El desafío industrial de Vaca Muerta

El desafío industrial de Vaca Muerta

Advirtió sobre las consecuencias de las industrias extractivas sin el necesario desarrollo científico y tecnológico nacional. “Si solo servirá para que tengamos gas y petróleo, servirá para muy poco”, aseveró.

-Por su actividad, tiene vinculación tanto con la ciencia y técnica como con la economía real ¿Como está la situación?

-Trabajo en esa delgada línea que es la transición de la ciencia a la tecnología. La situación está muy mal. Todo lo que era la industria satelital y de aviación que se empezaba a desarrollar en Córdoba, el lanzador satelital Tronador II, no existe mas. Las empresas privadas están invirtiendo muy poco. En la consultora hacemos modelos matemáticos y entramos cuando una empresa privada necesita hacer una expansión. Yo me recibí de ingeniero en los ‘70. Por entonces había trabajo en el país para tecnologías que a nivel mundial eran viejas. Después llegó la época que la única salida que tenían los ingenieros era irse del país. Y desde 2003 al 2015 tuvimos un renacer.

 

-¿Donde se veía este renacer?

-En chicos que se acababan de recibir y trabajaban con nosotros en el tema de las vibraciones y el apuntamiento de los Arsat, temas de cálculo estructural. Trabajaban en tecnologías del siglo XXI. Eso se terminó. De nuevo empezamos con la historia que tanto nos costo remontar, de la falta de interés de los jóvenes por estudiar una carrera como ingeniería. En la etapa del gobierno anterior se le dio mucho apoyo a los jóvenes para que estudiaran ingeniería, becas especiales, etc. Hubo mucha inversión del Estado nacional en las universidades nacionales, tanto para infraestructura como equipamiento. Los sueldos de los científicos y los profesores, no digo que eran similares a los de un mánager de la industria privada, pero empezaban a ser razonables. Había una motivación. Hoy todo eso se cayó. Y es necesario para revertir algunas situaciones como la dependencia de la tecnología importada, que hace que las decisiones se tomen en otro lado. Es imposible revertir eso mientras nosotros no seamos los dueños de la tecnología.

 

-Ese es un tema que se ve muy claro con la explotación de Vaca Muerta. El argumento es que solo tienen la tecnología para trabajar el fracking las empresas extrajeras, en particular las de Estados Unidos.

-No es verdad. Hay un desarrollo tecnológico importantísimo en Berisso, en un centro de investigaciones que armaron YPF con el Conicet, que es algo histórico y se llama Y-TEC. El país puede desarrollar perfectamente la tecnología para esta actividad. Un gerente o director tienen la opción de usar tecnología nacional, apoyar el desarrollo tecnológico local o comprar tecnología llave en mano. A él le disminuye los riesgos y le aumenta la gratificación no tener que comerse la curva de aprendizaje de un desarrolllo tecnológico. Compra la tecnología, la aplica y si tiene problemas se lo comunica por e-mail al desarrollador, que le soluciona el problema en poco tiempo. La opción de cualquier ser humano es buscar el camino mas fácil, y en este caso es importar tecnología. Eso, que a nivel individual es la opción mas lógica, para el país es un desastre.

 

-Eso se revierte haciendo mas caro y mas difícil importar tecnología que desarrollarla en el país.

-Poniendo trabas como hacen otros países. Ahora ¿quien desarrolla tecnología? No puede esperarse de una pyme. Desarrollar tecnología tiene un alto riesgo. Si uno empieza 10 proyectos no puede ser exitoso en todos. Y el retorno del capital es muy lento. Ahora ¿qué hicieron y hacen los países que son exitosos? Hay una profesora inglesa, Mariana Mazzucato, que estudia estos temas y escribió un libro que se llama “El Estado emprendedor”, donde demuestra que los grandes éxitos tecnológicos son del Estado europeo, japonés o estadounidense. En un paper analizó el iphone y el ipad. Hizo un despliegue de todas las tecnologías que confluyen en estos dos productos y concluyó que son todas desarrolladas por agencias del gobierno estadounidense. Hay una entrevista a Steve Jobs donde le preguntan si es verdad que el gobierno norteamericano desarrolló todo y él dice que no, que Apple hizo la estética y el marketing. Lo que le quiero decir es que el desarrollo tecnológico profundo lo hacen los gobiernos. Mazzucatto estuvo en el país invitada por la CEPAL y tuvo una reunión con el presidente Macri. Cuando salió, tuiteó: “Me escuchó, pero no me entendió”.

 

-Lo que se vende es que el modelo exitoso es el de Steve Jobs

-Pero se equivocan. Hay una página web que se llama The Breakthrough Institute, que publicó un artículo que explica de donde vinieron las 100 mejores tecnologías que hicieron poderoso a Estados Unidos. Empiezan con George Washington, que cuando entró en guerra con los ingleses emitió una norma que decía que solo iba a comprar los mosquetes que fuesen hechos con piezas intercambiables y no fijas como hasta entonces. Esta cosa del liberalismo y la no intervención del Estado no es verdad. Ellos empiezan a intervenir desde Washington. Después hay una lista enorme que abarca los ferrocarriles, los aviones, la computación, la biotecnología, la energía nuclear, son todas iniciativas del estado americano. Eso de la iniciativa privada existe, pero es a partir de las bases de investigación, desarrollo y financiamiento de los gobiernos.

 

El rol del Estado

 

-Hay un mapa que muestra quiénes son los principales empleadores de los 50 estados de EEUU. Es interesante porque en la gran mayoría son las universidades estatales y Wal Mart.

-Y le agregaría algo mas. El fondeo de las universidades privadas famosas, como Harvard o el MIT, viene de contratos con el Estado, con lo que ellos llaman defensa, con el departamento de energía. En la II Guerra Mundial el famoso MIT fue muy importante para ganarla. Allí se desarrolló el sonar, por ejemplo. No existirían estas universidades sin el sostén de un complejo gubernamental académico industrial por el Estado.

 

-¿Por que esa tríada entre complejo gubernamental, educativo e industrial no se ve en nuestro país?

-Se vio incipientemente en el desarrollo satelital. Ahí estuvieron las empresas del Estado, Arsat específicamente, e Invap. Yo trabajé muchos años como proveedor de ingeniería de Invap. Conozco muchas empresas de ingeniería del país y el mundo. Pocas veces vi una empresa mas eficiente y mejor que Invap, con lo que tira abajo el mito de la ineficiencia del Estado. También se dio en VENG, una industria dependiente de la CONAE, que estaba desarrollando los lanzadores satelitales. Por eso era permanentemente monitoreada. Invap es un líder mundial en tecnología nuclear ¿Sabe por que no exporta más? Porque el que compra una central experimental o para aplicaciones médicas quiere que se la vendan con financiación, y Argentina hoy no esta en condiciones de hacerlo.

 

-Si le preguntamos a la gente si la ciencia es muy importante, la gran mayoría va a contestar que sí. Ahora ¿por qué cuando se implementan políticas de desfinanciación y vaciamiento no defiende esa idea?

-La gente ve el elemento cultural, como lo ve en el arte, pero la ciencia es ademas un recurso económico, que cuesta formarlo y tiene mucho valor. No usarlos es un problema del Estado argentino. Nestor Kirchner mandó a Daniel Filmus a una reunión donde los altos mandos de la fuerza aérea discutían el reequipamiento de los aeropuertos argentinos con radares secundarios, que no son para detectar aviones hostiles, sino para ordenar el tráfico aéreo. Había brigadieres que le querían comprar a Francia, otros a EEUU. Los radares que vendían estos países eran mas baratos, pero el país quedaba enganchado con los repuestos. Cuando estaba terminado la reunión Filmus les comunica que por orden del presidente los radares iban a fabricarse en el país. Ahora, hay que tener valor para hacerlo. Imagínese si hubiera ocurrido un accidente y se estrellaba un avión con 200 pasajeros en aeropuerto argentino.

 

- Las críticas hubieran sido: “Somos un desastre que no sabemos hacer nada”

-Exactamente. Pero el hecho es que Argentina hizo radares secundarios, desarrolló radares primarios. Ahora no se fabrican mas radares en el país. Pero era una industria incipiente y factible de exportar.

 

Potencial y explotación

 

-¿Vaca Muerta es lo que dice el gobierno?

-Vaca Muerta es un gran potencial. Hace mucho dije que para que tuviera sentido la nacionalización de YPF, Vaca Muerta, etc. teníamos que completar la cadena de proveedores nacionales. Si el único beneficio que vamos a tener es el gas y el petróleo que podamos extraer, es limitado. Es el tema de las industrias extractivas. Si nosotros no desarrollamos en el agro paquetes tecnológicos como los que esta desarrollando en el Conicet Litoral la doctora Raquel Chang, si lo que hacemos es comprárselos a Monsanto, el beneficio es mínimo. Vaca Muerta es un gran potencial, y no solamente por los combustibles que tiene, sino porque puede traccionar al resto de la industria. Podemos producir aquí los equipos, la ingeniería. Nosotros estamos desarrollando en nuestra consultora con Y-TEC el software para simular los procesos de fracking, es decir la inyección de fluidos y la rotura de la roca. Eso tiene un efecto muy grande. En esta temática Y-TEC esta posicionándose como líder mundial.

 

-¿En qué temas argentina tiene un liderazgo mundial?

-En los temas que tenemos las ventajas primarias.

 

-Soja.

-Soja. Ya ni siquiera podemos hablar de la ganadería. Fíjese lo que hicieron los australianos con la minería. Nosotros lo único que hacemos es el proceso extractivo. No producimos el equipamiento y ni siquiera refinamos el metal. Exportamos piedras. Y nos queda el daño ambiental que, como el Estado está ausente, ni lo controlamos, ni lo verificamos, ni obtenemos los beneficios que deberíamos. El proceso extractivo en si mismo no es bueno.

 

-Uno ve que la gente se lamenta de la fuga de cerebros, de que los jóvenes se van del país. Pero no son mayoría los que están de acuerdo en que hay que poner plata para apoyarlos y así generar las condiciones para que se queden.

-Lo que pasa que con el gobierno actual y su modelo de país, no tiene mucho sentido poner plata en ciencia, porque usted pone plata en ciencia si hace un modelo de desarrollo autónomo. Si su alternativa principal es importar desde la tecnología hasta los productos, no tiene sentido. En los 70 hubo un científico, Oscar Varsasky, que escribió que tenía que haber una compatibilidad entre el modelo de país y el estilo tecnológico. En estos momentos hay esa compatibilidad: un modelo de país sin desarrollo local que cree que la ciencia en todo caso es un adorno, un gasto.

 

Timba o fábricas

 

-¿Por qué no hay mas empresas como Techint o Arcor en Argentina?

-Pondría énfasis en Techint, porque es un caso muy especial. En éste momento es una multinacional, con plantas en todo el mundo. Comenzó a desarrollarse a partir del segundo gobierno de Perón. Trajo capitales de Italia, no creció de la nada. Y hubo un desarrollo industrial que nadie emuló en el país. Uno podrá tener mil opiniones sobre la familia Rocca y sus intervenciones o no en política, pero es gente que supo construir industria.

 

-¿Y por qué no hubo otros?

-Porque son tantas las posibilidades que se le ofrecen a los empresarios para hacer dinero a partir de la timba financiera, que no hay que preocuparse por la ciencia y la tecnología. Techint es un caso único en Argentina, no en el mundo, donde es normal. También Arcor, aunque de manera más simple. E YPF. Antes de Techint el gran desarrollador de tecnología siderúrgica que hubo en el país fue Somisa, que era una real escuela de ingenieros siderúrgicos. Cuando se privatizó a precio vil, era una industria importantísima. Para privatizarla hicieron lo que con las demas empresas: la endeudaron, la empujaron a ser deficitaria y la mayoría de la gente compró a través de Neustadt y Grondona que teníamos que deshacernos de ella porque era tirar la plata. Lo mismo pasó con la telefónica, con los ferrocarriles. ¿Donde ganan dinero los ferrocarriles? En ningún lugar del mundo, están para prestar un servicio. Están subsidiados, como la energía eléctica. Nosotros tenemos el problema que de repente un señor dice que tenemos que pagar por las cosas lo que valen. No funciona asi el mundo. Fijese que con el tema de las tarifas hay pymes que están cerca de fundirse. Un desastre hicieron. Y la cantidad de desocupados que estamos generando.

 

-¿Por qué el sistema científico argentino no pudo hacer carne en la gente de que la ciencia es imprescindible?

-Cuando empezó la reducción de ingresantes al Conicet en la carrera de investigación científica en 2016 hubo movilizaciones, apoyos, una toma del edificio del Ministerio de Ciencia y Técnica, exigiendo que ingresaran todos los que estaban calificados para hacerlo. Ahora, yo no se si la gente pensaba que la ciencia tenía que existir no solo para mantener contentos a los científicos, sino que le servía a ellos. Falló en transmitir que la ciencia no es solamente para mantener ocupados a los científicos, sino que el país lo necesita. Los científicos no supimos mostrarle a la gente para que nos necesita. Cada vez que hablamos de ciencia decimos que Argentina tiene uno dos o tres premios Nobel, pero no es lo principal. Argentina puso dos Arsat en órbita. Eso es importante.

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