Desde octubre la base monetaria se expandió $140.000 millones y presiona el dólar al alza

Desde octubre la base monetaria se expandió $140.000 millones y presiona el dólar al alza

Pese al congelamiento de las tasas de Lebacs, en diciembre la base monetaria se amplió $60.000 millones.

La política monetaria contractiva que Federico Sturzenegger inauguró en el Banco Central (BCRA) desde octubre viene perdiendo su sesgo.

En la primera etapa de la gestión, Sturzenegger apostó a la reducción de agregados monetarios con una altísima tasa de Lebacs (Letras del Banco Central), y hasta mayo logró una reducción de la base monetaria por $53.300 millones. Con esto, entendían en el gobierno, lograban ponerle el cascabel al gato y comenzar el sendero descendente tanto de la tasa de interés como de la inflación.

 

Sin embargo, presionado por la falta de reactivación económica, Sturzenegger en noviembre decidió bajar la tasa de interés en 2 puntos porcentuales en un gesto a Macri, pero los resultados no fueron los esperados, el desarme de posiciones en Lebacs se tradujo en una cada vez mayor demanda de pesos, pero no necesariamente en un aumento del consumo. Más bien cada vez más la demanda de pesos en las licitaciones de Lebacs se da media vuelta y en la siguiente ventanilla se convierte en demanda de dólares.

 

Así, pese a haber dejado inalterada la tasa de interés en 24,75% por segunda semana consecutiva, la demanda de Lebacs volvió a caer y este martes la base monetaria se amplió en $28.320 millones. La semana anterior la expansión había sido de $29.309 millones incluso con la tasa congelada. Es decir que en solo dos semanas la base se amplió más de $57.600, más de lo que a Sturzenegger le costó 5 meses reducir. Desde luego, inflación mediante, los números no son comparables.

 

Pero si se tiene en cuenta que en noviembre la base monetaria se amplió $40.129 millones y en octubre otros $25.622 millones, en las últimas siete semanas, el Banco Central, vencimiento de Lebacs y operaciones en el mercado secundario mediante, amplió la base monetaria en $138.477 millones a un ritmo cada vez más acelerado.

 

Como explicó a LPO el economista y profesor de Finanzas de la UTDT, Federico Furiase, esta aceleración responde a la superposición de dos fenómenos: por un lado, la alta demanda estacional de pesos en diciembre y, por otro, que la actual tasa de interés de las Lebacs es poco atractiva por la suba del dólar, incluso si es positiva cuando se la compara con la inflación esperada.

 

“Luego del freno en la baja de tasas del BCRA frente al aumento en el margen de las expectativas de inflación, con los indicadores de inflación de alta frecuencia que sigue de cerca el BCRA aumentando muy en el margen (desde 1,53% mensual el 7 de noviembre a 1,70% mensual el 1 de diciembre) y las expectativas de devaluación subiendo un escalón frente a la presión sobre el dólar, el BCRA aún no tiene argumentos a favor para retomar el recorrido bajista de la tasa de interés de referencia”, explicó Furiase.

 

'Lo ideal sería, desde el lado de la política monetaria, que esa expansión de la liquidez empiece a tener como contrapartida mayor relevancia de la demanda de consumo que reactive la actividad', dijo Furiase.

En este sentido, la clave es poder saber cuánto de esta demanda nominal de dinero, va a ahorro en otros activos, como el dólar y cuánto va a consumo. Con caídas en las ventas del fin de semana largo, la segunda opción no se avisora como la mayoritaria. 

Por el contrario, las compras de divisas se dispararon en noviembre y llevaron al dólar a un precio inédito de $16,45, por la volatilidad de las expectativas de tasas de interés en Estados Unidos y el desarme de las posiciones de carry trade -incluso con la contención de los dólares que el Tesoro necesita vender para hacer frente a los gastos corrientes crecientes de fin de año.

 

De hecho, la tasa que rinden las Letras del Tesoro (Letes) en dólares (3% anual) sumadas a las expectativas de devaluación (entorno al 24% anual por la tasa implícita del contrato de dólar futuro a marzo), “en un contexto de altos vencimientos de letras del BCRA (vencieron en torno a $92.400 millones en la licitación de este martes), le ponen presión a la tasa de interés de la Lebac requerida para no convalidar una expansión de la base monetaria en la licitación de letras , en un mes que tiende a tener mayor estacionalidad en la demanda nominal de dinero”, explicó Furiase, quien consideró que el Banco Central seguirá haciendo primar la cautela.

“Lo ideal sería, desde el lado de la política monetaria, que esa expansión de la liquidez empiece a tener como contrapartida mayor relevancia de la demanda de consumo que reactive la actividad, si bien puede generar un presión sobre la inflación. A diferencia del exceso de liquidez se vaya a salida de capitales o a dolarización de la cartera (de inversiones), que puede tener el mismo efecto sobre las expectativas inflacionarias, pero sin impacto en la reactivación”, estimó el economista.

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