Descubren cómo el sarampión “borra” la memoria inmune contra otras enfermedades

Descubren cómo el sarampión “borra” la memoria inmune contra otras enfermedades

Tras la infección, el sistema inmunológico “olvida” la inmunidad que había desarrollado contra otros virus y bacterias, según dos estudios que destacan la importancia de la vacunación en medio del alarmante aumento de casos en el mundo. Argentina vive el peor brote desde 2000.

 

El sarampión es un virus muy transmisible, no tiene tratamiento específico y puede causar graves complicaciones: 1 de cada 10 infectados desarrolla sordera, 1 de cada 20 neumonía, 1 de cada 1.000 meningoencefalitis y entre 1 y 2 de cada 1.000 mueren. Pero además del riesgo que supone en sí mismo, también tiene el "poder" de provocar amnesia al sistema de defensas del cuerpo que, tras la infección, "olvida" la inmunidad que había desarrollado contra otros virus y bacterias y deja a la persona desprotegida frente a ellos, según dos estudios publicados en simultáneo, cuyos autores enfatizan la importancia de la vacunación, en medio del alarmante aumento de casos de sarampión en el mundo. Argentina vive el peor brote desde la circulación endémica del virus, hace casi 20 años.

Estudios anteriores ya habían asociado el sarampión con una mayor morbilidad y mortalidad años después de la desaparición de síntomas visibles (fiebre y erupción cutánea), pero las razones por las que eso ocurre no se conocían bien. Los dos trabajos que se publican en la edición de noviembre de la revista Science Inmunology -que lleva el tema a la tapa con un niño siendo vacunado en 1962- aportan nueva evidencia sobre cómo el sarampión borra la memoria del sistema inmune provocando "amnesia inmunológica".

Ambos trabajos se desarrollaron a partir de las muestras de sangre tomadas a 77 niños no vacunados antes y dos meses después de la infección por sarampión durante un brote registrado en Holanda en 2013.

Para identificar y cuantificar los efectos a largo plazo del sarampión en el sistema inmune, uno de los equipos utilizó una tecnología llamada VirScan, que permitió rastrear los anticuerpos contra miles de patógenos en la sangre. Hallaron que el sarampión causó la eliminación del 11 al 73% del repertorio de anticuerpos, que son proteínas producidas por el sistema de defensas cuando detecta sustancias dañinas. El "reseteo" de ese sistema deja a las personas en riesgo de infección por cepas de virus y bacterias para las que ya había generado memoria inmunológica (como paperas, varicela, por ejemplo) Estos efectos adversos sobre el sistema inmunitario no se observaron en niños vacunados, precisa el trabajo.

"Muchas personas que nunca vieron sarampión piensan que sólo causa una erupción cutánea y fiebre, pero está diezmando grandes fracciones de memoria inmunológica protectora crucial, poniendo a los niños en riesgo de todas las demás enfermedades infecciosas", afirma Michael Mina, profesor de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, autor del trabajo. Según el investigador, esta es "la mejor evidencia" hasta el momento de la existencia de la amnesia inmune y de su impacto a largo plazo.

"La amenaza que representa el sarampión para las personas es mucho mayor de lo que imaginamos anteriormente. Ahora entendemos que es un peligro prolongado debido a la eliminación de la memoria inmune, lo que demuestra que la vacuna contra el sarampión es aún más beneficiosa de lo que sabíamos", señala por su parte el investigador principal Stephen Elledge, profesor de Genética y Medicina en el Instituto Blavatnik de la Facultad de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham and Women's.

La portada de este mes de Science Inmunology presenta una foto de archivo de un niño vacunado contra el sarampión en 1962.

El otro trabajo, en tanto, halló que la infección por sarampión provoca cambios en los linfocitos B de memoria -aquellos que "recuerdan" infecciones pasadas y evitan recurrencias-, pero también en los inespecíficos, que actúan combatiendo infecciones desconocidas. Esta amnesia inmunológica "contribuye a comprometer la inmunidad a infecciones o vacunas previas", advierte el trabajo que proporciona una explicación molecular de la amnesia inmunológica duradera observada después de la infección por sarampión en poblaciones no vacunadas.

"Si permitimos que ocurran brotes de sarampión, también estamos creando focos de personas suceptibles a otras enfermedades", sostiene en un artículo publicado en Science la autora Velislava Petrova, investigadora del Wellcome Sanger Institute, en Hinxton, Reino Unido.

Los investigadores sostienen que los médicos pueden considerar fortalecer la inmunidad de los niños que tuvieron sarampión con dosis de refuerzo de todas las vacunas anteriores, como las que protegen contra hepatitis y la poliomielitis. "La revacunación después del sarampión podría ayudar a mitigar el sufrimiento a largo plazo que podría derivarse de la amnesia inmune y la mayor susceptibilidad a otras infecciones", sugieren.

Destacan, además, que las muestras fueron obtenidas de niños previamente sanos y advierten que las consecuencias pueden ser aún más graves en quienes están inmunosuprimidos o desnutridos.

La vacuna triple viral protege contra sarampión, rubéola y paperas.

En Argentina, 44 casos en 2019

Millones de personas en todo el mundo están en riesgo de contraer sarampión. Después de décadas de declive en el número de casos, en los últimos años se viene produciendo un resurgimiento como consecuencia de la caída en las tasas de vacunación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los casos reportados se triplicaron en los primeros siete meses de 2019 respecto de igual período de 2018. 

En Argentina, en lo que va de 2019 se produjeron 44, según informa el último Boletín integrado de vigilancia. En sólo un año ya se produjeron casi la misma cantidad de casos que se habían registrado hasta el año pasado desde 2000, cuando se eliminó la circulación endémica de la enfermedad.

De los 42 casos detectados en Argentina -otros dos fueron en España-, 7 son casos importados o relacionados a la importación y 35 no cuentan con antecedentes de viaje o vínculo hasta el momento con casos importados (14 de la Ciudad de Buenos Aires y 21 de Provincia). De estos 35, 25 se encuentran agrupados en tres cadenas de transmisión.

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El mayor número de casos confirmados corresponde a menores de un año. Por eso, a raíz del brote iniciado en septiembre, la Secretaría de Salud dispuso vacunar con una “dosis cero” (que no cuenta como la primera de calendario que se da al año de vida), a todos los bebés de 6 a 11 meses que vivan en la Ciudad de Buenos Aires, y las regiones sanitarias V, VI, VII y XII de la Provincia de Buenos Aires, que abarcan a Campana, Escobar, Exaltación de la Cruz, General San Martín, José C. Paz, Malvinas Argentinas, Pilar, San Fernando, San Isidro, San Miguel, Tigre, Vicente López, Zárate, Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora, Almirante Brown, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, Quilmes, Gral. La Heras, Gral. Rodríguez, Luján, Marcos Paz, Merlo, Hurlingham, Ituzaingó, Morón, Tres de Febrero y La Matanza. Además, todos los niños entre 13 meses a 4 años inclusive, deben acreditar al menos 2 dosis de vacuna triple viral en las jurisdicciones mencionadas.

En tanto, los habitantes de todo el país de 12 meses a 4 años deben acreditar al menos una dosis de vacuna triple viral. Los mayores de 5 años y adultos nacidos después de 1965, dos dosis de doble o triple viral dadas después del primer año de vida. 

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