hectáreas de bosques nativos protegidas por la norma nacional, que fueron categorizadas de valor de conservación medio (de rango amarillo), es decir que no se pueden utilizar para desarrollos agrícolas y ganaderos intensivos. Esas tierras, que equivalen a la superficie de Jujuy, comprenden gran parte del Chaco salteño, el área más postergada de la provincia.

En una entrevista publicada ayer en El Tribuno, el ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio Bergman, fue determinante en afirmar que los terrenos restringidos "no van a pasar de amarillo a verde", a la categoría en la que pueden desarrollarse emprendimientos agroganaderos, que serían una vía de solución a la pobreza estructural de Rivadavia.

En la misma línea, el secretario de Industria de la Provincia, Diego Dorigato, le dijo ayer a El Tribuno que "no hay que hablar de pasar de amarillo a verde sino del manejo del amarillo". Se refirió de esa manera a las alternativas de producción que no implicarían deforestaciones, como el manejo de bosques con ganadería integrada.

De todas maneras admitió que esas iniciativas aún están en una etapa "teórica".

"Hay que bajarlas a la práctica. Las experiencias con las que se cuentan son muy chicas, que no sé si sirven para decir que ese tipo de manejo es válido", dijo el secretario.

Rendiciones atrasadas

El contexto en el que habló Dorigato no puede soslayarse. Fue en una reunión del Consejo Económico Social, donde se fijan lineamientos para el desarrollo de la provincia. Ese encuentro estuvo encabezado ayer por el coordinador del Plan Belgrano Productivo, Federico Fernández Sasso, quien expuso sobre los ejes del programa que dirige.

Consultado sobre cómo se compatibiliza el plan de desarrollo productivo que vino a presentar con los límites del ordenamiento territorial, el funcionario nacional tiró la pelota al Gobierno local.

"La realidad es que la definición respecto el ordenamiento territorial de Salta le corresponde a la Provincia", aclaró Fernández Sasso.

También ponderó las técnicas alternativas ganaderas en los bosques protegidos, que, como dijo Dorigato, están en etapa de experimentación. Desde luego, esas opciones aún no son atractivas para las inversiones de los productores y la posibilidad de generar trabajo genuino en el norte salteño se siguen postergando.

Mientras tanto, poco se sabe sobre los controles que se hacen sobre los desmontes ilegales en las áreas protegidas de Salta. Una referencia se encuentra en un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN) publicado en mayo de 2014. El documento advierte sobre la deforestación de más de 126 mil hectáreas que en el ordenamiento territorial de bosques de Salta habían sido pintadas de rojo y amarillo.

El informe de la AGN también devela que, en el tiempo auditado, fueron deficientes los mecanismos de rendición de cuenta que exige la ley de bosques para que la Nación derive fondos para ayudar a los productores afectados por el ordenamiento territorial y para el control de los bosques de Salta. En ese sentido, Bergman declaró ayer que la Provincia es uno de los distritos que no están al día con las rendiciones.