“EL PRO DESCREE DE LA PARTICIPACIÓN POPULAR”

Así lo entiende el diputado Roy Cortina quien en diálogo con adnciudad.com acusó al macrismo de incumplir con la descentralización, asegurando que la gran mayoría de los comuneros se han "aburguesado" y reconociendo en Martín Lousteau la voluntad política de emprender esta "transformación".

Este año Buenos Aires cumple 20 años como Ciudad Autónoma. Son dos décadas que encuentran a los porteños debatiendo con el resto de la estructura política, tanto del Gobierno nacional como del parlamento, aspectos centrales de las transferencias de facultades.

Son discusiones también que incluyen ciertas resistencias de las propias estructuras involucradas, como puede ser el caso de algunos jueces que recelan el traslado a la órbita local, o de cierto sector de la Policía Federal que no se muestra entusiasmada con el cambio.

Tiranteces que podrían no ser reprochables, si se tiene en cuenta que lejos está el distrito de poder predicar con el ejemplo, ya que desde la de la propia política local siguen existiendo demoras en poner en práctica los atributos autónomos que dispone la Constitución porteña y que no requieren de consensos externos sino de la voluntad política propia del Ejecutivo, hoy en manos del macrismo.

En diálogo con adnciudad.com el vicepresidente tercero de la Legislatura porteña, Roy Cortina (Partido Socialista), sostuvo esto tiene una sola razón: "El PRO no cree en la descentralización, no creen esta sea una herramienta valida de gestión".

Cortina asegura que "incluso el propio Jefe de Gobierno, en su compromiso 20/20, fijó como una de las metas las ‘Prioridades Participativas'", situación que impulsó al legislador a llevarle en persona a Larreta su proyecto de Presupuesto Participativo, ante lo cual dijo que sigue aguardando la respuesta.

Lejos de tomarlo como una cuestión personal el legislador lo entiende cono un problema de "voluntad política", que es en sí mismo resulta ser un "reflejo de la concepción que se tiene del manejo del Gobierno", de modo tal que cuando se detenta el poder "no se quiere descentralizar", evidenciando descreimiento hacia los mecanismos de "democracia participativa" y que, en definitiva, "muestra un determinado sesgo político a partir de la convicción ideológica de no creer en eso por más que esté en la Constitución".

El legislador socialista invita a analizarlo, incluso más allá de los sellos partidarios, tomando en consideración lo sucedido en estos 20 años. Donde "los diferentes signos políticos que han pasado no lo han concretado", por lo cual sería un error quedarse en la cuestión de si se trata de un Gobierno "progresista, de derecha o de centro, cuando lo que se ve es que hay una ideología de gestión centralizada que comparten la mayoría de los gobiernos".

No es algo que pueda entenderse como un fenómeno propio de la Ciudad, entiende Cortina, pero con la salvedad que en el resto del mundo, en ciudades como Buenos Aires, la descentralización de cuestiones administrativas de gestión "es algo que hoy no se discute por parte de los gobiernos locales".

Ante la consulta de adnciudad.com respecto de qué responsabilidad les cabe a los representantes comunales, tanto del oficialismo como de la oposición, dice Cortina que un diagnóstico preciso sería el de reconocer que el papel de los comuneros es "flojo".

Que, a pesar de su deseo de verlos transformados en "tribunos de los barrios", los representantes comunales no tienen visibilidad porque, "asimilado el golpe que no se les ha dado ninguna estructura para funcionar" y, en lugar de replantearse un plan de trabajo cerca del vecino y "reaccionar, se han aburguesado".

Resalta que le consta que algunos se desviven por responder a las demandas vecinales, en ello destaca lo hecho en estos seis meses por los tres comuneros socialistas, pero volviendo a remarcar que, más allá de los cuestionamientos, lo cierto es que el Gobierno "incumple la ley en el caso del funcionamiento de las estructuras comunales".

En esta salvedad del trabajo de los comuneros, Cortina sale al cruce anticipado de cualquier intención de sectores políticos, entre los que ubica a parte del PRO, de propiciar la idea que las Comunas son "estructuras inoperantes".

Esto, dice el legislador, "mancharía la idea de la descentralización", como proceso de construcción política, ocultando que la causa real está en "un incumplimiento del espíritu de la letra de la Constitución".

Este no cumplimiento de la ley y la idea de supuesto e irremediable desprestigio "tiene anclaje en el modelo de gestión macrista". Desde donde todo pareciera que se "juega con la idea de la inmediatez, en la que estamos urgidos los argentinos, para resolver miles de problemas que nos agobian", obligando siempre a plantear cuestiones de coyuntura, y dejando al resto de las cuestiones para un tiempo futuro que nunca se cristaliza.

Ejemplifica Cortina con lo que entiende es el proyecto oficialista de hacer de Buenos Aires una "Ciudad de los Polos y Distritos". Algo que desde la propia página del Gobierno porteño se define como la posibilidad que un sector "industrial será promocionado (con la idea de) promover el desarrollo económico de los sectores identificados (como así) también el desarrollo urbano y social".

Se trata, por ejemplo, de los Distritos Tecnológico, ubicado en Parque Patricios, del Distrito Audiovisual, que se encuentra en los barrios de Chacarita, Villa Ortúzar, Paternal, Palermo y Colegiales y el de las Artes, desarrollado en los barrios de La Boca, San Telmo y Barracas.

En estos emprendimientos de gestión gubernamental es que Cortina identifica una "concepción del urbanismo equivocada, una especie de teoría del derrame dentro del sistema urbanístico", que trae como consecuencia negativa la elevación del precio del metro cuadrado en el sur, a partir de la llegada de muchas empresas, generando que "muchas personas no puedan quedarse en el sur" por el encarecimiento del suelo.

Este problema real y concreto -que debería encontrar un espacio de debate lejos de la coyuntura con representantes de distintos sectores para estimular el involucramiento de la comunidad- es imposible de concretar producto de esta "Argentina de la inmediatez que se propone desde el macrismo", afirma Cortina.

El legislador se entusiasma al proyectar un momento futuro en donde las instancias de participación estén lo suficientemente arraigadas en la comunidad para imaginar que una convocatoria vecinal pudiera "incidir en la comisaría del barrio", a partir de los cual el propio "comisario se cuidaría mucho más y haría una gestión distinta".

Ejemplo que el propio Cortina traslada al ámbito de la salud y de la educación. En salud, concretamente, asegura que "si la salud estuviera descentralizada, dándole un rol más importante a los CeSAC, los hospitales no estarían colapsados".

Pero, como buen político, vuelve a la realidad y afirma que "eso la gente no lo ve", que "no le interesa". Un desinterés que se consolida con un "macrismo que juega con la perversión de que se vive con una permanente inmediatez".

En donde ve el acompañamiento de grandes medios, al poner en escena obras que impactan con "anuncios desde una maqueta", que luego el tiempo dirá si se concretan tal como se los presentó, pero que alejan al vecino de ver al Gobierno como parte del brazo ejecutor de sus reclamos inmediatos.

Medios que podrían ser parte en un futuro, dice Cortina a adnciudad.com, del armado de un discurso que de por sentado que "la descentralización fracasó y sirve para que 105 personas cobren un sueldo", donde "es claro que el que gana siempre es el macrismo", creando la permanencia de "un circulo vicioso desde donde lanzan ensayos a prueba y error", entre las que podría llegar a estar la idea futura de "anular la descentralización", con la consecuente "reforma de la Constitución".

Por todo esto es que Roy Cortina confirma y mantiene el desafío de buscar siempre la "necesidad de un balance inteligente", reafirmando que el camino a seguir lo marca la propia Constitución y que el real problema está en que "no hay voluntad política para su aplicación".

Una voluntad política que sí ve en Martín Lousteau, quien "sin dudas emprendería esta transformación", mostrando como prueba el trabajo de "los equipos técnicos de Lousteau, de los radicales y de los socialistas". Porque asegura que, a diferencia del macrismo, en ECO no se concibe la "descentralización como pérdida de poder político", todo lo contrario, "revitalizar las Comunas puede darle a uno más poder a partir de tener más consenso de la gente participando".

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