Desde 2018 la tarifa de agua domiciliaria será medida

Desde 2018 la tarifa de agua domiciliaria será medida

Antes de instalar los medidores OSSE realizará estudios que permitan crear una tarifa "justa y razonable" dijo el presidente de la empresa. Este año se avanzará con el diseño del sistema de facturación. También pondrán en marcha una campaña de información para difundir los cambios que se avecinan.

 

La empresa Obras Sanitarias decidió avanzar a paso firme con la implementación de un cambio categórico en el sistema de facturación del servicio de agua corriente.

Tal como ya ocurre en el caso de los comercios, de las industrias y de algunas propiedades horizontales, dentro de algún tiempo más, todos los usuarios residenciales deberán pagar por cada metro cúbico que consuman.

“Esto no sucederá en lo inmediato”, aclaró el presidente de la empresa, Mario Dell´Olio.

“Primero se realizarán trabajos de consultoría, campañas de información y concientización y algunas inversiones para que el nuevo sistema entre en vigencia durante el año 2018”, le aclaró el funcionario a LA CAPITAL.

Pero la novedad consiste en que varias de esas cosas ya comenzaron a suceder.

Esta semana OSSE dio a conocer que el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) financiará un proyecto para que la empresa diseñe el nuevo cuadro tarifario que será implementado en los hogares de Mar del Plata y de Batán.

“Se van a hacer estudios con el objetivo de crear una tarifa que garantice que la empresa no se desfinancie y para que el valor del servicio sea justo y razonable para los vecinos”, explicó Dell’Olio.

“Con este trabajo iniciaremos el proceso de transición”, agregó.

El funcionario dijo que el desafío “es importante” y que por eso requerirá de un trabajo “muy cuidadoso”.

Por esa razón los estudios serán realizados a través de una consultoría que, según anunció el gobierno nacional, será licitada por el Enhosa.

“No vamos a pasar de un sistema al otro de manera automática. Antes de hacerlo prepararemos el terreno para crear una tarifa que esté adaptada a nuestra idiosincrasia, a las necesidades de la ciudad y a sus consumos”, explicó Dell Olio.

Actualmente Obras Sanitarias aplica en los hogares el régimen impuesto Obras Sanitarias de la Nación que contempla como variables la superficie, la zona, la calidad y la antigüedad del inmueble.

La empresa dejará atrás este sistema para que cada cliente empiece a pagar efectivamente por lo que consume.

Si bien esta tarifa ya es utilizada entre algunos clientes, Dell’Olio insistió en la necesidad de producir el cambio “de manera ordenada” para que surjan sorpresas.

“En los años ’90 la empresa lo intentó hacer pero el resultado fue muy malo por falta de planificación”, recordó. En aquella ocasión los medidores de agua aparecieron de la noche a la mañana en algunos barrios de la periferia donde la empresa estaba extendido la red.

Al recibir sus primeras facturas, los clientes se encontraron con que la tarifa “era excesivamente cara” y que en todos los casos pagaban más que “los que vivían en Los Troncos”, comentó el funcionario.

El experimento duró solo algunos meses y fue abandonado ante la magnitud de las quejas.

“Ahora la idea es hacerlo mejor, trabajando con zonas testigos que nos permitan definir de antemano una tarifa justa y razonable para toda la ciudad”, explicó Dell Olio.

Para ello no sólo se hará una consultoría para modelar la tarifa. También habrá campañas de concientización, para informarle a la gente lo que se avecina.

Y para eso el gobierno nacional también puso a disposición recursos económicos. La cifra asciende a los 3 millones de pesos.

Con ese dinero OSSE deberá dar a conocer los detalles del proyecto de medición y divulgar cuáles serán sus ventajas.

Además deberá difundir información para alentar el uso racional del recurso e incitar a los vecinos a comenzar a utilizar dispositivos de ahorro en sus propios hogares.

El desafío no sólo consistirá en generar hábitos de consumo más racionales.

También se pedirá que los vecinos adecúen las instalaciones de sus hogares, ya que el mal estado de las cañerías y de los artefactos generan pérdidas enormes.

“Actualmente hacemos mediciones nocturnas y constatamos que en algunas zonas el agua sigue fluyendo casi como si fuera de día. Eso es una muestra de que las instalaciones de casas y edificios antiguos tienen pérdidas en las que habrá que trabajar antes de pasar a la tarifa medida”, explicó Dell’ Olio.

Uno de los grandes objetivos de la implementación de la nueva tarifa consiste en acercar lo más posible los niveles de consumos locales a los de los estándares internacionales, bajando de los 400 litros por habitante por día estimados en la actualidad a unos 250 litros.

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