Los muertos del Cementerio Municipal de Rawson están lejos de poder descansar en paz. Un grupo de empleados de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos denunciaron el estado de abandono de ese lugar, tomaron fotos del basural en el que se ha convertido y fueron obligados a llevarse desechos, flores de los nichos y hasta un ataúd con restos de lo que parece ser un cuerpo humano en un estado de completa descomposición.

El hecho ocurrió hace dos semanas en el campo santo capitalino y cuando los empleados fueron a reclamar a sus superiores por el episodio, fueron castigados: a uno de ellos lo corrieron como encargado de una dependencia de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, y a otro le rebajaron $ 2.000 del sueldo sin demasiadas explicaciones.

Los acusados son el secretario de Obras y Servicios Públicos, Claudio Tejada, y el coordinador municipal José Luis Chentola, dos funcionarios de extrema confianza de la intendente Rossana Artero.

De hecho, Tejada llegó hace pocos meses al equipo municipal luego del acuerdo político que la intendente hizo con sectores de Chubut Somos Todos.

Arcadas

 

El denunciante es Pedro Morales, un veterano empleado de la Municipalidad capitalina, que le contó a Jornada lo que le tocó vivir a él y otros empleados de esa secretaría cuando llegaron al Cementerio municipal. “Siempre nos mandan a limpiar con otros muchachos distintos lugares de la ciudad pero hacía tiempo que no íbamos al Cementerio. Cuando vimos lo que era eso nos dio miedo hacer lo que nos habían pedido. El olor a podrido era tremendo y la mugre hacía que no parezca un cementerio. En medio de toda la basura encontramos un cajón con los restos de una persona adentro”, relató Morales a Jornada.

Lo que siguió fue un grupo de trabajadores sin demasiadas indicaciones, ninguna indumentaria ni máscaras adecuadas para afrontar una situación de este tipo, y varios de ellos haciendo arcadas por efecto del olor nauseabundo del lugar.

“Al final, decidimos cargar todo en el camioncito blanco del municipio y llevarlo al basural, en donde lo descargamos”, agrega Morales. “Después volvimos y yo fui a hablar con un encargado a contarle lo que nos había pasado. Esa persona fue a ver a los superiores, los señores (Claudio) Tejada y (José Luis) Chentola, y lo único que hicieron fue sacarle el cargo al señor que fue a reclamar por todos nosotros y a mí me descontaron plata del sueldo”, dice –resignado- Morales.

Sin embargo, Morales aclara que seguirá denunciando “todas las cosas que se hacen mal en el municipio.” Hay que recordar que el mes pasado, Morales se presentó en la Fiscalía de Rawson para denunciar la extracción de áridos sin autorización de la cantera municipal.

Dijo que se habían retirado alrededor de 25 bateas de arena, aportó fotos y pruebas de donde fueron llevados esos áridos, pero por ahora la denuncia no tuvo muchos avances, como la mayoría de las denuncias que involucran al municipio capitalino que conduce Artero.#

Todo por $ 6.500

Pedro Morales es un hombre rústico, como la mayoría de los que tienen que levantarse muy temprano todos los días para llevar algo de dinero a su casa. El denunciante de dos casos resonantes que pusieron sobre el tapete las presuntas irregularidades y la desidia en la Municipalidad de Rawson, le contó a Jornada que hace 14 años es empleado municipal. Pedro cobra un plan de apenas $ 6.500 que, luego de denunciar en la Justicia lo de las bateas de arenas que se robaron, se convirtieron misteriosamente en $ 4.000. “Qué le vamos a hacer, yo vivo tranquilo, aunque me descuenten lo poco que cobro yo voy a seguir denunciando las cosas que se hacen mal”, le dijo a Jornada.