Descorche de fin de año en el BCRA por la salida de Prat Gay

Descorche de fin de año en el BCRA por la salida de Prat Gay

El desembarco de Nicolás Dujovne podría definir la suerte de Vladimir Werning y Pablo Curat, dos hombres de confianza del ministro saliente que representan hoy a Hacienda en el Banco Central.

 

En el Banco Central no pedían demasiado: les alcanza para brindar y festejar, dicen, haber recibido sobre este final de año la noticia de que a partir de ahora no se interpondrán trabas en el arduo manejo de la política monetaria. La salida de Alfonso Prat Gay aporta ese dato clave: si bien no supondrá un cambio significativo de modelo ni un abandono del gradualismo fiscal, en el organismo ya consideran que implicará un cambio de estilo de gestión y, especialmente, una sensible mejora en la relación y la coordinación de los funcionarios con las autoridades del Central.

Prat Gay solía discutir con fervor con Federico Sturzenegger en cada almuerzo que compartían quincenalmente, por el alto nivel de las tasas de interés y la falta de asistencia que se le brindaba desde el organismo cada vez que necesitaba recursos para poder afrontar el gasto público. Al ministro saliente le costaba persuadir al jefe del Central tanto para obtener sus "adelantos transitorios" (un instrumento de crédito a corto plazo, que sirve de ayuda al Tesoro, y que el exbanquero limitó siempre a un stock inamovible de $160.000 millones) como para lograr que se le compraran las divisas que obtenía con las colocaciones de deuda en el exterior.

Ahora, el nuevo desembarco en Hacienda también les da motivos para levantar sus copas: Nicolás Dujovne, el designado por Mauricio Macri como titular del ministerio, tiene una cercanía con los economistas locales que contribuirá a establecer un nuevo canal de diálogo entre el Ejecutivo y el sector privado hasta ahora inexistente; y una relación de confianza -incluso, de amistad- con el Presidente y la mayoría de los directores del Banco Central. 

En los meses de campaña electoral, Dujovne tuvo que interactuar con todos ellos porque estaba encargado de llevar adelante el plan fiscal dentro de la Fundación Pensar, el "think tank" del PRO. Allí, mientras daba los trazos de un ineludible programa de ajuste sobre las cuentas públicas, Sturzenegger y Mariano Flores Vidal (hoy gerente general del BCRA) diseñaban los detalles del plan monetario que se concentraría en bajar la inflación.

Dentro del organismo descuentan que habrá ahora más coordinación que durante la gestión de Prat Gay, si bien habrá también diversos temas que serán debatidos. Las tensiones entre ministerios y bancos centrales por el nivel de tasas de interés son históricas porque, mientras los gobiernos dan prioridad a la actividad en lo inmediato, los organismos monetarios mantienen una visión de largo plazo que apunta a hacer más sostenible el crecimiento.

El reemplazo en Hacienda traerá aparejados otros cambios de figuras que tienen incidencia en el trabajo diario de los técnicos Banco Central. En el organismo dudan de la continuidad de Vladimir Werning, quien hoy es representante del ministerio en el BCRA. El exjefe del JP Morgan para América Latina ya hizo explícito, en alguna oportunidad, su disconformismo sobre el impacto negativo en la economía que provocan las altas tasas de interés.

También Pablo Curat, uno de los directores del Central incorporado allí por Prat Gay, podría haber perdido el "padrinazgo" que lo sostenía en su cargo hasta ahora. Nadie habló de su partida pero, ¿quién saldrá en su defensa, durante la era Dujovne, si la oposición avanza con sus pretensiones de ganar sillas en el directorio? Aún cuando esto no suceda, dentro del BCRA están completamente convencidos de que el camino aparece ahora más allanado para los desafíos del año que comienza.

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